Ganaron con bonus

Centro de Cazadores tenía acéfalo el M16 de rugby y reclutaron con éxito a chicos del barrio Santa Helena, de Garupá, a los que este deporte les abrió nuevas posibilidades. Empezaron con uno y hoy son 17 los chicos nutren a la categoría. “Es todo a pulmón”, resaltaron desde Cazadores, que los busca en un colectivo
viernes 16 de septiembre de 2022 | 6:01hs.
Ganaron con bonus
Ganaron con bonus

El plan perfecto se podría llamar a la propuesta del Club Centro de Cazadores, que nació en la captación de jugadores para la categoría M16 y en consecuencia, ayudó a adolescentes de todo un barrio trabajador, otorgándoles un espacio de contención a través del rugby.

El profesor de educación física y preparador físico de alto rendimiento, Roque Tavares, tuvo una gran idea al ser llamado de Centro para formar la categoría que estaba acéfala, pero el proyecto conllevaba ponerle el cuerpo y como rugbista, no dudó en hacerlo.

Roque vive en el barrio Santa Helena, de Garupá, y dicta clases en tres colegios. Fue ahí donde extendió la invitación para que los adolescentes se sumaran a Centro, puso su auto y los traía. Pero el espacio se fue haciendo chico “ya veníamos todos encimados”, recuerda con risa, y se sumó una combi, esa combi también se llenó y hoy, casi cinco meses después de esos inicios, un colectivo los espera en Santa Helena, los lleva hasta Centro y, tras dos horas de trabajo, los traslada nuevamente a sus hogares.

El M16 resurgió y los chicos de Santa Helena se lo toman con seriedad.

Hoy, los martes y jueves de 20 a 22, el cole se llena de sueños para los muchachitos de Santa Helena que esperan con ansias llegar al club y plasmar su crecimiento con la guinda. Hoy la M16 tiene en su mayoría a jugadores de Garupá que en el boca a boca siempre traen algún hermano, primo, amigo o vecino para jugar. “Cada chico que entra para nosotros en un try, un partido ganado, porque comenzamos como uno y hoy son 17”, destacó contento Ilean Carballo, que junto a Mauricio Escalante, son los entrenadores de la categoría, y ambos además extienden la invitación a todos los chicos que quieran sumarse a ésta o cualquier categoría que hay en el club desde Infantiles a Primera, en mujeres y varones.

“Lo importante es que vengan. Cada día que llega uno nuevo es una alegría. Ganar un partido tampoco es el objetivo, queremos que se sientan bien, estén contenidos y salgan de la calle ”, sentenció.

Como en casa

Ante todo los entrenadores y los mánager del club cumplen una doble función, la de formadores y un poco de padres, “porque pueden ser mis hijos, entonces le damos toda la contención que podemos y ellos nos demuestran con mucho respeto que quieren estar acá”, señaló Ilean.

Es que la mayoría proviene de familias humildes y el club, además de darle el espacio deportivo, también les otorga una merienda porque muchos salen del colegio a la tarde y van al club y sólo tienen una comida al día.

“Se les da siempre un ‘breack’ con lo que se pueda y se comparte con los M15”, explicó Romina Cadena, la mánager de la categoría M15 y M16, que junto a Sebastián Milogis, coordinador del rugby juvenil, se ponen al hombro toda la logística para los traslados y la contención en el club.

Los martes y jueves, desde las 20, entrenan y hacen camaradería. Fotos: Nicolás Arce

“Es un trabajo muy grande de todo el club, y muy a pulmón, desde la subcomisión de rugby, las otras categorías que también ayudan, hasta los chicos de Garupá que también hacen su parte con la venta de rifas y las pizzas prelistas para costear el colectivo y la indumentaria”, explicó Cadenas.

Asimismo, se fueron sumando sponsors que son también un eslabón clave para esta propuesta y bienvenido sean los que se quieran sumar para poder sostener en el tiempo este proyecto.

“Muchos son hermanos número 9, así que es un esfuerzo grande de su parte. Los profes acá a muchos les dan sus camisetas de cuando jugaban y ellos son felices”, compartió Romina.

“Personalmente es una emoción, con sus problemas igual vienen. Por ejemplo, algunos cortan el pasto, hacen actividades para comprarse el botín, la media y eso vale mucho”, agregó a su tiempo el entrenador Ilean.

Además, su juego mejora con los entrenamientos y ya tuvieron amistosos, partidos que se tornan importantes para seguir motivados, ya que la competencia los hace sentir el rugby con toda su adrenalina y ni hablar de salir fuera de Posadas, que para algunos fue su estreno en esta materia.

“Comenzaron a viajar, fueron a Apóstoles y a Eldorado, y para muchos es la primera vez que viajan. Algunos no habían salido de Posadas y esto le da la oportunidad. Además, el roce del partido también hace que los chicos estén más contentos y motivados, y así van contagiando a otros amigos”, explicó el profe.

Y además, para Ilean la idea es que estas edades en las que la rebeldía se hace presente, encuentren en el club un lugar para desembarcar sus sentimientos. “Queremos que estén en el club y no en la calle. Nosotros le transmitimos todos los beneficios que tienen con el rugby y en un rol preponderante. Vienen con sus problemas y se despejan, se divierten y tratamos de  canalizar sus energías. La clave es que evolucionen como personas y sean mejores hijos, amigos  y estudiantes”, dijo con atino.

El padre de la cuestión

Por su parte Roque Tavarez, el preparador físico y hacedor de este programa, se mostró contento con el momento que están viviendo sus pupilos.

“No es un deporte tan conocido en la zona donde estamos -Santa Helena- y desde que hice la invitación formal, se fueron sumando cada vez más y se dio todo esto lindo gracias a Dios”, señaló Roque.

El profe puso su auto, su tiempo y sus ganas para que esto marche con la idea de que el M16 crezca, pero más aún que lo hagan los chicos, “es formarlos como personas y después, si ellos quieren, serán jugadores”.

Luego añadió que ve “un cambio grande. De estar libres en horas fuera del estudio, hoy tienen un tiempo bien ocupado y eso es fundamental en los adolescentes. Se los nota contentos y motivados”.

Asimismo, el preparador que reside también en Santa Helena, nota que el “comentario es grande en el barrio y hay un boca a boca que hace que siempre haya uno más para subirse al colectivo”.

Y la voz cantante del grupo de Santa Helena fue Alejandro Yakimchuk que en principio agradeció “a los profes y a la mánager por la oportunidad que nos dieron. Es un orgullo, entrenar con los chicos. Me da mucha felicidad estar con ellos”.

Alejandro también apuntó que desde chico quería jugar al rugby y ahora se le dio la oportunidad “me gusta hacer tackles -risas- y también compartir con los chicos. Mi sueño es llegar a la primera”

Por su parte, Joel Ortiz, quien era el único que había quedado en la M16 y vio con beneplácito cómo el equipo creció con los chicos de Santa Helena.

“Hace 12 años vengo al club y un tiempo quedé solo. Después se sumaron los chicos y ahora note una gran mejoría en ellos. Hay buen compañerismo y tengo una buena relación”, señaló.

De esta manera, Centro de Cazadores demostró que una buena idea, apoyada con un trabajo en equipo, tiene sus recompensas y que más allá del resultado en el marcador, es un partido ganado con bonus.

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