Fútbol, disciplina y contención para más de treinta niños de Dos Hermanas
La escuelita venía funcionando desde hace unos años atrás, pero por motivos de la pandemia del coronavirus, como tantas otras cosas, las actividades fueron suspendidas, pero nuevamente desde de hace dos meses volvió a funcionar y está pensada como un espacios de contención y práctica deportiva para niñas, niños y adolescentes desde los 6 a 15 años aproximadamente, para que puedan desarrollar una disciplina deportiva pero al mismo tiempo ocupar su tiempo libre en actividades saludables.
Son más de treinta chicos que forman parte de dicha escuelita, que funciona los miércoles y viernes de 16 a 18 horas, en la canchita de las antiguas instalaciones de la escuela 363 de Dos Hermanas, allí el entrenador Sandro De Matos y la profesora de Educación Física, Sabrina Alvez se encargan de llevar adelante las actividades enseñándoles a los chicos la práctica deportiva, el compañerismos a través del trabajo en equipo, educación y disciplina deportiva, y al finalizar cada jornada se les sirve la merienda.
En diálogo con El Territorio, el entrenador, Sandro De Matos, comentó: “Venimos trabajando a pulmón, la mayoría de los chicos de la escuelita vienen de familias de bajos recursos, cuando empezamos las actividades la mayoría venían descalzos, entonces lo primero que hicimos fue ponernos en campaña, organizar algunas actividades y ventas de distintas cosas con el fin de recaudar fondos para comprarles calzados a los niños y en cuanto a las actividades en sí de la escuelita, estamos trabajando con lo que tenemos y ponemos lo mejor de nosotros para sacar a estos chicos adelante, enseñarle una disciplina deportiva, contenerlos, incentivarlos al trabajo en equipo, a tener una mejor conducta deportiva y en sociedad”.
Y agregó: “Nos falta un montón de cosas, estamos haciendo lo que se puede con lo que tenemos, nos falta más pelotas, pecheras y chalecos de entrenamiento, la idea es también salir a competir a otras localidades o con niños de otras escuelitas o clubes del ámbito local, pero no tenemos juegos de camisetas, hay gente que está colaborando con nosotros, donando elementos y nosotros hacemos todo lo que podemos para reunir fondos, también estamos abiertos a la comunidad, a quienes quieran colaborar, cualquier aporte, por más mínimo que sea a nosotros nos ayuda mucho porque es en favor de los niños”.
Cada miércoles y viernes cuando el reloj marca la hora 18:00 llega el pitazo final del entrenador indicando que el partido terminó y que el entrenamiento diario llegó a su fin, dando paso al tercer tiempo, la copa de leche, una de las grandes motivaciones y complementos de cada jornada y que es posible mediante el trabajo continuo del foro vecinal de seguridad y la colaboración de muchas personas e instituciones que colaboran con esta causa.
