El Instituto Esperanza de educación especial y rehabilitación N° 0913 cumplió 31 años

El Instituto enseñanza especial Esperanza de Puerto Iguazú es un centro educativo del sector privado de ámbito urbano, con estado activo que actualmente cuenta con más de 100 alumnos desde los 3 años. Este Instituto que nació gracias a la lucha incansable de una madre que se unió a un grupo de padres de niños con discapacidad para gestionar y lograr contar con enseñanza para sus hijos. El miércoles cumplió 31 años de servicio a la comunidad de forma gratuita.

Para celebrarlo desde el Instituto, homenajearon a Antonia Soto a través de un posteo en las redes sociales donde detallaron como nació el establecimiento escolar que día a día lucha por mejorar y brindar herramientas a las familias y alumnos que concurren para alcanzar una mejor calidad de vida. Recientemente dictaron una charla sobre salud sexual.

El escrito colmado de emoción cuenta la historia de Antonia Soto una madre de Iguazú, a la que Dios le envió un niño con Síndrome de Down, al que llamo José el 23 de julio de 1989. La mujer comenzó a luchar para que José tuviera una oportunidad en la sociedad. Fue así que comenzó a llevarlo todos los días a una Escuela Especial en Foz de Iguazú ya que en nuestra localidad no había escuela especial.

“Allá por el año 1991 Antonia y un grupo de padres unidos por la discapacidad de sus hijos, forman una asociación con la finalidad de crear una escuela. Primera entidad en Iguazú que se ocupó de atender las necesidades de estos niños, que desafiando al futuro, comenzó casi en silencio, su labor educativa” indicaron en el posteo.

El inicio de la institución se concretó cuando el Instituto fue reconocido por el SPEPM (Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones) y lleva el nombre de Instituto Esperanza 0913 de Educación Especial y Rehabilitación, siendo su fundadora la Señora Antonia Soto.

“Nuestros niños reciben una educación gratuita porque siempre priorizamos sus derechos a una opción educativa, porque además creemos que la educación es una inversión; por eso las condiciones económicas de la gran mayoría no fue para nosotros un impedimento para sobrellevar el funcionamiento de una escuela cuyos recursos siempre hemos encontrado en la solidaridad de nuestra comunidad”.

“En ese camino están aquellos ángeles que nunca olvidaremos y sabemos que nos cuidan y nos dan fuerzas. Walter, Ramonita, Elisandro, Maria del Sol, Willi, Luz Melani, Ana y Denis.”

Desde hace 31 años esta escuela sigue de pie en pos de la integración y la inclusión. El año pasado luego de muchas gestiones celebro obtener el título de propiedad de la tierra que ocupan y han trabajado para lograr mejorar sus instalaciones. Este Instituto cuenta con varios colaboradores que ayudan para que la institución permanezca en pie, brindado amor, contención y enseñanza a sus alumnos.