Detalles de la carta de la presunta homicida del municipal

Caso Chemes: “Yo sola maté a mi papá, nadie más es responsable de lo que pasó”

Milagros Chemes (21) se adjudicó la autoría exclusiva del hecho. “Acusa al padre de algo muy grave, una cuestión que se prolongó por varios años”, precisó el abogado Axel Demonari
martes 31 de mayo de 2022 | 5:30hs.
Caso Chemes: “Yo sola maté a mi papá, nadie más es responsable  de lo que pasó”
Caso Chemes: “Yo sola maté a mi papá, nadie más es responsable de lo que pasó”

Desde un primer momento su propia madre y varios hermanos desconfiaron de ella, pero la investigación policial no permitió involucrarla. Tuvieron que transcurrir poco más de dos meses para que las sospechas del entorno más cercano se confirmaran a partir de la confesión de la propia implicada.

El último martes, Milagros Chemes (21) fue detenida como sospechosa por el homicidio de su propio padre, Juan Ángel Chemes (73), hecho por que también está imputado Julio Alberto De Jesús Chemes (32), otro hijo de la víctima.

Ese día la chica se contactó con Axel Nahuel Demonari, el abogado de su hermano detenido, para confesarle que ella mató a su papá y que Juan Alberto no tuvo nada que ver.

La confesión fue plasmada en una carta en la que Milagros relató sus motivos y hasta la forma en que degolló a su padre. Incluso mencionó que ella sola arrastró el cuerpo casi 50 metros porque está acostumbrada a hacer fuerza en la chacra.

“Yo sola maté a mi papá, nadie más es responsable de lo que pasó”, se cita en la misiva que sentó las bases para la detención de la joven.

El Territorio entrevistó a Demonari, quien por cuestiones del proceso se excusó de brindar todos los detalles de la carta, al tiempo que remarcó que “Milagros Chemes reconoció la autoría del hecho y que no hubo otras personas involucradas. Describió cómo fue el homicidio y los motivos que tuvo”.

El letrado mencionó que la presunta homicida “se veía muy perturbada y muy nerviosa, pero a la vez conforme con su decisión. Ella quería entregarse a la Policía”.

Recién en los próximos días la chica será citada a indagatoria y se prevé su evaluación psicológica para determinar si comprende la criminalidad de sus actos.

Oscuro secreto
Según confirmó Demonari, en los días previos a la confesión la justicia le quitó a Milagros Chemes la custodia de su hijo de 3 años a raíz de sucesivas denuncias por maltrato radicadas por otros integrantes de su familia.

“Esta situación, más la pena que siente por su hermano y el hecho de que su cuñada tuvo problemas de salud, ya que tiene un embarazo de alto riesgo y estuvo internada, hicieron que Milagros se decidiera a confesar”, remarcó el abogado.

Sobre las motivaciones de la presunta asesina, sin entrar en detalles puntuales para no entorpecer la instrucción de la causa, señaló que “acusa al padre de algo muy grave, una cuestión que se prolongó por varios años y la afectó mucho”.

“Por eso tomó esa decisión, producto de una mezcla de resentimiento y mucho dolor. Y tenía miedo de que su hijo se quede al cuidado del abuelo”, agregó.

Para el letrado, la confesión de la chica allanaría el camino para el sobreseimiento de su cliente, aunque para ello restan varias instancias.

En tal sentido, mencionó que “desde el primer momento sostuvimos la inocencia de mi cliente. Él y su señora siempre se mostraron colaboradores. Él pidió declarar y en las requisas la señora siempre se mostró muy colaboradora. Él sostiene su inocencia y esta carta viene a respaldar sus dichos. Esperemos que la Justicia pueda esclarecer pronto el hecho”.

Y agregó: “Esperemos que la Justicia y la Policía actúen rápido en cuanto a la indagatoria de la chica como en la pericia de la nota y el necesario examen psicológico para determinar si comprende lo que manifestó. En principio siguen los dos imputados”.

El hijo declaró
Juan Ángel Chemes fue asesinado el pasado 18 de marzo cuando se dirigía a su trabajo en el Jardín de los Pájaros de Oberá.

Según el expediente, alrededor de las 5.15 la víctima salió de su casa y a los pocos metros fue sorprendido por el o los asesinos. Se presume fue abordado por la espalda y luego fue arrastrado unos 50 metros hacia una zona de malezas, donde horas más tarde hallaron su cadáver casi degollado.

Su hijo Juan Alberto De Jesús fue acusado por sus propios familiares a partir de las constantes discusiones que tenía con su padre, a quien incluso amenazó de muerte.

En un primer momento el sospechoso contó con la asistencia de un defensor oficial y se abstuvo de declarar, pero luego requirió de los servicios de Demonari y pidió contar su versión ante el Juzgado de Instrucción Uno, lo que concretó el pasado 10 de mayo.

Aseguró que el día del homicidio de su papá se levantó a las 6 y a las 7 tomó el colectivo que lo llevó hasta el centro de Oberá. Negó haber matado a su padre.

“Cuando voy a laburar tengo la costumbre de levantarme a las 4.40, aproximadamente. Ese día me levanté a esa hora y fui al baño. No andaba bien de la cintura ya que el día anterior habíamos cargado hormigón, hicimos unos pisos y nos quedamos hasta muy tarde, hasta las 9, 10 de la noche. Le dije a mi señora que no iba ir a laburar en el colectivo de la 6, sino con el de las 7”, comenzó diciendo en la indagatoria.

Contó que despertó a su hijo de 9 años para que le pida a su abuela una pomada para la cintura de su papá. Luego de ponerse la pomada volvió a acostarse.

“Antes le dije a mi hermana que le mande un mensaje a mi patrón para que le avise que no iba a laburar ese día”, agregó y mencionó que él no tenía celular.

Coartada a medias
Chemes declaró que cambié el despertador para las 6 y a las 7 tomó el colectivo para dirigirse a la casa de su patrón, un contratista de construcción.

Aseguró que alrededor de las 7.15 llegó a destino, en cercanías del Colegio Nacional. Habló con el patrón, quien luego salió para buscar su paga por la semana trabajada.

También nombró que vio y habló con el hijo y la esposa del contratista, como así también con un vendedor de la ex terminal de ómnibus.

Cerca del mediodía hizo unas compras en un supermercado del centro y volvió a su casa, donde vio los móviles de la Policía y lo arrestaron.

Si bien se preocupó por mencionar que esa mañana varias personas lo vieron en el centro, lo cierto es que el suceso por el que lo imputan sucedió de madrugada, antes de las 7 cuando tomó el colectivo.

Consultado al respecto, reconoció que tenía problemas con el padre y que hacía varios meses que no hablaban. Argumentó que los problemas eran por “chismerío” de los hermanos. Sobre la denuncia previa por amenazas de muerte a su padre con un machete, argumentó que el día de aquel suceso volvió de buscar abono del monte para las plantas de su señora. Llevaba un machete y una pala.

“Mi vieja estaba llorando y me dijo fíjate que tus hermanas están peleando, y la que tenía el machete era Ángela”, indicó.

En el final de la indagatoria le preguntaron si podía explicar por qué su propia madre y hermanos lo acusan, a los que respondió breve: “Si le digo le miento, ni idea”.

 

Quemó el bolso del padre

Juan Ángel Chemes era un hombre activo y fuerte, acostumbrado tareas físicas, ya que durante 30 años trabajó en un frigorífico. Todos los días se levantaba a las 3.30 para alimentar a sus vacas, cerdos y gallinas.

Luego se iba a trabajar y acostumbraba llevar un cuchillo que usaba para cortar fruta y carne que les daba a los animales del Jardín de los Pájaros, donde se desempeñaba como empleado municipal.

En este contexto, desde un primer momento los investigadores barajaron la hipótesis de la participación de más personas, ya sea en el hecho en sí como en la planificación del mismo.

Tampoco es menor el dato que sus hijos ahora detenidos residían en la misma chacra que su padre y estaban al tanto de sus movimientos. Ambos tenían mala relación con la víctima por la manera en que criaban a sus propios hijos, según declararon otros familiares.

La autopsia precisó que Chemes murió a consecuencia de una herida cortante profunda a la altura del cuello, lo que derivó en un shock hipovolémico, es decir una grave hemorragia.También presentaba golpes y excoriaciones en diferentes partes del cuerpo, lo que marca el ensañamiento del o los agresores.

Más allá de los problemas previos con sus hijos, no se descara que el móvil haya sido el robo ya que al momento del hecho la víctima llevaba alrededor de 70 mil pesos en efectivo, según su esposa.

Parte del dinero estaba destinada para un préstamo a un amigo y el resto era para pagar una cuenta.

Al respecto, en la carta de la confesión Milagros Chemes dijo que su padre no llevaba tanto dinero, tras lo cual aseguró que quemó el bolso con las pertenencias de su padre.

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