Viven a metros del Acuífero Guaraní y no tienen acceso a la red de agua potable

Vecinos del barrio Kilómetro 11 de Oberá se manifestaron esta mañana en reclamo por el acceso a la red de agua potable, un pedido varias veces reiterado por más de cien familias del lugar que se halla justo en el límite con el municipio de Campo Ramón.

La paradoja del caso es que por el mismo asentamiento pasa el acueducto troncal Norte que desembocará en la nueva cisterna ubicada en el predio donde se halla la perforación al Acuífero Guaraní (uno de los mayores reservorios de agua dulce del mundo), recurso que permitirá reforzar la provisión del vital líquido en diferentes barrios obereños, aunque el proyecto no contemplaría al Kilómetro 11.

En ese contexto y con la intención de que los incluyan, desde hace varios meses los vecinos vienen presentando notas ante la Municipalidad, la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) y la Defensoría del Pueblo, pero hasta el momento no obtuvieron respuestas favorables.

"No queremos que nos regalen el agua. Pedimos que incorporen a nuestro barrio en la red porque desde hace 30 años dependemos de la asistencia de los camiones aguateros que vienen una vez por semana, pero con estos calores no alcanza. Para colmo, están ampliando el acueducto y los caños pasan frente a nuestras casas, pero ninguna gota de agua será para nosotros. Parece una burla", lamentó una vecina. 

Y agregó: "Estamos indignados porque nos discriminan. El intendente se tira la pelotita con la Celo y viceversa. Queremos una solución o la próxima medida será impedir que sigan con el acueducto".

La Escuela 633 aparece como la principal referencia de la zona, pero se halla del lado de Campo Ramón, parte de cuyos habitantes cuentan con acceso a una red que se abastece de una perforación. Pero cruzando la calle, ya jurisdicción de Oberá, ninguna familia cuenta con el servicio.

"La Municipalidad trae agua una vez por semana y cuando llamamos a Obras Públicas para pedir más nos cortan el teléfono", lamentaron.

En el lugar las carencias saltan a la vista, al punto que muchas familias tampoco cuentan con electricidad, mientras que la recolección de residuos depende de Campo Ramón.

En tanto, los vecinos del lado obereño anticiparon que el jueves, a las 7, volverán a movilizarse y no descartaron extremar las medidas de fuerza para hacer escuchar su pedido.