El humedal del arroyo Urugua-í

En 1971, en la ciudad asiática de Ramsar -situada a orillas del mar Caspio- se realizó la Convención sobre los Humedales. Allí se documenta la importancia que tienen para el escurrimiento natural de las aguas de lluvia y su relevancia especial para el ecosistema donde estén inmersos. Así, el 2 de febrero de ese año se firmó el Convenio de Ramsar en el que se reconoció el rol clave que tienen los humedales en las comunidades para que ellas puedan alcanzar un desarrollo sostenible. 

Hacia 2011, 160 países ya adherían a este convenio, incluida la Argentina.

El conjunto de humedales, que tienen una importancia indudable para todo el planeta, es conocido como la lista de sitios Ramsar, en honor a aquella ciudad iraní. Argentina actualmente cuenta con 23 y se trata de enclaves elegidos según estrictos criterios y normativas internacionales. La autoridad argentina que administra los sitios Ramsar es el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, actualmente encabezado por el licenciado Juan Cabandié.

Durante la mañana del martes, el gobierno de Misiones presentó al humedal en la cuenca del arroyo Urugua-í, en el norte de nuestra provincia, como candidato para ser incorporados como un nuevo sitio Ramsar en el mundo.

Este humedal se extiende en una superficie de 200.000 hectáreas, cruza la Tierra Colorada de oeste a este y abarca las comunas de Bernardo de Irigoyen, Comandante Andresito, Puerto Libertad, San Antonio y Wanda. En su parte mas alta encontramos el Parque Nacional Urugua-í y en su tramo final, la represa del mismo nombre. Acompañaron la presentación de la propuesta la doctora Natalia Gabriela Jauri, en la vicepresidencia de la Administración de Parques Nacionales.

Según estimaciones publicadas por el ministerio nacional, considerando la dimensión ambiental como pieza indispensable para el crecimiento económico de cualquier país, se pudo establecer que los beneficios generados por una hectárea de humedal cuantificados económicamente se estiman en 180.927 dólares por año.

De esta manera, se puede certificar legítimamente que los servicios ambientales que ofrece el humedal del arroyo Urugua-í están valuados en un monto de 36.000 millones de dólares al año, pero ese número está muy lejos de ser el que el mercado está dispuesto a pagar.

En el mercado voluntario de carbono, los autores Ian Parry y Vitor Gaspar estiman que los certificados tienen un precio de 75 dólares por la tonelada de carbono emitida. Según estudios de Naciones Unidas, justamente son esos 1.000 kilos de carbono los que puede secuestrar al año un bosque nativo. Con una ecuación sencilla, podemos estimar que el valor de los certificados de emisión responsable del humedal del arroyo Urugua-í pueden generar transacciones por 15 millones de dolares por año, de ingresos legítimos para nuestra provincia.

Ademas de traccionar y propiciar el desarrollo local, ya que los sitios Ramsar están entre los destinos más buscados para actividades de turismo aventura y ecoturismo, esta declaración, de lograrse, generará para Misiones un reconocimiento internacional del valor ambiental y social de su humedal, propiciando el desarrollo de proyectos de conservación y manejo sustentable de la cuenca, y un gran potencial de flujo de fondos internacionales hacia los municipios participantes.

En conclusión, la cooperación y el intercambio entre los actores locales por cuidar nuestros montes nativos puede ser un ejemplo para el mundo, si Misiones logra certificar en el mundo que cuenta con uno de los humedales mas importantes de nuestro planeta. El camino es la naturaleza, algunos ya dicen que la naturaleza es el nuevo lujo, sobre todo después de haber comprendido lo que es para cualquiera de nosotros pasar una cuarentena encerrados en un departamento, por más en el centro que esté. Es hora de que las empresas que contaminan empiecen a pagarles aquellos que -con tecnología y ciencia- limpian el desastre.