En San Javier funcionó la primera escuela de frontera de Misiones

La historia de San Javier preserva hasta hoy instituciones de gran importancia como lo es la escuela de frontera 603 ‘Onésimo Leguizamón’, de jornada completa. Dicho establecimiento educativo fue fundado el 2 de octubre de 1882 y fue la primera escuela de frontera de Misiones. Por su aulas pasaron muchas generaciones de la población local y se convirtió en un ícono en la localidad.
Al respecto del antiguo edificio y la actual estructura como parte de su historia, Ernesto Cubilla, historiador que recopila datos y documentación de San Javier para conservar de esa manera la memoria de la zona, dijo a El Territorio: “Yo viví muchos años en la localidad. San Javier es un pueblo jesuítico muy marcado por el Cerro Monje, el Ingenio Azucarero y el río Uruguay, esas cosas lo definen, estando allí me di cuenta de que era necesario armar su historia. Era poco el material encontrado, para mi objetivo había que reunir documentación, pero también relatos de los vecinos”, explicó.

“San Javier tiene tanto para contar, allí se creó la primera escuela de frontera de la provincia que antiguamente llevaba el número 33, hoy 603, y también la primera dependencia policial. Ambas instituciones conservan sus edificios en el mismo terreno donde originalmente fueron edificadas. Con el tiempo y debido al deterioro causado por el paso de los años, la dependencia policial tuvo que ser restaurada, inicialmente era de madera y ya nada queda de esa edificación”.
“El 27 de junio de 1937 se inauguró el nuevo edificio, ya como comisaría de la localidad, restaurado con el tiempo”, indicó y adjuntó documentos que avalan los datos obtenidos.

Corría el año 1856 y la administración del territorio de Misiones recaía sobre las autoridades correntinas, quienes ante las constantes situaciones de inseguridad y constantes robos de los recursos naturales de la región ven la necesidad de crear la Jefatura Militar en Misiones para la Policía y Protección de los Yerbales (8 de mayo de 1856). Esta entidad estaría a cargo del sargento Lino Martínez, que junto a sus subordinados y después de días de cabalgar se instalaría en el paraje San Javier.

La principal tarea que llevarían adelante Martínez y sus hombres iba más allá de lo estrictamente policial, ya que lo administrativo e incluso impositivo recaía entre sus funciones.

Las recorridas se hacían a caballo y buscaban proteger los yerbales naturales que permanentemente eran saqueados por cuadrillas hombres provenientes del Brasil.
“Para el caso la Comisaría de San Javier encontramos una descripción realizada en 1918 (Manzana 94 solar C, según la mensura realizada por Queirel) por el personal de la Ayudantía Marítima a pedido del Ministerio de Agricultura y la Dirección de Tierras. En este relevamiento quedó descripta la comisaría de ese entonces”.
“Este solar se encuentra ocupado por la comisaría y todas las mejoras realizadas (en el terreno) le pertenece. Una casa de 9 por 4 metros, techo de paja dividida en dos habitaciones. Un cuarto de estanteo de 3 por 4 metros con techo de paja con puerta de barrotes (calabozo). Una letrina de techo de paja de 1,50 por 1,50 metros”, dice el texto.

“Estas construcciones han sido levantadas hace varios años y su valor asciende a 300 pesos.Existe además un pozo de siete metros de profundidad con agua buena, calzado con brocal de ladrillos.Se encuentra totalmente cercado en sus cuatro lados con cuatro hilos lisos y postes de ley.Este solar se encuentra reservado con fines de utilidad pública desde el año 1914”.

“Será a mediados de la década del 30 cuando quedará inaugurado el actual edificio que conocemos hoy, proyectado por el destacado arquitecto Alejandro Bustillo (existen varios edificios iguales en la provincia), que por aquella época diseñó edificios de comisarías y resguardos aduaneros, entre otros. Muchos de ellos se mantienen en pie en excelentes condiciones, como el caso de la Comisaría de San Javier, y forman parte del patrimonio en uso de distintos pueblos y ciudades de la provincia”