Carlomagno brilló y le dio una presea de plata en natación a la Argentina
El nadador argentino Pipo Carlomagno ganó ayer la medalla de plata en la prueba masculina de 100 metros espalda (S7) de los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, al obtener un tiempo de 1m08s83/100 en la final de la que participaron otros dos compatriotas, Iñaki Basiloff y Lucas Poggi.
Carlomagno, de 28 años, llegó 0,69 segundos después del ucraniano Andrii Trusov, que conquistó el oro paralímpico con un nuevo récord mundial (1m08s14/100). El tercer puesto quedó en poder del israelí Mark Malyar (1m10s08/100).
El rosarino repitió la conquista de su compatriota Guillermo Marlo en Atenas 2004 y logró hasta el momento el mejor resultado de la delegación argentina en Tokio 2020, que sumó su tercer medalla.
Las otras dos fueron de bronce, aportadas por el atletismo: la entrerriana Antonella Ruiz Díaz en lanzamiento de bala (F41) y la rosarina Yanina Martínez en los 200 metros (T36).
Carlomagno, campeón parapanamericano de la especialidad en Toronto 2015, avanzó a la final tras ganar su serie clasificatoria con un tiempo de 1m09s12/100, que rompió el récord paralímpico del británico Jonathan Fox (1m09s86/100) establecido en 2012.
Los otros dos argentinos participantes de la definición se llevaron un diploma paralímpico: Basiloff fue séptimo con 1m15s y Poggi, octavo con 1m15.22/100. El mismo mérito logró el zarateño Hernán Barreto, que fue sexto en la final masculina de los 100 metros de atletismo (T35) con un registro de 12.59 segundos, el mejor de su carrera.
En tenis adaptado, el cordobés Gustavo “Lobito” Fernández se clasificó a los cuartos de final con victoria sobre el belga Jef Vandorpe por 6-2 y 6-1.
