Comidas, plantas, artesanías, son algunas de las áreas que empezaron a incursionarse

Emprendieron en pandemia y sostienen hoy el desafío de seguir creciendo

La cuarentena obligatoria obligó a muchos trabajadores a repensar opciones para generar ingresos. Muchos de ellos continúan desarrollándose en nuevos rubros
domingo 25 de julio de 2021 | 6:04hs.
Emprendieron en pandemia y sostienen hoy el desafío de seguir creciendo
Emprendieron en pandemia y sostienen hoy el desafío de seguir creciendo

Los emprendedores fueron sin dudas los protagonistas de la recuperación económica en medio de la pandemia de Covid-19. Es que la cuarentena obligatoria estricta del año pasado motivó que muchos deban recurrir a alternativas para salir adelante, al no poder seguir trabajando con normalidad.

Actividades que fueron paralizadas en su totalidad, industrias en pausa y sectores productivos a la expectativa, dejaron como saldo una alteración en la economía que de a poco se fue tratando de reactivar. En esa oleada, salieron a la superficie ideas de todo tipo, plasmadas de creatividad y riesgo, pero con las ganas de seguir intentándolo.

Y aunque varios emprendimientos estuvieron activos solamente durante la parte más difícil de la cuarentena, otros aún siguen estando en pie y con excelentes expectativas de crecimiento. Es que la pandemia significó además una oportunidad para la apertura de nuevos negocios y emprendimientos entre quienes debieron buscar alternativas para generar ingresos a la familia, o bien para quienes nunca antes se habían animado a emprender y encontraron en la cuarentena una oportunidad de probar.

Bendito chocolate
La pandemia sacó lo mejor y lo peor de la sociedad, ha dejado a muchas personas sin ingresos, que debieron reinventarse y que encontraron en la pandemia la oportunidad de hacer cosas que muchas veces no sabían que se transformarían en un negocio familiar.

Bendito Chocolate nació en pandemia; si bien Rebecca Penayo junto a su esposo desde el 2015 realizaban huevos de pascua para tener un ingreso extra, encontraron el sustento ofreciendo bombones, barras de chocolates, chocomensajes entre otras opciones durante la pandemia. Hoy se encuentran dentro de programa nacional Empleo Independiente para obtener fondos y poder comprar más herramientas para trabajar.

“Yo trabajaba en el hotel Crucero que fue el primero en cerrar, me quedé sin trabajo y con la indemnización que no fue mucho, aprovechamos para comprar materiales y apostamos en la venta de huevos de pascua, nos fue bien. Entonces nos abocamos a la fabricación de bombones todo a prueba y error, hoy contamos con una gran variedad de chocolates e incluso tenemos chocolates sin azúcar para que las personas diabéticas puedan darse un gustito”, contó Rebecca Penayo.

La pareja trabaja desde su casa en una habitación que fue ambientada para trabajar con chocolate. “Tuve la oportunidad de tomar un curso de chocolate en un instituto gastronómico, ahí aprendí técnicas que las aplicaba en los huevos de pascua, pero para comenzar con la bombonería nos capacitamos a distancia para mejorar la calidad de nuestros productos. Incluso ya no inscribimos en un curso de chocolatier”, recalcó.

El inconveniente más importante con el que se encuentran son las altas temperaturas; es por ello que el mayor costo que deben afrontar es el uso del aire acondicionado: “El chocolate es difícil de trabajarlo con las temperaturas de Iguazú, incluso la mayor odisea que enfrentamos hasta ahora fueron el día de los enamorados y las Pascuas de este año, teníamos muchos pedidos y logramos hacer todo, pero la boleta de energía eléctrica se incrementó porque no podíamos apagar el aire en todo el día porque perdíamos producción”.

Penayo señaló que aún el negocio familiar no deja grandes ganancias, pero logran sobrevivir, “las fechas de mejores ventas hasta ahora fueron, el día de los enamorados y Pascuas de este año que vendimos casi 1.000 huevos y casi 1.400 chupetines de chocolate. Actualmente nuestros ingresos se basan en las ventas en las ferias o con el Choco Mensaje de “feliz Cumpleaños” “feliz día”, esto es muy práctico y siempre tenemos mensajes hechos ya que mucha gente se olvida de los cumpleaños y opta por un chocomensaje de último momento y esa es nuestra venta diaria”.

Respecto de los productos, Penayo manifestó que con la pandemia y cierre de la frontera se vieron obligados a probar el chocolate argentino y fue ahí cuando nació el Blend de chocolates de Bendito. “Preparamos nuestra propia mezcla de chocolates, es decir que nuestros bombones tienen su propia identidad, por supuesto que si nos piden bombones de un tipo de chocolate lo hacemos como quiere el cliente, pero nuestro blend es muy pedido por los clientes”, remató.

Bendito Chocolate participa en todas las ferias artesanales y se pueden adquirir los productos por las redes sociales, es por ello que debido a las restricciones trabajaron con medios de pago virtuales y delivery para aquellas personas que tienen parientes y amigos en Iguazú que quieren agasajarlos estando en otra ciudad.

Más que un ingreso económico
Ana Rodríguez (30) es oriunda de Jardín América y estudia farmacia en Posadas. A ella le faltaba poco como para recibirse, cuando llegó la pandemia y no pudo continuar rindiendo los finales que le faltaban. “A mí me faltaban cursar algunas materias, rendir los finales y presentar mi tesis, como llegó la pandemia no pude continuar y estuve medio año en Posadas viviendo sola sin hacer algo”, expresó.

A raíz de eso, cayó en un estado depresivo, por lo que tuvo que asistir a un psicólogo hasta que pudo volver a su ciudad de origen. “Volví a Jardín América a mediados del año pasado y cursaba virtualmente. Vi que en mi casa había mesas de pino sin tratar y se me ocurrió pintarlas”.

Fue así que arrancó con su emprendimiento. “Hice un taller de puntillismo dictado por Cristina Portillo y aprendí esa técnica para darle otro motivo a las pinturas que yo hacía”, expresó. Fue así que en enero de este año arrancó con su nueva propuesta, donde no solamente descubrió un nuevo talento, sino también la ayudó a salir de los momentos difíciles.

“Fue muy importante para mí y mis padres me ayudaron con la venta, incluso mi papá fue el primero que compró una mesita que yo restauré y mi mamá es la que más ofrece por las redes sociales”, dijo Ana y agregó: “Si bien ha estaba mejor anímicamente, esto me llenó de alegría e hizo que me sienta útil”.

“Si bien inicié con mesitas y banquitos, ahora incorporé espejos y el motivo de los diseños es principalmente mandalas, esto no quiere decir que me enfoque sólo en eso, sino que siempre estoy abierta a recibir ideas, los clientes piden diseños en motivos distintos, por lo que esto genera una inspiración a crear cosas nuevas”, dijo. Ya con su proyecto de ventas, Ana comentó contenta que productos que ella misma hizo ya llegaron a Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Puerto Madryn.

Actualmente, entre semana Ana se radica en la capital de la tierra colorada y los fines de semana que puede volver, regresa con entusiasmo a su casa. “En Posadas estudio por la mañana, por lo que el puntillismo lo tomo como una actividad de relajamiento, durante el día me dedico a la facultad y por la noche mientras miro TV sigo con la iniciativa que empecé a comienzo de año”, concluyó.

Con la información de corresponsalías Puerto Iguazú y Jardín América

 

Empezó como un hobby y se convirtió en un nuevo ingreso

Ana encontró un aliado en el puntillismo. Foto: Esteban González
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