Héctor Gonzalo Rodríguez fue asesinado el 24 de abril en el barrio Evita

Acusado del homicidio de Villa Bonita declaró que actuó en defensa propia

Santiago Rafael L. aseguró que se defendió del ataque de Rodríguez y su primo. Incluso, estuvo internado por las lesiones que sufrió. La defensa insiste en la legítima defensa
domingo 04 de julio de 2021 | 6:03hs.
Acusado del homicidio de Villa Bonita declaró que actuó en defensa propia
Acusado del homicidio de Villa Bonita declaró que actuó en defensa propia

En la madrugada del pasado 24 de abril, Héctor Gonzalo Rodríguez (17) fue ultimado de una puñalada en el pecho por Santiago Rafael L. (19), con quien la víctima protagonizó una gresca de la cual también participó Alberto Omar U. (20), primo del menor fallecido.

El hecho se registró en una calle del barrio Evita de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón.

La violencia del caso quedó plasmada en las lesiones que padecieron los dos sobrevivientes, los cuales permanecieron varios días internados en el hospital Samic de Oberá.  

Si bien desde un primer momento quedó establecido que Santiago Rafael L. apuñaló a Rodríguez, al prestar declaración indagatoria el implicado contó su versión de los hechos y aseguró que se defendió del ataque de Rodríguez y su primo.

Aseguró que en plena madrugada ambos llegaron hasta su casa armados con machetes y lograron herirlo con un corte en la cabeza y otro en un brazo, lesiones que demandaron varios puntos de sutura.

“Me salvé de milagro porque me pegaron un machetazo en la cabeza”, precisó en sede judicial. Al respecto, la herida en el cuero cabelludo requirió ocho puntos.

En ese contexto, desde la defensa del imputado consideran que habría elementos para el cambio de carátula de homicidio a homicidio en legítima defensa.

En la continuidad de la causa, la semana pasada fueron citados cuatro testigos, de los cuales ninguno se presentó a las audiencias fijadas por el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.

Según trascendidos, extraoficialmente los testigos se habrían mostrado reticentes a declarar por temor a represalias. De todas formas, en los próximos días serán conducidos al juzgado por la fuerza pública.

Serio antecedente

Más allá de su versión de los hechos, tampoco es la primera vez que el nombre de  Santiago Rafael L. aparece en un expediente judicial por homicidio. Precisamente, en febrero de 2018 el joven (entonces de 16 años) fue detenido por el asesinato de Aníbal Dos Santos (41), quien agonizó una semana en el hospital Ramón Madariaga de Posadas debido a un traumatismo de cráneo que le costó la vida.

Todo comenzó el sábado 27 de enero del 2018 en la plaza central de Villa Bonita, ocasión en la que la víctima recibió un botellazo en la cabeza que le produjo una lesión irreversible que derivó en su deceso, registrado el 4 de febrero del mismo año.

Las pesquisas del caso determinaron que en un momento dado, tras un partido de fútbol, se produjo una gresca y Dos Santos fue impactado por una botella de cerveza que fue lanzada por Santiago Rafael L.

En primera instancia el acusado, que aún era menor de edad, se dio a la fuga con intenciones de cruzar al Brasil, donde tiene parientes. Pero dos días después fue detenido y puesto a disposición del Juzgado Correccional y de Menores de Oberá, órgano que dispuso que fuera entregado a sus progenitores para guarda y cuidado.

Pero días más tarde, tras el deceso de Dos Santos, el mismo juzgado ordenó su demora y al arribar al domicilio su madre le dijo a la Policía que el chico se había vuelto a escapar.

Fue así que se inició un intenso rastrillaje de la zona y se logró la recaptura del entonces  menor de edad.

Ante la consulta de este matutino, una fuente judicial recordó que Santiago Rafael L. fue imputado por homicidio preterintencional (involuntario), permaneció seis menes en el Correccional de Menores de Posas y luego recuperó la libertad.

Tiempo después fue procesado por el robo de una moto.

Baño de sangre

Con relación al homicidio de Rodríguez, los tres implicados eran vecinos en el barrio Evita.

Alrededor de las 3.10 del pasado sábado 24 de abril la comisaría local tomó conocimiento de una gresca con lesionados de arma blanca, por lo que una patrulla se dirigió al lugar y constató que la víctima se hallaba sin vida.

También constataron que otros dos jóvenes resultaron heridos de gravedad. Alberto Omar U. fue trasladado en ambulancia hacia el hospital Samic de Oberá, mientras que un particular acercó a Santiago Rafael L. al mismo centro asistencial.

En el lugar, personal de Criminalística de la Unidad Regional II incautó dos machetes y un cuchillo.

La médica policial en turno, Mariana Rippel certificó que el cadáver de Rodríguez “presenta herida penetrante de 3 centímetros de longitud en región torácica anterior, espacio intercostal izquierdo, sin signos vitales”.

El mismo sábado al mediodía el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial de Posadas para la autopsia de rigor.

Luego de ser dados de alta, ambos sobrevivientes fueron alojados en diferentes dependencias de la Unidad Regional II.

En sede judicial, Alberto Omar U. aseguró que él y su primo se defendieron. Luego recuperó la libertad.

En el mismo sentido declararon familiares de la víctima, como su tío Ricardo Miranda, quien aseguró que el acusado “ya mató a un hombre cuando era menor y en el barrio siempre anda haciendo problemas, la Policía sabe eso, pero dijeron que fue una pelea entre bandas y eso no es cierto”.  

Tragedia anunciada

Las circunstancias del deceso de Rodríguez generaron enorme pesar en Villa Bonita, una comunidad azolada por delitos contra la propiedad, el consumo de drogas y las constantes grescas, como se evidencia al revisar la crónica policial.

Pero además, según hicieron trascender varias voces, en la madrugada del 24 de abril la comisaría local fue alertada por una serie de incidentes en el barrio Evita, aunque la Policía no acudió al llamado.

El Territorio accedió a una serie de mensajes de Whatsapp que corroboran el requerimiento a la Policía, antes del deceso del menor. Incluso, en el grupo “Seguridad Villa Bonita” se dejó constancia de la inacción de la comisaría.

“Buenas noches. Disculpe que lo moleste, si puede enviar a unos agentes a barrio Evita por ruidos molestos de moto y música alta. Si vienen, no vengan con las luce encendidas, disculpe, no soy quien para decirle cómo hacer su trabajo pero estos pibes son unos hdp y ven luces o escuchan ruidos del móvil y desaparecen para el yerbal de Moiziuk. Desde ya muchas gracias”, escribió una vecina al Whatsapp de la comisaría, a las 0.47 del sábado.

Llamativamente, el mensaje fue respondido escuetamente a las 2.42: “Buenas noches señora, si mañana puede hacercarse (sic) a la comisaría para realizar una denuncia”. 

En este contexto, tras el fatal desenlace, la misma vecina se expresó en el grupo de seguridad: “Escribí al WhatsApp de la comisaría alertando por ruidos molestos de motocicleta y música muy alta. A lo que me contestaron realizar la denuncia en la dependencia, casi dos horas después”.

“A lo que voy y pienso, es que por la tardanza en responder no vinieron a ver ese alerta, siendo que tal vez se podría haber evitado esa muerte”, lamentó.


El dolor de la abuela

Elsa Miranda (61), la abuela paterna que crió al chico asesinado, contó que un día antes su nieto se acostó temprano porque el sábado quería viajar a Oberá para visitar a su mamá.

“Pero ya de madrugada vino el primo (Alberto Omar U.) para pedirle que le acompañe a la casa porque tenía miedo de cruzar por lo de Rafael L., porque siempre causa problemas. Mi nieto fue con el primo y por el camino el otro le salió con cuchillo. Es mentira que fue una pelea de bandas, como dijo la Policía”, detalló Miranda.

Y agregó: “Mi nieto tenía toda la vida por delante y le mataron por defender del otro al primo”.  

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