Afirman que la bajante de los ríos se potenciará en los próximos meses

Bañada por tres de los ríos más caudalosos del continente, el Paraná, el Uruguay y el Iguazú, y decenas de arroyos, parece irónico que en algunas zonas de Misiones haya faltante de agua. Pero el tema excede los límites provinciales y toda la región, desde la naciente del Paraná en Brasil hasta el Río de la Plata en Buenos Aires, vive una sequía histórica y en consecuencia los caudales de los ríos están en descenso.

“Estamos atravesando una bajante clasificada como extraordinaria porque está afectando a los principales ríos de la Cuenca del Plata, fundamentalmente a los ríos Paraná, Iguazú y Paraguay y en menor medida al Uruguay”, contó a El Territorio Juan Carlos Bertoni, ingeniero en Recursos Hídricos y presidente del Instituto Nacional del Agua (Ina), organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas de la Nación.

“Respecto al Paraná, que es lo que más le preocupa a Misiones, se puede decir que en toda la región del Brasil está ocurriendo una sequía que viene desde fines del 2019, se extendió todo el año pasado y este año se marcó aún más. Como resultado de toda esta sequía, en la alta cuenca del río Paraná hasta el límite con Argentina, tenemos disminución en los caudales y en los reservorios. Todo eso hace que tengamos como resultado una bajante muy importante”, explicó sobre el panorama que en el Sur provincial no se siente aún por la reserva de agua que produce el embalse de Yacyretá.

Sin embargo, en comunas como Puerto Iguazú y Puerto Esperanza ya empiezan a sentir el faltante y en los últimos días en la Ciudad de las Cataratas hubo distribución de agua con camiones de bomberos voluntarios.

Al Noreste, en Bernardo de Irigoyen, donde extraen agua del río Pepirí y pozos perforados, el cuadro es aún más complejo.

“Ya tomamos contacto con las provincias litoraleñas y el caso más grave es en Puerto Iguazú, donde son muy marcados los problemas que se están dando. Por eso dimos una serie de recomendaciones, la primera tiene que ver con el uso racional por parte de la población”, comentó Bertoni.

Además, señaló que están en diálogo para detectar qué otras localidades pueden tener problemas en sus tomas de agua y tratar, desde el Gobierno nacional, de asistir en aquellas comunas que necesiten hacer una adecuación de sus tomas de agua.

“Es un período en el que escasea el agua y nuestra población, a lo largo del Litoral argentino, en términos generales, dada la abundancia de agua, no está acostumbrada a cuidarla. Ahora eso hay que cambiar y utilizar el agua con mucho más cuidado”, afirmó sobre el cambio cultural que debe darse.

Por otro lado, proyectó un panorama no muy bueno en materia hidrológica. “La situación en las tomas de agua se puede complicar más a futuro, por eso nos venimos reuniendo con las provincias. De no revertirse la situación climática, la etapa más crítica se dará desde septiembre”, indicó.

En esa línea, el titular del Ina comentó que el río Iguazú, afluente del Paraná, “en términos generales está más húmedo y tiene capacidad de reacción más rápida que el Paraná y el Paraguay. Estos dos últimos tienen cuencas de mayor tamaño y una reacción más lenta. El Iguazú está más al Este y recibe más humedad del Atlántico y eso podría ayudar un poco a morigerar los problemas”.

Aguas abajo
En tanto, aguas abajo de la represa de Yacyretá la situación empeora y afecta no sólo al consumo humano sino también a la navegabilidad, por consecuencia, está generando un impacto en toda la zona agroproductora del país.

“En la ciudad de Rosario, por ejemplo, donde tenemos datos hidrológicos desde 1884, podemos confirmar que el año pasado correspondió a la sexta bajante más crítica de la historia registrada en el río Paraná. Este 2021 está siendo más extremo y es la segunda bajante más crítica de la historia. Por lo tanto, si reunimos la sexta con la segunda bajante más crítica, se ve la severidad y constituye el bieno más crítico registrado hasta la actualidad, eso da una idea de la severidad de la bajante”, dijo el especialista.

Incluso las barcazas que se ven navegando entre Misiones y Paraguay entran en dificultades cuando trasponen la represa: “La navegabilidad del río está afectada en la ruta oceánica hasta la zona de Rosario, allí el nivel de navegabilidad en el hidrómetro tiene que tener 2,40 metros y en este momento tenemos 0,40 centímetros. Eso da menor calado, por lo tanto los buques pueden cargar menos toneladas y eso genera un aumento del flete. Y pasa no sólo con los buques sino también con la ruta barcazera”.

En ese marco, amplió sobre cómo serán los próximos meses. “Brasil ya decretó la crisis hídrica hasta el 30 de noviembre, eso justifica que desde Argentina estemos preocupados, no sólo por la severidad, sino también por la duración de la bajante, que estimamos que se extenderá hasta avanzada la primavera”, precisó.

Por último se refirió a un tema muy polémico en la provincia y que genera voces encontradas por las consecuencias ambientales que produciría. Para él, una represa en el Paraná mitigaría estas situaciones de bajante.

“El problema más importante en Misiones en caso de bajante se da entre Itaipú y el embalse de Yacyretá, en ese tramo está pensado como un proyecto latente, construir Corpus, pero no el Corpus original sino una versión que sea ambientalmente sostenible, si tuviésemos esa presa tendríamos por un lado más producción de energía y no tendríamos los problemas actuales porque el embalse aseguraría un nivel de agua”, cerró.

Proteger los recursos hídricos De dónde sale el agua que tomamos