La historia de Fátima Grebinski

La pasión de abrirse caminos al volante y romper prejuicios

A los 17 años supo que su destino estaba en la ruta y arriba de un camión. A los 21 obtuvo su licencia profesional y así, el primer trabajo. Hoy disfruta su presente
domingo 14 de marzo de 2021 | 6:04hs.
La pasión de abrirse caminos al volante y romper prejuicios
La pasión de abrirse caminos al volante y romper prejuicios

La historia está cambiando. Todo aquello que estaba establecido dentro de una cultura patriarcal, hoy comienza a desmoronarse y las mujeres van conquistando espacios que comúnmente se consolidaban solamente por hombres.

Gracias a la ruptura de estos patrones, cada vez hay más mujeres al volante de camiones circulando por las rutas argentinas. Ellas eligen esta profesión que llevan a cabo con responsabilidad, compromiso y pasión, lanzándose a las rutas para transportar bienes esenciales para todos los argentinos.

Uno de estos casos es el de Fátima Grebinski (25), madre de un niño de 4 y otro de 1 año. Hace algunos años se convirtió en la segunda mujer camionera de la localidad de Garuhapé, labor que realiza con orgullo.

“Mi familia me ayuda con el cuidado de mis hijos, igual estoy pendiente de todo. Somos ocho hermanos: seis mujeres y dos varones. En la familia soy la única a la que le gusta el volante. Aprendí a manejar auto a los 13 años y a los 17 mediante un amigo que me invitó a un viaje y me dio el camión para que maneje, sentí una adrenalina que me hizo muy feliz”, relató la joven en diálogo con El Territorio.

Sus inicios

A los 21 años Fátima obtuvo su licencia de conducir profesional y esto le permitió trabajar en temporada de transporte de frutas en Río Negro, con un camión térmico. Luego hizo puerto en Buenos Aires con contenedores. Fueron los primeros pasos de una profesión que recién comenzaba, pero que ya la hacía alucinar.

“En esa época  me enamoré, dejé los camiones, tuve mi segundo bebé hace poco, me separé y volví al rubro”, contó.

Aunque la intención esté, muchas veces ganar terreno en estos espacios no resulta fácil para las mujeres, pero ellas se abren camino cueste lo que cueste.

“Estoy muy contenta que la empresa Trans M.J de Posadas me abrió sus puertas para formar parte de su flota, ya que se nos hace difícil conseguir trabajo por ser mujer en muchos casos, porque en nuestra zona no somos muchas las chicas que ves al mando de un camión”, precisó.

“Hoy estoy disfrutando de lo que realizo y espero poder dejar un mensaje para las mujeres: que no todo está perdido y si quieren algo que lo busquen hasta que se les dé”, expresó Fátima, quien actualmente realiza viajes de Misiones a Formosa.

Respecto del trato con sus colegas, aseguró que “mis compañeros y los otros camioneros me tratan muy bien, me re cuidan, tengo guardaespaldas las 24 horas. Siempre me baño en el peaje de Ituzaingó en excelentes instalaciones”.

En Argentina hay alrededor de 500 mujeres que se dedican a manejar camiones trasladando distintos tipos de productos.

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