Arroyo Las Antas, invita a una aventura espectacular en kayak

Mientras al salto se puede acceder por vía terrestre con automóvil, sumados a la movida de kayakismo, muchos locales se acercan a vivir una experiencia purificadora en la zona. Cada kilómetro alberga una grata sorpresa
sábado 13 de marzo de 2021 | 3:59hs.
Arroyo Las Antas,  invita a una aventura espectacular en kayak
Arroyo Las Antas, invita a una aventura espectacular en kayak

El arroyo Las Antas acompaña tímidamente un recorrido de la ruta provincial 16. La belleza y el encanto natural junto a lo que aún queda de fauna y flora, por tratarse de una zona que perdió una riqueza enorme en biodiversidad a consecuencia de la explotación de las tierras para la forestación, sorprende y maravilla a quienes aman aventurarse en kayak o ciclismo. El recorrido es ideal para pasar el día o sumar la alternativa a un fin de semana largo.

Cuando la pandemia del coronavirus limita los viajes a destinos lejanos a la localidad de San Pedro o la propia provincia, toman auge estas nuevas alternativas, como travesías en kayak o ciclismo aventura, opciones que nada tienen que envidiar a los reconocidos y habituales puntos turísticos. Es que permiten disfrutar las maravillas de la naturaleza, que están tan cerca pero parecieran, a veces, de otro mundo. Lugares que guardan historias y anécdotas emocionantes.

En los meses en que la nueva normalidad permitió la realización de actividades recreativas, las travesías en kayak sumaron adeptos. La actividad, que si bien exige esfuerzo, más cuando se trata de recorrer algún arroyo cuyo caudal sea de nivel medio en el índice de lo óptimo, puede ser realizada por personas de todas las edades y con poca experiencia.

En esta oportunidad una de las experiencias invita a conocer el arroyo Las Antas con kayak y una aventura repleta de sorpresas. La tranquilidad que genera el sonido del arroyo, que luego de una corredera recompensa al deportista con preciosos remansos, es casi mágica y la vivieron  unos sampedrinos que se adentraron partiendo desde el puente Las Antas para llegar hasta el imponente y misterioso salto del mismo nombre.

Lo bueno del trayecto, de unos 10 kilómetros de arroyo, es que permite el acompañamiento de un grupo de asistencia que llega hasta las distintas  paradas con vehículo, para conocer algunas construcciones de puentes sobre la ruta 16, llamativas y únicas en la zona. Es que la comunicación terrestre que conduce al Anta, desde San Pedro es la ruta provincial 16, que por años fue el principal camino para llegar a las localidades de Montecarlo y Eldorado donde los obrajeros y transportistas veían a animales silvestres como yaguaretés y antas.

Desde San Pedro hasta el puente  se recorren unos 60 kilómetros terrados de la mencionada arteria provincial. La largada es en el puente del arroyo, el primer tramo es de casi cuatro kilómetros, entre pequeñas correderas, cascadas y remansos, hasta llegar al puente de Tubos, una construcción llamativa por tratarse de una hilera de tubos que permanecen sobre el curso de agua. De lo que habrá sido la construcción total, queda la unión de dos tubos de concreto que miden un metro de ancho y tres de longitud, son tres hileras que ocupan el ancho del arroyo. 

El recorrido continúa por otros cinco kilómetros, donde el caudal acompaña y torna la actividad casi placentera, llegando hasta el impresionante puente Fosa. Este puente parece una vía de tren, pero no lo es, su estructura data de varias décadas, resistiendo a toneladas y toneladas de madera que lo atravesaron. Es que justamente, el hecho de que esté construido de esa manera, con las huellas de concreto y el centro de hierro, tiene que ver con la actividad maderera.

En este punto, los sampedrinos, hicieron una pausa para compartir el almuerzo y la formación de acantilados en uno de los márgenes del arroyo parecía estar preparado idealmente para tal fin. Con energías renovadas y la curiosidad que despiertan las construcciones del camino, sumado a cada especie de la flora y fauna que se hizo presente, todo esfuerzo ya fue recompensado, pero lo más magnífico es que quedan aún unos tres kilómetros de remada.

 Desde el puente Fosa se rema el tramo final que permite llegar al maravilloso salto de Las Antas, una caída de agua espectacular, como las que descubrimos en rincones perdidos de Misiones.Hay imponentes acantilados en ambos lados de sus márgenes, donde el caudal es de enorme profundidad. Por suerte, luego le sigue un remanso, para recuperar el aliento.

Sin duda un lugar digno de conocer, que se puede llegar por vía terrestre, con automóvil hasta pocos metros del espectáculo natural.

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