Coproducción misionera

‘Cosa e’ mandinga’, chamanismo, terror y flashback

Fabián Forte, director de la película que se estrenará este año, habló sobre cómo fue rodar en pandemia y de los prejuicios con el cine de género
sábado 20 de febrero de 2021 | 6:00hs.
‘Cosa e’ mandinga’, chamanismo, terror y flashback
‘Cosa e’ mandinga’, chamanismo, terror y flashback

Fabián Forte, director de Cosa e' mandinga, filme de terror cruzado por el chamanismo que se terminó de rodar con protocolos en Misiones a fines de 2020, en entrevista con Télam contó acerca del largometraje que se estrenará este año. Aseguró que si bien todavía “existe mucho prejuicio” con el cine de género (en este caso el terror o thriller), “el nicho se está abriendo y desde el Incaa le están dando más lugar”.

Y advirtió que no hay que ver sólo cine hollywoodense: “Hay que mirar películas de terror europeas y de otras latitudes para ver cómo se mueve el mercado en otros lugares, aunque es una tarea difícil”.

Rodada entre Buenos Aires y Misiones, el proyecto que alumbró Cosa e' mandinga comenzó a finales de 2014, como parte de una búsqueda inspirada en libros sobre chamanismo. A principios de 2015, de la mano de Javier Díaz como productor, presentaron el proyecto al Incaa y en noviembre de 2019 comenzaron a rodar en Buenos Aires.

Co-producido por Coruya cine y la misionera Montecine, el filme protagonizado por Germán de Silva, Lorena Vega, Moro Anghileri, Ezequiel Rodríguez y María Laura Cali cuenta la historia de Antonio Poyju, un poderoso chamán perteneciente a un linaje de sangre sagrada que vive en un hospital internado por su hija Helena, que perdió la fe de pequeña y desde entonces cuestionó las creencias y sabiduría.

¿Por qué decidiste contar una historia cruzada por el chamanismo?

Primero vino el interés personal y luego, cuando empecé a descubrir ese mundo tan fascinante, me pareció que tenía mucha salida para trabajar en una película de género. Acá no estamos abordándolo de una manera social, tipo documental, sino en el terreno de lo fantástico.

¿Cómo fue la experiencia de rodar en medio de una pandemia?

Grabamos de noviembre hasta mediados de diciembre (de 2019). Con la productora optamos por detener la película y volver en marzo para grabar las escenas en Misiones, donde tenemos la coproducción. Ingenuamente creíamos que íbamos a volver y grabar. Nos pasó lo que les pasó a todas las producciones nacionales que estuvieron paradas todo el año y recién pudieron retomar a fin de año. A finales de 2020 hicimos en Misiones todas las escenas de flashback, del pasado de los personajes, y fue con todos los protocolos de por medio.

¿Esos protocolos modificaron el guión que tenían previsto?

El 90% del equipo fue de Misiones y sólo viajamos algunos desde Buenos Aires. Además hicimos un casting allá para encontrar al Antonio joven y otros personajes. Tuvimos que resolverlo así porque los protocolos se iban modificando y cada provincia tenía el propio, cada 15 días charlábamos y teníamos nuevas instancias protocolares que, además, acrecientan el monto del presupuesto. Pero en las escenas concretamente no tuvimos limitaciones ni tuvimos que cambiar nada.

¿Qué expectativas te da el formato de estrenos vía streaming que se inauguró con la pandemia?

El consumo se va modificando año tras año, con el streaming, las plataformas, venimos de un camino largo. Mi primera película de género fue en 2002 y la estrené en el BAR en 2003, que existe hace más de 20 años. En estas dos décadas me han dicho “no sabía que en Argentina había películas de terror o el cine de género no me gusta o no me gusta el cine argentino”. Hay mucho prejuicio... El cine va a volver,  nos adaptaremos a las nuevas plataformas que llegan a más personas, pero el cine no va a morir.

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