Los detenidos por el crimen en A4 se abstuvieron de declarar

Los tres detenidos por el crimen de Yonatan Elías Báez (25) en el barrio A4 de Posadas fueron trasladados ayer al Juzgado de Instrucción Tres de Posadas, donde concretaron la audiencia indagatoria.

Según detallaron fuentes con acceso al expediente a El Territorio,  la audiencia se llevó a cabo  en horas de la siesta y todos los jóvenes se abstuvieron de declarar ante el juez Fernando Verón, que lleva adelante la instrucción.

Como viene informando este medio, son dos los acusados del crimen, Leonardo Andrés S. (23) y Aníbal Ramón S. (20), a quienes se les imputó el delito homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Al tercer implicado, en tanto, se lo acusa de encubrimiento, debido a que -dijeron investigadores- no fue colaborativo con la investigación de la Policía de Misiones, a pesar de que se supone que tenía conocimiento de la secuencia.

De todas formas, se espera que este joven siga el proceso en libertad. Su defensa considera que no hay elementos en su contra.

Como detalló este medio, Báez fue hallado sin vida en la vía pública por una vecina que pasaba por el lugar el lunes a las 3.30 de la madrugada.

Fuentes policiales dijeron que la víctima se encontraba en la manzana 207 “acostado boca arriba, con los brazos extendidos a sus costados, piernas extendidas y una encima de la otra. El mismo se halla vestido con un pullover gris con gorrita, pantalón jeans, bajo hasta las rodillas y calza zapatillas blancas”.

En la requisa los efectivos que intervinieron en la escena señalaron que notaron un orificio en sus prendas y un proyectil calibre 22 en cercanías del lugar, por lo que todo apuntó a que fue asesinado con un arma de fuego.

En horas de esa mañana fueron demorados tres jóvenes en averiguación del hecho, aunque fuentes de la investigación expresaron que no tendrían relación con el crimen, más allá que sí pudieron haber estado involucrados de alguna forma en la secuencia.

Finalmente, cerca de las 11, con la intervención de la Dirección de Homicidios de la Policía de Misiones, se logró dar con otros dos implicados identificados y ahora señalados como los principales sospechosos.

A ellos se llegó mediante testimoniales de vecinos del lugar y aportes de los demorados, pero más allá de las sospechas también  se incautó una motocicleta 110, un arma calibre 22 semiautomática con nueve cartuchos, prendas de vestir y tres casquillos también calibre 22.

Las pericias realizadas confirmaron que el arma secuestrada fue la utilizada para perpetrar el hecho, lo que complica aún más a los detenidos.

Siempre desde la información dada por fuentes confiables, se reconstruyó que minutos antes de conocerse el homicidio, tanto Báez como un amigo fueron caminando hasta una vivienda de A-4 con la supuesta intención de comprar estupefacientes. Pero en el camino, se toparon con Andrés y Aníbal, oriundos del barrio San Lorenzo, con quien tuvieron un cruce.

En ese contexto se habría originado una fuerte discusión entre los implicados.

No se saben los motivos de la disputa, pero algunos testigos afirman que Leonardo S. (23) y Aníbal S.(20) se fueron del lugar luego de ese enfrentamiento. Sin embargo, momentos más tarde volvieron a aparecer en moto y armados, circunstancia en la que se produjo el disparo que resultó con el desenlace fatal.

El crimen de Báez es el segundo hecho de sangre ocurrido este año en el barrio A4 en lo que va del 2020. La primera víctima fue Nahuel Claudio Romero (23), que fue ultimado con un arma blanca el 1 de julio.

El hecho también está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción Tres y ocurrió cerca del lugar, en la manzana 205, a plena luz del día. Según la familia, Nahuel “Huesito” Romero fue asesinado por defender a su hermana. El día del crimen ya se habían cruzado varias veces, ya que el sindicado asesino llegó a la casa de los Romero y tiró botellas, algo que confirmaron los vecinos.

Hernán Francisco D. O. (19), el acusado, sigue el proceso en libertad, aunque está impedido de acercarse a la víctima. Su defensa señaló que no hay riesgo de fuga ni entorpecimiento de la investigación que hay elementos en el expediente para sostener que se trató de un hecho de legítima defensa o exceso de ella.