Hizo los deberes

miércoles 21 de octubre de 2020 | 5:00hs.
Hizo los  deberes
Hizo los deberes

River cumplió con su misión: derrotó 3-0 a Liga de Quito en el estadio de Independiente y se adjudicó el grupo D de la Copa Libertadores. Rafael Santos Borré, Julián Álvarez y Jorge Carrascal, todos en el segundo tiempo, anotaron los goles en un partido que se le había complicado, sobre todo en la primera etapa.

Así, el Millonario aparecerá en el lote de los líderes de zona en el sorteo de los octavos de final que se desarrollará este viernes. Eso le garantizará un cruce ante uno de los escoltas y cerrar la serie como local. Además, como Boca ya ganó su grupo, evitó un choque ante el Xeneize, al menos en esta primera instancia de eliminación directa.

River salió al campo de juego con el apetito habitual e impulsado por la idea de imponer condiciones. Liga opuso a la presión alta una disposición ordenada, aguardando en propio campo. Pero una vez que la recuperó, apostó a defenderse con la pelota. O, en otras ocasiones, a salir rápido, con la proyección de Perlaza y la habilidad de Julio, suelto, como amenazas.

A los 8’, un centro del lateral derecho visitante encontró solo a Muñoz, que desvió su remate por arriba del travesaño. Y a los 12’, un remate del argentino Piovi requirió la atajada de Armani. Dos señales de alerta para el Millonario, que se vio perjudicado por el golpe que sufrió Nacho Fernández casi en el inicio (chocó con el citado Muñoz).

Liga se reveló como el rival de cuidado que River preveía, más allá de la ventaja que le ofrece la altura en Quito.

Pero, con espacio, de contra, los de Núñez inquietaron a fondo, con Matías Suárez como bandera. A los 32’, el ex Belgrano desbordó (con caño incluido) por derecha y reventó el travesaño. A los 35’, otra vez estuvo a punto de abrir el marcador: corrió con campo por derecha, enganchó y, cuando abrió el botín para darle efecto de zurda a su intento, el remate se le fue ancho. Y a los 41’, salió de la marca con un taco y asistió a Borré, quien mano a mano definió por arriba del larguero.

Pueba del gran tiempo de la primera parte, los ecuatorianos pudieron marcharse al vestuario en ventaja: a los 44’, Quintero, de frente al arco, remató rasante y desviado.

Gallardo se vio obligado a hacer un cambio en el entretiempo: aquel golpe en el inicio de Nacho Fernández lo sacó del partido. En su lugar ingresó Santiago Sosa, volante central clásico. Y la apuesta le salió bien al Muñeco.

El juvenil, de 21 años, entró suelto, fresco, y presto a anticiparse en campo contrario. Al minuto casi anotó con un remate. Fue la señal de un River bien plantado, arrollador. A los 8’ abrió el marcador ante una mala salida de Gabbarini y el gol (en offside no detectado) de Rafael Santos Borré. Y a los 14’, tras pase del colombiano, Julián Álvarez ofreció una sutileza en la definición para el 2-0.

Cerca del cierre, el ingresado Carrascal selló el 3-0 final tras un gran pase de Pratto. Fue una noche redonda. 

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