Reencontrarse más allá de las fronteras

domingo 18 de octubre de 2020 | 6:00hs.
Reencontrarse más allá de las fronteras
Reencontrarse más allá de las fronteras

La familia conformada por Amanda de Colombia (69) y Ángel Pato García (74) tiene una impronta inquieta y curiosa, un pulso artístico y viajero y, claro, un lugar de encuentro, el hogar.

“Yo crié a mis hijos en Misiones porque elegí junto a mi esposo que crezcan lejos de las grandes ciudades. Estábamos en Alemania y elegimos Posadas para que puedan tener una infancia más libre y más cerca de la naturaleza. Cuando crecieron recorrieron el mundo”, relató la cantante y bailarina que llegó a Buenos Aires ayer luego de pasar ocho meses en su pueblo natal en la zona cafetera de Colombia, al no poder volver por la pandemia.

Amanda tiene cuatro hijos Paula Andrea que vive en 25 de Mayo en el interior de Misiones; Miguel Ángel radicado en Buenos Aires, Luis Alberto que trabaja en México y Carmen Lucía que está en Posadas. “Los tres más chicos son mis hijos con Pato y Paulita es de una pareja anterior y vive en el interior de Misiones en un lugar hermoso. Conformamos una gran familia donde el espíritu de libertad es lo mejor que les pude enseñar a mis hijos. La libertad es poder elegir, aunque ese elegir implica ser coherente con uno mismo, se trata de poder hacer un camino y siempre tener presente las raíces. Cuando estamos juntos disfrutamos muchísimo y si estamos lejos siempre nos comunicamos”.

En cuarentena, Amanda estuvo en Colombia y su marido se quedó en Las Vegas, Estados Unidos, mientras que sus hijos estaban en sus lugares de trabajo. “Yo viajé a mi pueblo para estar con mi hermana porque había fallecido mi madre en diciembre y no pude estar, en medio de esa visita se vino la cuarentena y no pude volver. Primero sí me puse mal, estaba asustada por mi familia. Después me quedé más tranquila, estuve cerca de mis raíces, compuse una canción a mi pueblo San Gregorio o Alfonso López o Lidia, es un pueblo chiquito que a lo largo de su historia tuvo esos tres nombres”.

Amanda llegó al aeropuerto de Buenos Aires de madrugada y un día antes arribó Pato, los esperaba su hijo Miguel. “La vida quiso que podamos reunirnos para el Día de la Madre. Ya se hacía difícil estar lejos por más que hablábamos todos los días con Pato y con mis hijos, sí tenemos un lazo más allá de cualquier distancia, cualquier frontera”.

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