Aún no hay consenso para la vuelta de las clases presenciales en Misiones

jueves 15 de octubre de 2020 | 19:30hs.
Foto: Natalia Guerrero
Foto: Natalia Guerrero

Ayer al mediodía se reunió en Vicegobernación de la provincia el Comité Científico que asesora al gobernador, Oscar Herrera Ahuad, en la toma de decisiones respecto a la crisis sanitaria por el Covid-19.

Estuvieron los equipos de los ministerios de Salud y Educación, epidemiólogos e infectólogos para debatir sobre la posibilidad del regreso a las aulas.

El cónclave, que duró unas dos horas, sirvió para poner sobre la mesa los distintos escenarios epidemiológicos y cómo se está dando la situación de retorno en otras jurisdicciones, como la ciudad de Buenos Aires.

Según pudo saber este medio, aún no se llegó a un acuerdo para un retorno a la presencialidad en Misiones, aunque se espera que en estos días pueda haber anuncios sobre el regreso para quinto y sexto año del nivel medio y el inicio de las prácticas profesionalizantes para las escuelas técnicas y de modalidad rural.

Consultado por El Territorio, el ministro de Educación de Misiones, Miguel Sedoff, amplió: “Conversamos sobre la Resolución 370/20 del Consejo Federal de Educación y sus implicancias para el regreso presencial de las clases a la provincia y pusimos en conocimiento del gobernador todos los protocolos y condiciones necesarias para un eventual regreso”.

Y afirmó que la vuelta a las escuelas “va a ser una decisión del gobernador”.

En la provincia, una de las principales preocupaciones se registra principalmente en los chicos del último año de la secundaria y sus familias, que aún no saben cómo será la última parte del ciclo lectivo 2020 teniendo en cuenta que la modalidad virtual por el Covid-19 lo cambió todo.

En ese sentido, Sedoff dijo a principios de mes: “Nos preocupan los que terminan quinto o sexto año de la escuela secundaria común o las técnicas. Se está trabajando con las universidades y con el Consejo Interuniversitario de la Nación la posibilidad de que las universidades y los estudios superiores se inicien recién en mayo de 2021, de manera tal que los chicos puedan tener una articulación de saberes para hacer ese paso de la secundaria a la universidad”.

En Misiones, las clases presenciales están suspendidas desde el pasado 13 de marzo, cuando arrancó la modalidad virtual a través de la Plataforma Guacurarí y otras como WhatsApp, Zoom o Skype.

En tanto, para quienes no poseían conectividad se definió el envío de material gráfico impreso que llegó desde Nación y recientemente la Provincia imprimió otros 400.000 cuadernillos para todos los niveles de la educación, que ya están siendo distribuidos entre los alumnos.

“El objetivo es llegar a todos y cada uno de los estudiantes con material gráfico además de todo el material virtual”, habían explicado desde Educación.

En números

Luego de la Semana Federal de Formación Docente que se desarrolló días atrás, se resolvió en la provincia que aquellos alumnos que según consideraciones de directivos y docentes hayan adquirido los conocimientos básicos del año que cursan, tendrán calificación numérica y promocionarán el año. En tanto, aquellos que no lo hayan podido hacer por falta de conectividad u otros inconvenientes pedagógicos, tendrán una instancia adicional en marzo para recuperar esos aprendizajes.

Desde el inicio de las clases virtuales hasta ahora, los estudiantes no eran calificados con notas numéricas, sino que se evaluaba su proceso educativo.

En Misiones, el sistema educativo tiene poco más de 400.000 estudiantes en todos los niveles y 33.000 docentes. Sólo en el último año de secundaria hay 10.000 jóvenes a punto de egresar.


Pediatras consideran necesario el retorno
“El cierre de las escuelas en el contexto de la pandemia debe reconocerse como un factor que marcó claramente disparidades sociales. Muchos adolescentes son incapaces de completar su tarea escolar por falta de dispositivos o de conectividad, lo cual hace que los modelos de aprendizaje virtual resulten de difícil implementación, dando lugar a la aparición de una brecha tecnológica entre niños, niñas y adolescentes muy difícil de resolver. La vuelta a las escuelas en la modalidad presencial es imprescindible”, afirmaron desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), aclarando que cada establecimiento deberá adaptar su nivel de reapertura de acuerdo a la realidad epidemiológica local.

“Esta pandemia vino a poner aún más en evidencia las inequidades de vastos sectores poblacionales, con déficit habitacional, falta de agua, luz precaria y sin conexión a redes de internet. Asimismo, en el aislamiento recrudecieron situaciones de violencia, maltrato familiar y abusos. La inasistencia escolar trae aparejado otros riesgos como el embarazo en la adolescencia y la explotación laboral y sexual”, afirmó el Omar Tabacco, presidente de la SAP, entidad que nuclea a pediatras de todo el país.

Como recomendación, la SAP sugiere evaluar la realidad epidemiológica en cada caso aplicando indicadores para los establecimientos que determinen el nivel de riesgo de transmisión del coronavirus que presenta esa escuela (alto, medio o bajo), lo que no significará que la escuela no pueda reabrir para reanudar las clases presenciales, sino que deberá considerar modelos de enseñanza alternativos.

“La escuela educa, crea lazos sociales, alimenta, da refugio, democratiza conocimientos, orienta y contiene. Es un sitio seguro y constituye una herramienta de equidad social indispensable, particularmente para los grupos más vulnerables”, afirmó Jorge Cabana, de la Subcomisión de los Derechos del Niño de la Sap.

Para Florencia Lución, médica pediatra de la Subcomisión de Epidemiología de la SAP, “la mayoría de niños, niñas y adolescentes cursan un duelo de lo perdido, extrañan el contacto, el recreo, los juegos y estar con sus amigos. Particularmente en una etapa en la que deben tomar distancia de sus adultos, y sin embargo les resulta muy difícil encontrar un refugio entre pares”.

Por otro lado, los especialistas de la SAP afirman que no hay en la literatura médica información que avale el enunciado de que la población pediátrica sea la gran transmisora de la infección viral, tema sobre el que existe gran controversia entre los investigadores. Por lo tanto, no se debería considerar a los niños como ‘grandes transmisores’ ya que la carga viral dependería del cuadro clínico y no de la edad. Los datos más recientes sugieren que los niños mayores de 10 años pueden transmitir el Sars-Cov-2 tan eficientemente como los adultos, y esta información debe ser parte de las consideraciones para determinar cómo abrir escuelas.  

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