Vientos federales

viernes 09 de octubre de 2020 | 5:00hs.

En 1811, ante la derrota de la Expedición al Paraguay, se firmó un Tratado de Paz con ese país; entre otros puntos, se estableció que el Departamento de Candelaria quedara bajo custodia paraguaya; la Rinconada de San José -también así se designaba a estas tierras posadeñas- estaba incluida en él.

Un mes más tarde, el gobierno de Buenos Aires designó como Teniente Gobernador, Justicia Mayor y Capitán del Departamento de Yapeyú a José Gervasio Artigas, aunque ejerció el cargo en los pueblos comprendidos en ese departamento y el de Concepción, en tanto los de Candelaria y Santiago estaban a cargo del gobierno paraguayo, y el Departamento de San Miguel incluido en el Imperio de Portugal.

Los objetivos principales encomendados a Artigas fueron organizar las fuerzas militares de la zona y contener el avance portugués; se concentró en preparar un plan para recuperar el Departamento de Candelaria primero y las Misiones Orientales después.

A fines del mes de enero de 1813 se creó en Buenos Aires el Directorio, se nombró a Gervasio Antonio de Posadas primer Director Supremo, quien, dado el abandono de Artigas del sitio de Montevideo seguido por sus soldados, lo declaró “enemigo de la Patria”; para entonces, la Liga de los Pueblos Libres crecía.

Bernardo Pérez Planes era el Teniente Gobernador de Misiones y tomó partido por los “porteños”; ante esta situación, el líder guaraní Domingo Manduré encabezó una serie de sublevaciones, logró sitiarlo en Mandisoví por un tiempo y la rebelión llegó hasta Yapeyú; el contexto se agravó cuando el Subdelegado de Candelaria Vicente Matiauda apoyó abiertamente a Artigas y junto a Blas Basualdo, desde Curuzú Cuatiá, marcharon hacia La Cruz, sitiaron nuevamente a Pérez Planes y lo apresaron en marzo de 1814, lo enviaron a Belén, donde Artigas tenía su Campamento, y allí se lo fusiló.

Basualdo fue designado Teniente Gobernador de Misiones y Matiauda tuvo que abandonar tierras paraguayas ante la orden de captura librada por ese gobierno en su contra; tiempo después sucedió en el cargo a Basualdo.

A mediados del mismo año se reunió en Corrientes un Congreso Provincial presidido por Genaro Perugorría; personalmente encabezó una sublevación que depuso al gobernador Méndez -artiguista- y se autoproclamó Primer Mandatario, encolumnado con la política de Buenos Aires; en este contexto, el Director Supremo Posadas firmó un Decreto por el cual creó la provincia de Corrientes y estableció sus límites geográficos, incluido en territorio “de las Misiones”.

Pocos días después, Matiauda se pasó a las filas del Directorio y lo reconocieron como Teniente Gobernador de Misiones, por lo tanto, el Decreto Posadas quedó sin efecto. La situación resultaba muy confusa, encima el Subdelegado de Concepción Gregorio Rodríguez no reconoció su autoridad; Matiauda no tuvo más opción que huir hacia Paraná, donde fue capturado por emisarios paraguayos y remitido a Asunción.

En tanto, el gobierno de Paraguay ordenó la invasión del Departamento de Concepción y Rodríguez fue detenido.

En marzo de 1815, Artigas designó a Andrés Guacurarí Comandante General de Misiones, con jurisdicción sobre los Departamentos de Yapeyú, Concepción y parte del de Candelaria. Tomó posesión acompañado de 80 soldados y el capellán José Acevedo; el cargo fue la suma del poder político de ese momento, cesaron los subdelegados y se fortaleció la autoridad del Cabildo de cada pueblo.

En esta etapa el gobierno porteño y Artigas consideraban que el límite entre Paraguay y Misiones lo constituía el río Paraná, en tanto el gobierno paraguayo lo establecía en la Sierra Central misionera; la autoridad detentada por Guacurarí implicaba que la “custodia” paraguaya de la zona ya no era necesaria.

En abril inició la campaña para recuperar los pueblos de Candelaria -excepto Itapúa-, primero hacen lo propio con Concepción, luego toman Santa María La Mayor, San Javier, Mártires, San Carlos, San José y Apóstoles. La ocupación de Candelaria era demorada por Artigas, esperando lograr un tratado con Paraguay, pero cuando se interceptó correspondencia oficial con Buenos Aires se evidenció la negociación de provisión de tropas a cambio de armamento, y entonces libró la orden de ataque en el mes de agosto.

De todas maneras, Guacurarí, ya en la zona, intentó conseguir un acuerdo de rendición y ante la imposibilidad, atacó el 12 de septiembre de 1815. El combate duró unas tres horas, y por falta de municiones, la tropa paraguaya se rindió; la campaña continuó con la recuperación de Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus, y la ocupación llegó hasta Tranquera de Loreto. En enero de 1816 recibió la orden de regresar a Santo Tomé, dejó en Candelaria al capitán Miño con un pequeño destacamento.

En enero de 1817, Francisco das Chagas Santos y Elías de Oliveira atacaron y destruyeron los “pueblos del Uruguay”, Guacurarí se replegó hacia el sur; en tanto el Comandante de Candelaria Mbaibé bajó hasta Itatí en busca de ayuda correntina que no consiguió, fue derrotado en Ibiritingay por portugueses; así, la tropa de Castro se asentó en Candelaria y recuperó Santa Ana, Loreto, San Ignacio y Corpus para Paraguay por poco tiempo; una vez más regresaron a su país después de saquear e incendiar los pueblos.

Muchas familias huyeron al sur y fundaron los pueblos de Yatebú y San Miguel; en julio de ese año se libró la batalla de Apóstoles, claro triunfo artiguista; al año siguiente se produjo el sitio y posterior destrucción de San Carlos y la toma de la ciudad de Corrientes hasta marzo de 1819.

El 24 de junio Guacurarí fue apresado cuando intentaba cruzar el Uruguay con su tropa por el Paso de San Lucas; al año siguiente, Artigas derrotado y perseguido pidió asilo al gobierno paraguayo; un año después este gobierno ocupó la región misionera, desde el río Paraná hasta el río Uruguay y el río Aguapey, estableció un sistema de vigilancia -con canoas que recorrían especialmente el Paraná -, guardias fijas o “fortines”.

Hasta el próximo viernes.