Indemnización de $1,3 millones a turistas atropellados en Misiones

En la noche del sábado 7 de julio de 2007 la tragedia se cruzó de golpe ante una familia oriunda de Buenos Aires que, días antes, había llegado a Misiones en plan de turistas con el objetivo de conocer las Cataratas del Iguazú.
Debieron detener la marcha del automóvil con el que pretendían llegar hasta la “ciudad de las aguas grandes” a pedido de una patrulla de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que frenó completamente el tránsito sobre la ruta nacional 12 (cerca de Puerto Piray) como consecuencia del vuelco de un camión con terciado fenólico, material que quedó desparramado durante varias horas en una amplia zona del lugar.
Estaban en la paciente espera hasta que otro transporte pesado cargado con bolsas de harina se habría quedado sin frenos y en un transitar descontrolado debido al exceso de velocidad los atropelló de atrás, provocando la muerte inmediata de Micaela Rocío Serfas (en ese entonces con 8 años) y Manuel Rogelio Cardozo (39), que al mando de otro auto también esperaba el despeje para poder avanzar cuando fue alcanzado por el acoplado del camión.
La brutalidad fue tal que arrancó de cuajo las puertas del lado del acompañante del Citröen Berlingo de los visitantes y más alla de la muerte de la menor, le produjo heridas graves a su hermana Florencia (11), a su papá Alberto Serfas y a Elisabeth Becker, mamá de ambas que terminó con secuelas permanentes debido una lesión a nivel de la columna y desde entonces padece un 24,5 por ciento de incapacidad.  
Más de una década pasó de eso, hasta que finalmente la Justicia Federal falló a favor de la víctima de la menor edad ordenando el pago inmediato de 1,3 millones de pesos a su familia en concepto de indemnización.
Ese monto deberá ser cubierto en un 75 por ciento en forma solidaria por el conductor del camión Scania que provocó la tragedia, Beno Scholler (58) y quien en ese entonces era titular dominial del acoplado que arrastraba, Margarita Rothamel, y el 25 por ciento restante, por la Empresa Concesionaria Vial S. A. (EmCoVial). Es decir que a los primeros les corresponde abonar 975 mil pesos y al segundo, 325 mil.

Responsabilidades compartidas
El fallo en primera instancia respondiendo a una causa judicial por daños y perjuicios fue confirmado recientemente por la Cámara Federal de Apelaciones, considerando que existió culpa de Scholler en el siniestro vial, como también de la empresa concesionaria que no tomó los recaudos de precaución y seguridad necesarios a instancias de la contingencia provocada por el vuelco del camión con terciados que ocurrió siete horas antes, a las 13:30.
En ese punto, el fallo menciona que el protocolo establecido para las concesionarias viales en situaciones de contingencia enfatiza la inmediatez con la que deben removerse los obstáculos que entorpecen la libre circulación de las rutas, debiendo adoptar medidas de emergencias necesarias para lograr el auxilio de personas, vehículos involucrados y la reanudación del tránsito en el menor lapso de tiempo posible. En este caso eso no ocurrió.
Por eso, resolvió condenarlos a pagar a la familia Serfas 1.300.000 pesos en proporción a la responsabilidad de cada uno, acorde el siguiente detalle: pérdida de chance (200.000), valor de vida humana (200.000), daño emergente por destrucción del vehículo (25.000), lucro cesante por privación de uso del vehículo (20.000), daño moral sufrido por los ascendientes por la muerte de Micaela Rocío Serfas (400.000), lucro cesante por incapacidad sobreviviente de la mamá Elisabeth Becker (180.000), daño moral por lesiones físicas padecidas por Elisabeth (100.000), daño moral por lesiones físicas sufridas por su hija Florencia (150.000) y gastos varios de los demandantes (25.000).
En paralelo, el fallo rechazó otros rubros solicitados por las víctimas en concepto de daño psicológico y frustración de proyecto de vida familiar, como también la demanda iniciada al Estado Nacional por el trabajo desempeñado por los hombres de Gendarmería Nacional sobre la ruta durante esa trágica noche.

Viaje trágico
Como se detalló en las crónicas de la fecha, el siniestro ocurrió el 7 de julio de 2007 a las 20 aproximadamente, a la altura del Kilómetro 1531 de la ruta nacional 12.
El Citröen Berlingo conducido por Alberto Serfas estaba detenido en la cinta asfáltica por orden de personal de Gendarmería cuando fue embestido en la parte trasera derecha por el camión Scania (patente TSF894) con acoplado (dominio BOD182) cargado con bolsas de harina y conducido por Scholler.
Del expediente de la causa penal iniciada al camionero por homicidio culposo y lesiones culposas en concurso ideal que se tramitó ante el Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado surge que la familia Serfas esperaba a que finalicen las tareas de despeje realizadas por los uniformados en razón de que, horas antes, se había producido el vuelco de otro camión que transportaba terciado.
Las constancias sumariales de la fecha detallan que los turistas fueron advertidos y detenidos por el peligro imperante sobre la ruta. En su declaración testimonial, el Segundo Comandante Norberto Herrera, quien en ese momento era un agente a cargo de las tareas de prevención y había detenido el vehículo de los bonaerenses, describió que el camión de Scholler venía con exceso de velocidad y que por ello realizó señas de luces con linternas para que disminuya la marcha.
Más allá de eso, se desprende que el camionero no había hecho caso a la orden en el primer puesto de Gendarmería sobre la ruta, al punto de que personal de la fuerza debió tomar un vehículo para anteponerse al rodado con la finalidad de frenarlo, lo que no pudo ser logrado porque en una maniobra el patrullero terminó sobre la banquina en tanto que el camión siguió su marcha hasta chocar el auto de los turistas.
El violento impacto en la parte posterior y lateral del automóvil le arrancó las dos puertas ubicadas en el sector derecho, en el que se situaban la menor fallecida, Rocío Micaela y su madre, Elisabeth, quien sufrió lesiones de consideración.
En el hecho también resultó involucrado un Volkswagen Gol que estaba estacionado sobre la banquina, al mando de Rogelio Manuel Cardozo. El hombre, que también perdió la vida en el acto, estaba relacionado a la empresa propietaria de la carga de terciados.