Aumenta la necesidad de asistencia por inundación

jueves 25 de mayo de 2017 | 6:00hs.
Aumenta la necesidad de asistencia por inundación
Aumenta la necesidad de asistencia por inundación

En lo que va de este mes cayeron 332,7 milímetros de lluvia en tanto que el histórico esperable era de 150 milímetros. Con este récord de precipitaciones, los que más sufren son los habitantes de terrenos inundables y con deficiente acceso a los servicios.
El martes llovió en la ciudad capital una media de 90 milímetros y desde Defensa Civil detallaron a El Territorio que si bien hubo anegamientos temporarios y desbordes de cloacas en el centro, donde más lastimó el clima fue en los asentamientos en tierras bajas y cercanas a los cursos de agua.
En esos sectores se ayudó a 25 familias y hasta ayer, que el tiempo se mantuvo inestable, las autoridades seguían recepcionando las solicitudes de asistencia de vecinos que perdieron todo por el ingreso del agua a sus viviendas.
En el sur, los barrios Lapachitos, Altos de Bella Vista, San Lucas, San Onofre, San Jorge fueron los más golpeados, mientras que en el oeste posadeño los habitantes de la franja costera del Mártires en barrio Belén y de La Chancha en la 239 y 145 requirieron la ayuda con frazadas, colchones, mercaderías y chapas.
En Los Lapachitos y Altos de Bella Vista, las familias esperaron en vano la visita de alguna dependencia estatal. “No vino nadie a traer una ayuda o a ver cómo estamos de mal”, dijeron.
En la calle Laprida de acceso a Lapachitos -desde la avenida Paso-, las rocas no dejan transitar a los vehículos, mientras que la vertiente que atraviesa el lugar creció un metro e inundó las viviendas.  
Amelia González, encargada del comedor Mujeres al Frente, cocina para 40 familias y no da abasto. “Las necesidades en el barrio son muchas, pero cuando llueve y los jefes de familia no pueden hacer changas, el número de comensales hasta se duplica y me duele tener que rechazar a gente, porque no dan las porciones para dividir más”, relató.
La mujer hace todo prácticamente sola y de a poco va sumando ayuda, con clases de apoyo para los niños y talleres de oficio para adultos, “es un barrio muy olvidado, por eso es importante que todos podamos participar en la mejora del barrio y dar fuerza a nuestro reclamo de que se urbanice la zona”.
Roxana Giménez expresó que son 250 familias que viven en situación precaria y en terrenos inundados y contaminados por líquidos cloacales.
“Los niños se enferman, tienen problemas para respirar y heridas en la piel, no tenemos ropa seca para ponerles, muchos chicos no van a la escuela porque quedaron sin calzados y sin útiles”, contó.
En Bella Vista unas 200 familias viven en terrenos privados y esperan poder llegar a un acuerdo para regularizar la tierra que ocupan. Los que se ubicaron junto a un pequeño arroyo son los damnificados con cada lluvia.
“El arroyito es una canaleta cuando no llueve, pero apenas cae agua se vuelve torrentoso y crece y entra en las casas, perdimos colchones, muebles, todo”, lamentó Miriam González, que hace cinco años espera la relocalización en tierra segura.

En riesgo
Sólo en Posadas hay 60 asentamientos con viviendas precarias y sin conexión de cloacas. En algunos barrios tienen agua y luz con sistema social, mientras que carecen de otros servicios como alumbrado o recolección de residuos.
Jorge Atencio, coordinador del Programa de Regularización de Tierras de la Municipalidad de Posadas, detalló a El Territorio que “uno de los mayores problemas de estos asentamientos es la falta de baño instalado y de cloacas, con estas lluvias tan frecuentes el suelo se contamina, en cada uno de estos casos se está trabajando y para algunos barrios las soluciones están más avanzadas”.
Desde su área, describió: “Estamos avanzando en la regularización de cinco barrios, para el caso de Lapachitos y Bella Vista como son terrenos privados acercamos a las partes para que puedan llegar a un acuerdo porque la comuna sólo puede avanzar en terrenos fiscales”.   
Además, mediante un programa de Nación se avanzará en la regularización de otros cinco asentamientos y unas 300 familias tendrán una mejor calidad de vida.

Cloacas que explotan
Otro malestar que genera la gran caída de agua en la ciudad es el colapso de las cloacas, situación que ocurrió en diversos puntos.
Vecinos que viven sobre calle Comandante Miño entre ruta 12 y avenida Santa Cruz, en la chacra 229 se vieron inundados de materia fecal en sus veredas y domicilios. Ellos apuntan a que en la construcción del empedrado se rompieron los caños estructurales de la red cloacal.
Desde la empresa Emsa informaron que “el sistema de cloacas está en buen estado”, y añadieron que “si bien la lluvia contribuye a que colapsen las cloacas cuando hay conexiones clandestinas del desagüe pluvial, en realidad cuando salta una tapa de cloaca es por obstrucción, por el mal uso”.
Y pidieron a la comunidad hacer un buen uso de las cloacas, no tirar basura en los inodoros y no hacer conexiones del desagüe cloacal a la red pluvial ni al revés.
“Cada caso se evalúa por separado, por eso es que pedimos que los vecinos llamen a la empresa para que pueda ir un equipo especializado y detecte el problema”.
Desde la Oficina de Prevención ante Desastres Naturales (Opad) detallaron que durante la jornada de hoy las lluvias darán una tregua, y sólo podrían registrarse chaparrones aislados; la temperatura máxima en el feriado del 25 será de 29 grados y recién desmejorará por la noche. En tanto, mañana, el sábado y domingo regresarán las lluvias y tormentas fuertes, con descargas. El director de la Opad, Fabio Cabello, indicó que “se estima que el fin de semana caerán más de 150 milímetros de lluvia”.

Daños en caminos de las chacras

En toda la provincia, la lluvia causa estragos en ciudades y zonas rurales.
Los caminos vecinales están instransitables y las pérdidas de cosechas todavía no se terminan de cuantificar.
El intendente de Tres Capones, Ramón Gerega, manifestó su preocupación por la gran cantidad de lluvia caída, que dificulta el normal desarrollo de tareas de mantenimiento de los caminos rurales. “No tenemos evacuados, pero sí hay pedidos de contención y asistencia de aquellas familias que necesitan ayuda”.
Y siguió: “Con las lluvias se deterioraron nuestros caminos, los teníamos en muy buenas condiciones mediante un trabajo regular, pero ahora estamos recurriendo a entidades provinciales para que nos envíen algunos tubos y de esta forma realizar el drenaje de las zonas más críticas, la prioridad es poder tener los caminos para que los colonos puedan trabajar”.