Los balnearios El Brete y Mártires continúan con el agua contaminada

El río Paraná, en las áreas que determinan los balnearios de la bahía El Brete y del arroyo Mártires, se mantiene desde hace más de una semana con sus aguas contaminadas y no aptas para el baño recreativo por considerarse peligrosas para la salud de los acalorados visitantes.
Las casi diarias lluvias acompañadas con tormentas y descargas eléctricas, que se forman en cuestión de minutos, son las causas directas del porqué la ciudad capital de la provincia no cuenta con aguas aptas a lo largo de la extensa costanera que abraza a toda Posadas desde que se transformó su figura costera tras el llenado a cota 83 del embalse de la represa hidroeléctrica Yacyretá.
La Municipalidad de Posadas confirmó ayer, a través de su Laboratorio de Bromatología, que prácticamente desde comienzo de año hasta ayer -y quizás por varios días más-, las aguas del Paraná frente a los balnearios de El Brete y El Mártires no están aptas para bañarse o como se lo define en la normativa de balneabilidad, “aguas inapropiadas para su uso como aguas de baño”.
“Es por las lluvias continuas que estamos teniendo en la ciudad, los arroyos se desbordan cada vez que llueve y toda la basura va al río y cuando eso sucede, las condiciones del río no están aptas hasta incluso 72 horas después de las lluvias”, se explicó desde las oficinas de Rivadavia y San Martín de esta ciudad.
Es decir, bolsas de basura en descomposición, chatarras y hasta líquidos cloacales terminan en las áreas que delimitan el sector de cada una de las playas habilitadas por el municipio. “Eso sucede porque hay conexiones clandestinas para los desechos cloacales”, se explicó de igual manera que se sucede este escenario por cuestiones propias de la geografía de cada una de esas playas.
“Tanto el Mártires como El Brete tienen cuencas hacia arriba y eso afecta directamente a la calidad del agua, se hacen muestreos cada quince días y ésa es la situación hasta el momento, los parámetros nos dan eso”, aseguró uno de los operarios de la Dirección de Laboratorio de Bromatología de la Municipalidad.
Precisamente, respecto de la geografía de la nueva costa posadeña, la particularidad de este nuevo escenario es que el balneario de Miguel Lanús, en el acceso Sur, sí cuenta con aguas apropiadas del río Paraná.
“Eso ocurre porque la de Miguel Lanús está en un punto en donde el río es abierto y no tiene nada que la pueda afectar desde arriba, es decir, en dirección hacia Garupá o Candelaria”, se detalló.
Se explicó además que tanto ellos como los guardavidas, sólo pueden advertir a los bañistas o sugerirles que no entren al río porque el agua no está apta sanitariamente.
Según se explica en la normativa, lo que sucede con el Paraná en esos puntos de la ciudad, se trata de una contaminación de corta duración.
La presencia microbiana está contemplada en la columna A del anexo I, “cuyas causas sean claramente identificables, que normalmente se prevea, no afecte a la calidad de las aguas por un período superior a unas 72 horas a partir del primer momento en que se haya visto afectada la calidad de las aguas de baño y para la cual la autoridad competente haya establecido procedimientos de predicción y gestión de acuerdo con lo establecido en el anexo II”.

En las playas
Guillermo Barrios, uno de los guardavidas del municipio apostado en la playa del arroyo Mártires, en Villa Cabello, aseguró que las condiciones negativas del río para bañarse se debe a la falta de oxígen del río en ese punto y alertó sobre la mala actitud de los bañistas. “Se ponen los carteles rojos advirtiendo sobre la calidad del agua, pero hay quienes sacan el cartel, y fueron varias veces”, se lamentó.
En la denominada bahía El Brete, ayer, sí estaban los carteles advirtiendo sobre las aguas inapropiadas, pero parecieran estar como decorativos. “Tampoco hacen caso a los carteles avisando que hay uno o varios pozos en el río”, dijo Alan, uno de los guardavidas que monitorean ocho horas diarias la actividad en el río.