No resistió

miércoles 14 de agosto de 2019 | 5:00hs.
No resistió
No resistió
En la altura de Quito, Independiente cayó 1-0 ante Independiente del Valle, equipo que empató la serie de cuartos de final de Copa Sudamericana, pero por haber marcado en el 1-2 en Buenos Aires, eliminó al equipo argentino.
El misionero Richard Schunke jugó los 90 minutos para los ecuatorianos, que esperan por Corinthians o Fluminense en semis.
El Rojo intentó jugar con el manual de la altura en los botines durante el primer tiempo. Apeló a no refugiarse y manejar los tiempos en el inicio, pero poco a poco el local impuso condiciones y el desgaste lo fue empujando hacia el arco que defiende Martín Campaña. 
Por el lado de Figal (marcador central volcado al lateral), el Independiente ecuatoriano encontró terreno fértil para desbordar y pisó el área en varias oportunidades, pero la defensa alcanzó a cerrar los caminos para cerrar la etapa inicial con un 0-0.
Pero ya desde el arranque de la etapa complementaria el equipo argentino se sintió obligado a ocupar menos de 40 metros del campo, ante el dominio del Independiente ecuatoriano, no siempre preciso ni con las mejores ideas, pero cada vez que tuvo precisión, consiguió hacer daño.
Lo de Campaña en el arco fue más que importante, porque con muy buenas respuestas consiguió mantener un largo rato su arco en cero. Es que a sus compañeros les costaba cada vez más, las piernas se hicieron pesadas y les fue muy difícil tomarle la distancia al partido ante los efectos de la altura.

Benítez no fue efectivo
El ingreso del posadeño Martín Benítez, a poco de iniciar el segundo tiempo pretendió oxigenar el ataque, ayudar a sostener la pelota y que no regresara tan rápido a propiedad del local, pero ubicado en una posición muy retrasada, en campo propio, no logró su cometido y tuvo pocas ocasiones de asociarse con Sebastián Palacios, su compañero en ataque.
La resistencia inclinó la frente pasada la media hora. Con más de medio equipo dentro del área, el Rojo no pudo desactivar un desborde por izquierda y centro hacia atrás, el centro de la muerte, que el español Dani Nieto impactó con su talentosa zurda (la que lo llevó a jugar en la primera de su país) para inflar las redes.
Beccacece quemó las naves y desarmó el esquema ultraconservador con Roa y Romero, mediapunta y delantero, por Domingo y Bustos, medio defensivo y lateral, pero no dispuso de ocasiones claras. 
Sin Figal, expulsado de manera exagerada por una falta al arquero, el final del equipo argentino fue un querer y no poder. Y la eliminación, cuestión de minutos.