Modos de tráfico, ruta y destino de la sustancia que luego es droga top

domingo 20 de octubre de 2019 | 6:00hs.
Tras ser condenado por el Juzgado Federal de Eldorado, García Aquino fue llevado al penal de Devoto.
Tras ser condenado por el Juzgado Federal de Eldorado, García Aquino fue llevado al penal de Devoto.
 Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar

Por más antipático que suene, bien cierto es que las incautaciones de marihuana y ahora también de cocaína -aunque en menor medida- ya forman parte de la cotidianidad de Misiones. Pero lo que verdaderamente ahora irrumpe en la “agenda narco” de la provincia es el hallazgo de ketamina, un analgésico de uso médico y veterinario que después de distintos procesos se transforma en una poderosa y peligrosa droga que circula, principalmente, en fiestas electrónicas.
Aunque no con tanta asiduidad como otras drogas, el secuestro de esta sustancia alcanzada por la Ley 27.737 de Estupefacientes viene sumando varios capítulos en los últimos años, lo que hizo aumentar el nivel de atención de las fuerzas preventivas y las autoridades judiciales de la provincia.
El procedimiento que hizo cambiar la mirada de los pesquisas fue el 1° de abril de 2015, cuando el personal de Aduana detectó tres bolsos repletos de ketamina -264 frascos en total- en el interior del baúl de un automóvil que pretendía ingresar al país desde Paraguay por el puente internacional San Roque González de Santa Cruz que une Posadas con Encarnación.
En un primer momento las autoridades intervinientes valoraron que el hecho se trató de una mera infracción aduanera como tantas otras que se detectan en este concurrido centro de frontera, pero poco después la Fiscalía Federal de Posadas decidió prestar especial atención en el caso al considerar que detrás del ilícito podía existir una maniobra criminal ligada al mundo del narcotráfico.
Al virar por completo la mirada hacia el caso, las autoridades reclamaron la detención de los tres individuos involucrados -dos de ellos de nacionalidad paraguaya- y la apertura formal de una investigación por contrabando agravado de estupefacientes en grado de tentativa.
El pedido fue presentado por el fiscal general de Misiones, Rubén González Glaria, en conjunto con el fiscal general a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias. El objetivo era entonces indagar en los distintos eslabones que habrían intervenido en la comisión del hecho, que de un momento a otro pasó de un mera multa por infracción aduanera a un procesamiento con prisión por delito de índole federal para los involucrados.
Según pudo averiguar este matutino, la causa iniciada a partir de este hecho continúa en etapa de instrucción pero restan escasos trámites como para cerrar la investigación y llegar a instancia de debate oral.
Después de ello, las incautaciones de ketamina se sucedieron en distintos puntos de la provincia.

De mulas, botellas y al cuerpo
Por ejemplo, a fines de agosto de 2016, fue el personal de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) el que decomisó 200 frascos (de 50 mg/ml cada uno) de la sustancia que iban ocultos dentro de tres valijas -sin propietarios- en la bodega de equipaje de un colectivo que se dirigía hacia Buenos Aires.
El hallazgo se dio durante un control de rutina sobre la ruta nacional 105, a la altura de la localidad de San José.
Prácticamente un año después, la ketamina fue noticia durante otro control de GNA en un colectivo que había salido de Puerto Iguazú con destino hacia Buenos Aires pero fue retenido en el puesto Urugua-í de dicha fuerza federal sobre la ruta nacional 12.
En esa instancia los uniformados detectaron que en el asiento 17 viajaba un pasajero que llevaba un total de 60 ampollas de la sustancia ilícita adosadas a distintas partes del cuerpo: 41 de ellas en su abdomen bajo una faja, diez pegadas a sus brazos, cuatro a sus piernas y las restantes cinco en su campera.
El sujeto, identificado luego como Ramón Edelider García Aquino, quedó entonces inmediatamente detenido y fue trasladado hasta el Escuadrón 13 de GNA en Iguazú.
Allí quedó alojado hasta que a comienzos de octubre de ese mismo año fue sentenciado por el Juzgado Federal de Eldorado en un trámite de flagrancia a cuatro años de prisión y por pedido de su abogado defensor García Aquino posteriormente fue trasladado al Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el barrio porteño de Villa Devoto, por razones de cercanía familiar.
También en 2017, pero en durante el mes de septiembre, la “keta” fue hallada en la terminal de colectivos de la localidad de Jardín América, donde un hombre huyó al verse rodedado por la Policía y abandonó una valija repleta de la sustancia en cuestión.
En total, la Policía de Misiones incautó en esa oportunidad 196 frascos de ketamina, que al decir de los especialistas en Toxicomanía equivalían a 9.600 dosis.
En octubre de ese mismo año las noticias vinieron desde Entre Ríos, aunque de igual forma involucraban a Misiones. Es que durante otro control de rutina sobre micros de larga distancia los efectivos de la GNA detectaron a dos mujeres mulas que transportaban valijas con ketamina desde Posadas hacia Buenos Aires.
El procedimiento fue el 5 de ese mes, cuando el personal del Escuadrón 6 Concepción del Uruguay de GNA apostado sobre la autovía de la ruta nacional 14 detuvo un micro de Crucero del Norte.
En esa instancia, dos uniformados subieron al colectivo y al llegar a las butacas 11 y 12 le pidieron identificación a dos pasajeras, una de las cuales extrajo de una cartera su DNI pero en esa acción dejó a la vista un frasco de medicamento.
En ese preciso momento se frustró toda la operación. Los gendarmes pidieron ver de qué se trataba dicho frasco y al observaron sospecharon que podría tratarse de ketamina ya que estaban al tanto de otros hallazgos similares registrados en distintos puntos del país.
Debido a esta situación, profundizaron la requisa y de esa forma terminaron encontrando otros 14 frascos de 50 mililitros cada uno en la misma cartera. Ante ello los uniformados buscaron sus bolsos en la bodega del micro y dieron con más ketamina.
En total terminaron incautando dos bolsos con 90 frascos cada uno, que sumado a los detectados en la cartera de una de las mulas llegaban a 205 frascos, lo que equivalía a una carga de aproximadamente 10 litros de la sustancia de uso restringido.
Ambas mujeres, identificadas como Carla Daniela Ceraso y Luana Ailén Suárez Cartavio, quedaron detenidas y severamente complicadas, pero decidieron colaborar en la investigación que en ese entonces quedó en manos del magistrado Pablo Seró, titular del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay.
Y a partir de los datos aportados posteriormente, el procedimiento terminó transformándose en histórico, ya que en el transcurso de dos días los pesquisas lograron detener al proveedor de la sustancia y tiempo después también ubicaron al comprador en Buenos Aires. De esa forma, por primera vez caía prácticamente todo el círculo implicado en este nuevo ardid de narcotráfico.
Según se pudo determinar durante la investigación, el que iniciaba la ruta de la ketamina era un remisero posadeño identificado como Darío Cardozo, quien buscaba la sustancia en Paraguay y la cruzaba por el puente internacional, mientras que el comprador era un sujeto de nombre Nicolás Horacio García, que recibía el producto en Liniers y la ponía en el mercado.
La Justicia Federal de Entre Ríos recientemente dio por cerrada la investigación y elevó el caso a instancia de debate oral, pero la novedad consecuente es que el expediente fue remitido a Posadas para que los implicados sean juzgados por el Tribunal Federal de Posadas, al considerar que el contrabando se consumó en la capital misionera.
Entre los últimos procedimientos detectados, en tanto, se registra un operativo de la GNA en la terminal de Posadas. Fue a mediados de agosto cuando el personal del Escuadrón Núcleo 50 revisó la bodega de un colectivo y constató la presencia de una caja de difícil manipulación.
Los uniformados sospecharon en primera instancia que en su interior podría haber algún material inflamable o peligroso que pudiese poner en riesgo a los pasajeros, por lo que la extrajeron y con la presencia de testigos y con los cuidados necesarios abrieron el bulto.
Allí se encontraron con siete envases -seis de ellos de limpieza y una de gaseosa- pero constataron que el contenido era muy distinto al indicado en sus respectivas etiquetas.
El personal realizó los correspondientes test de análisis y así pudieron determinar que los envases en realidad estaban cargados con ketamina: 10250.00 mililitros en total, lo que equivale a unos 10 litros.


En cifras

4

Un hombre detenido en 2017 con 60 ampollas de ketamina adosados al cuerpo fue condenado a cuatro años de prisión en juicio abreviado.


Fiestas, keta y la banda de ‘Los narco-chetos’

El ambiente por el cual circula la keta quedó a la vista en octubre de 2016, cuando la Justicia Federal de Bahía Blanca procesó con prisión preventiva a seis jóvenes que, con diversos roles bien definidos, se encargaban de organizar fiestas electrónicas y procesar distintas sustancias para comercializarlas como estupefacientes en la movida nocturna.
En ese entonces, los implicados tenían entre 26 y 31 años, eran conocidos en el ambiente, se vestían a la moda. Pertenecían a familias de clase media alta de dicha ciudad bonaerense. Nadie imaginaba que terminarían luego en el penal de Saavedra. Fueron bautizados como ‘los narco-chetos’.
En los allanamientos dispuestos los pesquisas terminaron incautando marihuana, cocaína, 70 pastillas de color amarillo, elementos para la producción de cristal de ketamina y frascos de dicha sustancia.
Antonio Castaño, el fiscal que intervino en el hecho, explicó en ese momento al diario Perfil que “nos centramos en un grupo que organizaba fiestas electrónicas privadas, primero en lugares chicos y luego en boliches. A través de las redes sociales garantizaban servicios de enfermería y dispenser de agua, y esto nos llevó a pensar que podría haber una actividad ilícita detrás”.
Entre los implicados había uno que era multifacético, al decir de los pesquisas, ya que participaba de la organización de las fiestas, pero también conseguía y distribuía las drogas. Este sujeto es hijo y nieto de conocidos bioquímicos de la ciudad bonaerense, aunque aclararon que el laboratorio familiar no era utilizado por la banda.

Gobernador Gálvez y un hurto particular

Hace apenas diez días la famosa sustancia fue noticia en la localidad de Villa Gobernador Galvez, ubicada al sur de Santa Fe, pero esta vez no por un procedimiento de incautación sino por un hecho de hurto.
Es que fue el propio intendente de la localidad, Alberto Ricci, quien denunció el robo de 191 frascos de ketamina de la Secretaría de Salud local, y afirmó que la sospecha más firme es que el líquido que luego se transforma en droga habría sido sustraída por “gente de adentro”.
Según indicaron, la sustancia fue sutraída del despacho de la mencionada Secretaría, lugar al que él o los malvivientes ingresaron sin ejercer ningún tipo de violencia.
“Dejaron las cajas en el armario como si estuvieran intactas. Se llevaron los frascos que estaban adentro”, reveló Ricci en diálogo con La Capital, y recordó que la última vez que se utilizó ese producto de la medicina veterinaria “fue en septiembre”.
El jefe comunal indicó que a la ketamina allí le dan uso veterinario e indicó que “en nuestra gestión llevamos más de mil mascotas intervenidas quirúrgicamente. En nuestra granja tenemos distintos tipos de animales y la utilizamos mucho en equinos que continuamente estamos asistiendo”. La denuncia fue presentada en el Ministerio Público de la Acusación, pero estaba por pasar a instancias de la Justicia Federal tendiendo en cuenta los fines que manos oscuras pueden darle a la sustancia. La situación expone que la ketamina se transformó en un blanco y que las organizaciones detrás de su transformación a poderosa droga comienzan a ingeniarse para conseguirlas a cualquier precio.