“Mató a mi mamá hace seis meses y está en la casa con prisión domiciliaria”
jueves 26 de septiembre de 2019 | 7:37hs.
“Mató a mi mamá hace seis meses y está en la casa con prisión domiciliaria”
Hoy hacen 205 días del femicidio de Perla Maricel Zelaya Araujo
(43), cometido en la localidad correntina de Gobernador Virasoro. Su ex
pareja, Osvaldo Fortunato Silva (38), es el femicida. Se quiso matar de
un balazo en el pecho con el mismo revólver que le arrebató la vida a
ella, pero sobrevivió y actualmente enfrenta un proceso judicial que con
seguridad lo condenará a una pena de prisión perpetua.
Ante el primer indicio de violencia que detectó, Perla cortó el
vínculo, lo denunció e imploró protección ante las autoridades
policiales y judiciales de la vecina provincia, pero el protocolo jamás
se activó. Si le daban valor a su alerta, estaría viva.
Denuncia desoída
Denuncia desoída
Guadalupe Gauto recuerda a su mamá en todo momento, pero con más
énfasis los días 5 de cada mes. Es que el martes 5 de marzom Silva la
mató, matando también sus anhelos y los de su hermana, convirtiéndolas
en huérfanas del femicidio, flagelo que destroza a cada vez más familias
en Argentina.
“Este hombre entró a mi casa con la excusa de devolverle un
televisor que ella le había regalado. Entró armado con un revólver y un
cuchillo. Mi mamá no pensó hasta donde podría llegar la maldad de un
hombre que decía amarla hace meses atrás. Ella intentó escapar de esa
relación tormentosa que la mantuvo sometida durante mucho tiempo. De
hecho, pensó que se había liberado al fin de él. Pero este hombre la
vivía hostigando, aún habiendo terminado la relación. La vigilaba, la
seguía”, expresó la muchacha al comienzo de la charla con El
Territorio.
Y continuó: “Lastimosamente, fue mi vecino desde antes de empezar
una relación con mi madre. Podía ver todos sus movimientos, cuando
entraba, cuando salía. Cuando pensábamos que había desaparecido de
nuestras vidas, la mató, así, sin más, sin pensar en su vida, en su
familia, en nada, por puro odio, celos, por no aceptar su felicidad, su
tranquilidad, su nueva vida sin soportar el infierno que con él vivía.
Así fue que un día me quedé sin mamá, así como también se quedaron sin
madres, tías, amigas, hermanas, primas, abuelas, un montón de otras
personas”.
Pero las palabras para Guadalupe apenas alcanzan para graficar todo
lo que el femicidio de su madre le generó y le sigue generando.
“Este hombre está en manos de la Justicia. Mi familia y yo
respetamos los tiempos de la ley mientras que ésta sea racional.
Probablemente ese día sea una pesadilla que esté en mi cabeza para
siempre, pero cuando todo esté en condiciones viables para que se haga
justicia, voy a encontrar la paz que tanto necesito y también mi
familia, para consolar nuestro dolor”, resumió la joven, ponderando: “Mi
mamá lo denunció el primer momento en que la atacó y fue cuando terminó
su relación. Él la había ahorcado, ella lo denunció. La perimetral
nunca llegó. Nada. Y están los que culpan a mi madre de haberlo
provocado para que la mate. Qué delirio pensar que una víctima tiene la
culpa, ¿no? ¡Vamos a tener justicia, ma!”.
Turbulencia judicial
Turbulencia judicial
El deseo de justicia de Guadalupe está atravesando actualmente
momentos de turbulencias. Es que Fortunato Silva no está en la cárcel
sino en la casa de su madre, cerca de donde cometió el crimen, porque
hace poco más de una semana le concedieron el beneficio de la prisión
domiciliaria.
“Dicen que está enfermo, que se hace encima (sin control de
esfínteres) y que en la cárcel los otros reclusos firmaron un petitorio
para que lo saquen porque ‘no son niñeros’, entonces judicialmente
decidieron mandarlo a su casa, donde está llevando una vida normal al
cuidado de su madre y sin ningún tipo de custodia”, reclamó la joven que
momentáneamente vive en Posadas porque estudia Licenciatura en Trabajo
Social en la Facultad de Humanidades de la Unam.
“Me parece demasiado injusto habiendo matado a mi mamá e intentado
hacer lo mismo con mi hermana. Él quería hacerla sufrir a ella y su
intención era matarnos a nosotras, lo confesó antes de pegarse el tiro
en el pecho ese mismo día. Hace poco hablé con el fiscal (de Instrucción
de Santo Tomé, Facundo Cabral) y me comentó que estaba el pedido de la
domiciliaria pero se iba a oponer aunque ahora la jueza (Sara) Durand le
concedió el beneficio”, lamentó.
En ese sentido, admitió que está shockeada porque “es un asesino,
cometió un femicidio y está en la casa con comida, televisión, internet y
hasta puede recibir visitas, mientras nosotras seguimos desamparadas
mendigando justicia. Pensé que no íbamos a llegar a esto, pero
lamentablemente estamos así. Debe estar en la cárcel, no en su casa
amenazando a las víctimas”.
Jornada de visibilización
Jornada de visibilización
Disconforme con los pasos que se dieron hasta ahora en el ámbito
judicial, Guadalupe tomó la decisión de hacer una manifestación. Será
este sábado, a las 17, con concentración en la plaza Libertad de
Virasoro.
“Es necesario visibilizar esta injusticia, que la comunidad sepa
que Fortunato Silva está en su domicilio, no en la cárcel. Está gozando
de un privilegio como si se olvidaran que mató hace seis meses. Otra vez
no tuvieron en cuenta los antecedentes que tiene y que hasta intentó
fugarse cuando estaba internado en el hospital de Corrientes”, lamentó
la joven.
En esa línea, manifestó: “Ni yo, ni mi hermana ni nadie de mi
familia está segura, porque en cualquier momento puede ir a la casa de
su ex pareja o a mi casa, para hacernos daños a nosotros. Les pido a las
autoridades que piensen en las víctimas ¿En estas condiciones quién
garantiza nuestra seguridad?”.