María Belén Silva: “El escritor no es un monumento”

martes 07 de enero de 2020 | 2:00hs.
Silva, presidenta de la Sadem, entre sus proyectos resaltó el de propiciar el diálogo entre las generaciones de escritores.
Silva, presidenta de la Sadem, entre sus proyectos resaltó el de propiciar el diálogo entre las generaciones de escritores.
Silvia Godoy

Por Silvia Godoysociedad@elterritorio.com.ar

“Cualquier persona que escribe es un escritor. Si llevás un diario íntimo sos un escritor, porque estás haciendo un ejercicio del pensamiento a través de la escritura. Y este ejercicio hace de los escritores los pensadores de la realidad sociocultural política de una región. Creo que los escritores debemos tener una intervención, una presencia mucho más fuerte, pero suele pasar que muchos escritores se tiran abajo. En eso debemos trabajar: acompañar y apuntalar el ejercicio de escribir. El escritor es de carne y hueso, no es un monumento”, señaló María Belén Silva, presidenta de la Sociedad Argentina de Escritores filial Misiones (Sadem), electa en asamblea el pasado 20 de diciembre.
Silva, con 30 años, es la titular más joven de todas las filiales de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade) y en su gestión, que tiene dos años de duración, busca una apertura en la institución y un fortalecimiento de la comunidad de escritores. Para ello, es indispensable contar con una sede, indicó en una entrevista con El Territorio, en la que reflexionó acerca de la realidad de los escritores y de la escritura en la provincia.
A la vez, contó que este año se retomará el Premio Andresito de Literatura con nuevo reglamento y fecha a definir. Este galardón de las letras misioneras tuvo un controvertido bautismo en 2018, cuando a un mes de su entrega, la Sadem tuvo que suspender el reconocimiento otorgado a Marcelo Moreyra.

¿Los escritores misioneros se reúnen, se conocen, trabajan en conjunto o es un oficio más en solitario?
Yo me acerco a la Sadem en 2016, tenía un poemario y quería publicar pero no sabía cómo. Aníbal Silvero (anterior presidente de la Sadem) desde el comienzo tuvo un buen diálogo y enseguida empecé a trabajar como secretaria. Yo no conocía que había una comunidad de escritores y pienso que es el caso de muchos escritores. Veo que en las ramas del arte, los músicos están bien organizados, también el teatro o el sector audiovisual con el Iaavim, pero a los escritores todavía nos falta. Aníbal hace bastante que quería dejar de estar al frente de la Sadem, pero no había quién lo reemplace. Ahora tampoco hubo otra lista, no es sencillo armar un equipo porque demanda tiempo y compromiso y los escritores en general no viven de escribir, tienen sus ocupaciones.

¿Qué cambios se vienen en la Sadem?
El hecho de que yo haya trabajado de secretaria en la Sadem me hizo conocer la realidad de los escritores. La idea es poder dar respuestas y soluciones. El tema más complejo para el escritor es publicar. Cómo publicar, dónde recurrir. Queremos asesorar y ofrecer capacitaciones. Hay dos bases o ejes importantes, uno es lo institucional y el otro el trabajo en comunidad. En cuanto a lo institucional no tenemos sede, necesitamos un lugar físico, la sede tiene una importancia no sólo porque tenemos que reunirnos en algún lugar. También debemos tener los documentos y los textos que recibe la Sadem a disposición de los socios. Sería bueno tener un espacio y en un futuro armar una biblioteca. Y en relación a la comunidad de escritores, el desafío es acercarlos y que se sientan integrados, que vuelvan con nosotros, que vengan los jóvenes. Los jóvenes por ahí están en contra de las instituciones y nosotros somos una institución pero también somos un grupo de bohemios, somos artistas y necesitamos la interacción y revisar nuevos canales de expresión. Que las generaciones se encuentren. Creo que entre los jóvenes y los mayores puede haber un intercambio riquísimo donde cada uno aprenda del otro.

¿Qué desafío se propone?
Hay muchos, pero creo que es llegar a las escuelas con los escritores. Que los chicos puedan tener acceso a otros textos más allá de Quiroga, que en las escuelas circulen textos de autores misioneros contemporáneos. Creo que estamos en un buen momento para proyectar el trabajo, tenemos personas en áreas de Cultura muy accesibles y muy conocedoras de la situación de los artistas.

Habló sobre que los escritores son terrenos y no están investidos de cierta solemnidad, no son monumentos...
Es que queremos hacer un quiebre en ese sentido, ya Aníbal (Silvero) lo hizo porque no hay filtros para ingresar a la Sadem como socio. No tenés que tener cierta cantidad de libros publicados o algo así, no hay requisitos más allá de escribir. Pero falta trabajar en eso, tenemos 350 socios y estimamos que son un millar los escritores en la provincia. Hay que acercarlos.

¿Cuáles, considera, son los grandes temas de la literatura misionera?
Es muy profusa la literatura misionera y muy regional en el sentido de los elementos que utiliza: el mate, el mensú, la yerba, la tierra colorada, Horacio Quiroga, la selva. Como identidad es complejo por el crisol de razas, las ópticas diferentes y la frontera. Me parece que en literatura es toda una gran región que incluye Misiones, Corrientes, Paraguay. El peligro es cuando el escritor encuentra un mecanismo de aplauso fácil con la cuestión de lo regional. Ahí se limita él y priva a los demás de algo mejor.
Hay grandes escritores en Misiones y también estamos las generaciones que seguimos en la búsqueda de la identidad, y que la identidad no se quede sólo en palabras sueltas, que vaya más allá con temas como la idiosincrasia de la gente, la forma que tiene de conducirse, de recibir en la casa, un montón de elementos que pueden contribuir y enriquecer en la construcción de identidad. Nos falta mucha historia por recorrer y lo bueno es que hay mucha gente dispuesta.


El perfil

María Belén Silva.
Nació en Bella Vista, Corrientes, el 26 de agosto de 1989. Desde los 6 años vive en Posadas, Misiones. En 2016 hizo su ingreso al escenario de las letras con ‘Pasiones reveladas’, libro de poesía en prosa. Fue secretaria de la Sadem. Participó en antologías de la editorial Dunken. Brinda talleres literarios, desempeña tareas de ghostwriter. Tiene un ciclo radial y dirige la revista digital ‘Escribientes’.