Marcha de los días: Conquistando indecisos

domingo 28 de julio de 2019 | 5:00hs.
Marcha de los días: Conquistando indecisos
Marcha de los días: Conquistando indecisos
A dos semanas de las elecciones primarias, la campaña electoral se metió en todos los ámbitos y en todos los espacios. Llegó hasta la aerolínea de bandera del país, donde el Gobierno nacional mantiene fuerte tensión con el gremio de los pilotos. Esta semana, el comandante de la nave o los pilotos a cargo, tras finalizar el vuelo, daba a conocer la situación en la que se encontraban por los vuelos de bajo costo implementado por la administración de Mauricio Macri. Se quejan de la reducción de dotación y del salario y el riesgo en que se encuentran miles de fuentes laborales. Los pasajeros, como ocurre en el país se dividen entre la aprobación y el reproche. El Gobierno salió con los tapones de punta planteando que se está haciendo una campaña en contra de la aerolínea estatal y anticipó duras sanciones contra los pilotos. Por su puesto desde Juntos por el Cambio aprovecharon para culpar al kirchnerismo de la movida afirmando que tiene tintes desestabilizadores.
La ministra Bulrich subió un paso más en la escalada electoral y en un programa de televisión se puso a militar para que la gente en las aeronaves confronte con la tripulación. Cosa que sucedió al otro día en un vuelo que lo tuvo de protagonista al actor oficialista Brandoni. Quienes conocen las teorías de Durán Barba saben que cualquier hecho sirve para polarizar. Esos hechos son los que buscan desde el campamento de Cambiemos para seguir crispando a la sociedad intentando llevar agua para su molino. La administración de Macri llegó al poder afirmando que terminaría con los subsidios al Aerolíneas, sin embargo, los números siguen estando en rojo y el año pasado, el Estado terminó aportando 200 millones de dólares, lo cual representa más del doble de lo que había previsto.
Faltando tan poco para la primera prueba electoral y con encuestas que miden minuto a minuto, cualquier nuevo mal humor que se generalice representará más pérdidas de votantes, con lo difícil que está conseguir uno en la actualidad. Pero está claro que hay variables económicas que siguen jugando fuerte y todo indica tendrá enorme influencia a la hora del voto. La inflación de este año se estima en un 40 por ciento y la caprichosa manera de actuar de la moneda norteamericana no termina de tranquilizar a nadie. Tampoco se puede mover la economía con las altas tasas de interés que siguen imposibilitando el acceso de créditos a las pequeñas y medianas empresas. De esta manera aunque el gobierno nacional intenta esquivar la política y la economía, son las dos caras de la misma moneda. 

Los indecisos
Ante la gran polaridad y cierta paridad que se está notando, de acuerdo a diversas encuestas entre la fórmula presidida por Mauricio Macri y Alberto Fernández, se intenta ahora conquistar a los indecisos para sumar. Desde Juntos por el Cambio que lleva a la cabeza a Macri es una misión difícil de resolver, teniendo en cuenta que parte de aquellos que habían confiado sus votos en la segunda vuelta del 2015 ahora están arrepentidos o desilusionados. La incógnita es ver si el Frente de Todos, con Alberto Fernández a la cabeza, es capaz de quedarse en parte con los indecisos que en porcentaje representa alrededor del 8,5 por ciento de los votantes; un número que puede marcar definiciones.
Hasta se sostiene que los indecisos definirán la elección, como lo planteó el politólogo e investigador Andrés Malamud. Pero como se dijo, lo que sigue sorprendiendo es la alta polarización. Hay quienes recuerdan, como lo hizo el analista Enrique Zuleta Puceiro, que tal polarización no se veía desde 1983, entre Alfonsín y Luder. En tanto el director del Centro de Estudios Nueva Mayoría, Rosendo Fraga redobla la apuesta y afirma que lo que está ocurriendo en el país es que se está gestando una hiperpolarización. Lo refleja repasando números, como sucedió en 2011 cuando las dos principales fórmulas alcanzaron el 62 por ciento en las Paso y ese número trepó al 67 por ciento en el 2015 y estima que ahora las dos fórmulas podrían llegar al 80 por ciento. Otra medición llega a similar conclusión al reflejar que ambos frentes suman el 79 por ciento. Ese porcentaje se reparten, 42 por ciento el Frente de Todos y Juntos por el Cambio 37 por ciento, según la consultora Oh Panel, que añade que el Frente Consenso Federal obtendría el 7 por ciento de los votos y el Frente Despertar el 5 por ciento. 
A su vez la encuesta de Federico González y Asociados, difundida el 25 de julio, da cuenta que la intención de voto a presidente y vicepresidente para las elecciones de esta Paso, la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner se posiciona en el primer lugar con un 42% de intención de voto, aventajando por 6.1 puntos a Mauricio Macri y Miguel Pichetto, que alcanza 35,9 por ciento. El gobierno por su lado el viernes hizo trascender una encuesta de Elypsis que da ganador a Macri en segunda vuelta por 2,4 puntos de diferencia. Como se ve hay encuestas para todos los gustos, que no hacen más que mostrar la publicitada paridad a la espera de la real encuesta que será el 11 de agosto. 
Este escenario político que se está viviendo en el país previo a las elecciones, se interpreta que también es producto de la aparición de dos candidatos que nadie contemplaba la posibilidad que estuviera en los primeros lugares. Por el lado de Cambiemos la presencia de Miguel Ángel Pichetto, habría permitido sacar votos a figuras como Roberto Lavagna. En la vereda de enfrente, quizás tras la sorpresa de su designación, Alberto Fernández con su incorporación en el Frente de Todos haya permitido a este espacio incorporar a peronistas moderados y con ello ampliar la base de sustentación.

Por qué votar a uno y otro
Entre varias encuestas, surgió el trabajo citado de Oh Panel que da cuenta de una interesante consulta de porqué el ciudadano optaría por una u otra opción. Los que votarían por el Frente de Todos, alrededor del 42 por ciento, lo harían para que de ser presidente Alberto Fernández, haya más trabajo (80%), para que suban los salarios (78%), para lograr un cambio en la economía Argentina (78%) y para reducir la pobreza (76%). Sin embargo, los 37 por ciento de los argentinos que votarían a Macri, tienen otras prioridades, siendo el principal en un 65% evitar que gane el kirchnerismo; en otro aspecto es para profundizar la democracia (58%), para que haya más inversiones internacionales (55%) y para que se reduzca la corrupción (53%). Claramente los votantes de uno y otro espacio políticos son muy diferentes en cuanto a sus prioridades. 
Lo mismo sucede con el discurso de sus dirigentes. Cristina Fernández, al criticar el modelo impuesto por el gobierno de Macri afirmó que no se puede maltratar tanto a un pueblo. Lo dijo en San Juan durante un homenaje a Eva Perón donde además afirmó no haber traicionado nunca la voluntad del pueblo, rescatando como algo esencial en cuanto al vínculo con la ciudadanía.  
Macri en Mar del Plata, intentando criticar  a sus rivales afirmó estar todos juntos y dijo no tener contradicciones internas, aunque está claro que fueron múltiples las contradicciones en las que incurrió durante su administración. Todo el discurso oficial está orientado en no volver al pasado. Es decir, Macri sigue esquivando hablar de inflación, de caída de empleo, de evasión de divisas, en definitiva de la economía.
Donde seguramente le resultará difícil evadir será en el debate presidencial obligatorio a realizarse en octubre. Esta semana Alberto Fernández expresó el interés de que tiene de debatir con Macri. Justamente el precandidato del Frente de Todos dijo que el Presidente de la Nación tiene una campaña guionada, en la que no habla de desocupación y pobreza. Claramente Fernández apuntaría a sacarlo de esa zona de confort en el que intenta desarrollar la campaña de las elecciones generales el mandatario nacional en busca de su reelección. Recordando el anterior debate con Daniel Scioli, fue Fernández quien le pidió a Macri que esta vez no mienta, sobre los planes que tiene para los argentinos. El debate es obligatorio, se instituyó el 23 de noviembre de 2016 por la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación. Allí se estableció la obligatoriedad de debates preelectorales públicos entre candidatos a Presidente de la Nación. Es con el fin de dar a conocer y debatir ante el electorado las plataformas electorales de los partidos, frentes o agrupaciones políticas.

La competencia en Juntos por el Cambio
En Misiones también los principales precandidatos a diputados nacionales, están realizando múltiples giras y encuentros políticos. De acuerdo al aspirante a la banca por la Unión Cívica Radical, Ricardo Andersen, su misión, en caso de ser electo, será hacer entender al Gobierno nacional al que representa que en Misiones se necesita de políticas diferenciadas, como tienen otras provincias como Tucumán o Santa Fe. Este dirigente, competirá en Primarias para definir quién encabeza la lista en el espacio Juntos por el Cambio que impulsa la reelección de Mauricio Macri. Sus otros competidores, dentro del mismo espacio, también desarrollan activas jornadas políticas para conseguir votos, tanto de manera personal o por las redes, como viene sucediendo con los precandidatos, Pedro Puerta que va por Activar Misiones y Alfredo Schiavoni por el PRO Misiones.

Confían en los votos de Cristina
En Misiones, desde el Frente de Todos confían en el fuerte impulso que dará a la boleta de los precandidatos a diputado, la senadora Cristina Kirchner en estas elecciones. Como se recordará Cristina Brítez encabeza la lista a diputados nacionales por este espacio, seguido por Héctor Cacho Bárbaro, Cristela Irrazábal y en cuarto lugar Mario “Pichi” Esper. Son los que impulsan la fórmula que lleva como candidato a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner a presidente y vicepresidente. Cacho afirmó que Cristina tiene en Misiones alrededor del 60% de los votos y que ello se verá reflejado en estas elecciones. Afirmó que los misioneros tienen muy presente algunas políticas implementadas por Cristina, desde la moratoria jubilatoria, el salario universal, el monotributo social o el plan Progresar que permitió vivir mejorar a los sectores más humildes pero que a su vez la circulación de recursos, favoreció a la clase media hoy nuevamente olvidada por esta administración nacional.

La boleta corta el voto de confianza
El precandidato a diputado nacional por el Frente Renovador, Diego Sartori viene destacando que la  boleta corta es el voto de confianza, esa confianza que se construye diariamente. Esta semana, este dirigente encabezó actividades en Leandro Alem, Aristóbulo del Valle, Salto Encantado, Capioví y su mini gira terminó en Posadas. Afirmó haber aceptado este nuevo compromiso que asumirá con mucha responsabilidad y pidió a la ciudadanía repetir los resultados obtenidos el pasado 2 de junio, que permitió un contundente triunfo a la renovación. Ello además de afirmar que junto con los demás integrantes asume el compromiso firme de representar solo los intereses de Misiones en el parlamento argentino. 
En esta misma línea salió a respaldar el gobernador Hugo Passalacqua. Planteó la importancia de asegurar las 4 bancas que están en juego y sostuvo que junto a Sartori, los demás precandidatos la ministra de Educación, Ivonne Aquino; el árbitro internacional de fútbol, Néstor Pitana, y la referente de los derechos integrales de las personas, Graciela “Chela” Leyes, irán a defender los intereses de la provincia en la Cámara de Diputados.
El mandatario provincial en entrevista con este medio, recordó que los diputados que representarán a la renovación irán a plantear también las deudas que el actual modelo federal tiene con Misiones y otras provincias. Entiende que se debe transitar por un nuevo tiempo en la relación Nación y provincias; propuso avanzar hacia un nuevo federalismo, al plantear que el actual modelo centralista del Gobierno es un proyecto ya agotado.