La Tierra Colorada despide a un gran músico y vecino

viernes 14 de agosto de 2020 | 5:00hs.
La Tierra Colorada despide a un gran músico y vecino
La Tierra Colorada despide a un gran músico y vecino
La Tierra Colorada lamenta la partida de uno de los grandes exponentes de la movida tropical.  Carlos Márquez, líder de la banda Los Forasteros, falleció en la madrugada de ayer dejando un profundo dolor en sus seres queridos y seguidores. Y entre ellos, aquellos vecinos de Candelaria que no pudieron acudir a su despedida, ya que el músico se mudó en febrero, poco antes de que comenzara la cuarentena, a la La Rioja luego de residir diez años en la localidad misionera.

La esposa del músico fue quien comunicó el triste deceso, a través de su cuenta oficial de Facebook. “Con mucho dolor, lamentamos informar la partida de Carlitos a la casa del Señor. Gracias a todos por el acompañamiento. Nos dejó los más bellos recuerdos de su música. Buen viaje Carlitos Márquez”, dice el comunicado que acompaña a una foto del artista en la que se lo ve cantando, con el típico traje y sombrero que utilizaba en sus shows. En pocas horas, el posteo se compartió casi dos mil veces y recibió cientos de comentarios de despedida.

El Territorio dialogó con vecinos, amigos y seguidores del líder de la banda, quienes lo recuerdan con profundo pesar y lamentan no poder despedirlo como se merecía, por el marco de pandemia. Pero además, destacaron su gran solidaridad y calidad humana, así como también “el talento y la alegría que contagiaba en cada uno de sus shows”.

“Era un vecino más en el barrio, charlaba con todos y era amigo de todos en la localidad. Siempre se quedaba a charlar con los que se acercaban a hablarle. Fue muy colaborar siempre, tenía un espíritu muy solidario”, recordó Hugo Paiva, uno de sus mejores amigos en Candelaria, al tiempo que se lamentó la situación actual que le impidió ir a despedir a su amigo. “Era muy amable, siempre colaboró con todo lo artístico en la ciudad. Participaba en eventos como el Día de la Madre, Día del Trabajador, Aniversario del pueblo, entre otras tantas presentaciones que solía hacer  pura y exclusivamente por amor a la música, por su gente”, agregó haciendo referencia que sus presentaciones eran muchas veces un regalo para los que lo seguían.

A la despedida se sumó Eugenio Benítez, quien durante algunos años fue vecino de Márquez. “Don Carlitos era muy macanudo, muy buena persona. Fue un muy buen vecino. Siempre nos prestábamos herramientas, hablábamos de las plantas, compartía conmigo sus asados o comidas que a veces preparaban. Fue una gran persona”, señaló al tiempo que recordó también que el músico antes de mudarse ya no se veía bien de salud. “Estaba muy flaco, ya no se lo veía muy bien físicamente. Pero siempre alegre, contento, amable”, dijo al respecto.

“Lo recordaremos con mucho amor, cariño y respeto, destacando su calidad como ser humano y sobre todo como un gran artista”, señaló Aníbal Fariña, otro de sus vecinos. A su testimonio se sumó el de Mirta Machuca: “Tuve el honor y el gusto de conocerlo, siempre fue muy bueno con nosotros. Vivía enfrente de casa y se reía porque lo teníamos enfrente y escuchábamos su música casi todos los días”.

“Venía siguiendo su caso desde hacía un tiempito, porque sabíamos que no estaba bien de salud. Su esposa pedía que recemos por él y estábamos preocupados por su estado. Fue muy doloroso enterarnos que falleció, creo que para todos los que lo seguían fue una noticia muy triste”, destacó al tiempo que recordó que cuando sólo realizó su mudanza todos los vecinos quedaron muy conmocionados por su partida. “Nos lamentamos mucho cuando se mudó porque ya no lo íbamos a tener tan cerca.  Y ahora, enterarnos de su deceso fue lamentable, no pudimos despedirlo”, dijo, y continuó: “Lo vamos a recordar siempre, con sus lindas canciones, con su gran corazón”.  

El líder de la banda arrastraba  problemas cardíacos desde hacía ya tres años. Su salud deteriorada lo había empujado a abandonar el grupo. Sin embargo, Márquez siguió llenando de música y alegría a su público con una nueva banda, Carlitos y Los Foras, con la que continuó brindando shows hasta la llegada de la pandemia.

Desde entonces se confinó en su hogar de La Rioja, ya que, a pesar de tener tan sólo 58 años, sabía que por su enfermedad preexistente era una persona de riesgo. El martes pasado se había descompensado mientras estaba en su casa con Alejandra Brondo, su esposa. Terminó internado en estado de coma en el Hopital Vera Barros, donde ingresó con un cuadro de neumonía y debió recibir asistencia artificial.

Finalmente, su vida se apagó en la madrugada de ayer. Pero su recuerdo seguirá latente en cada canción.