La madre de Neris asegura que la causa no avanza y será querellante
sábado 26 de enero de 2019 | 7:15hs.
Cuando tuvo que sepultar a su hijo, Lucía Neris prometió mover cielo y tierra en busca de Justicia.
Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar
Podrá -dice- aportar pruebas, proponer medidas y ofrecer testimonios
porque “con él se fue una parte de mi pero con la fuerza que me queda,
buscaré que se haga justicia”.
El crimen del joven de la chacra 247 -en inmediaciones de las avenidas
Jauretche y Andresito de Posadas- fue tapa de todos los diarios de este
país e incluso de medios internacionales, debido a que ocurrió en medio
de los festejos por la obtención de la Copa Libertadores de América, que
a principios de diciembre del año pasado quedó en manos de River tras
ganarle a Boca por 3 a 1 en el estadio Santiado Bernabéu del Real
Madrid.
Nero, como le decía la gente que lo quería y con quien se relacionaba,
era hincha del Millonario. No fanático, pero como todos los
simpatizantes del mundo, también se unió a los festejos ese domingo a la
noche y, en ese contexto, aparecieron los dos hinchas del cuadro rival
que lo apuñalaron luego de un cruce verbal potenciado por las gastadas.
Herido de muerte, corrió con todas sus ganas, buscó ayuda a los gritos,
pero la profundidad de la herida dañó una arteria principal ocasionando
un profuso sangrado y en consecuencia el shock hipovolémico que ocasionó
su muerte.
Esa noche, los sindicados asesinos escaparon hasta que un día después
los capturaron. Son del mismo barrio y conocidos de la víctima. Mas allá
de matar a Nero, sumergieron para siempre a su familia en un océano de
angustia y dolor en el que es bastante difícil mantenerse a flote.
“Es casi imposible mantenerse a flote, diría yo. Siempre observarlo
desde afuera y ahora tener que vivirlo personalmente es insoportable
porque como madre necesito tener respuestas de la Justicia, pero esas
respuestas no llegan, por lo que uno se desespera. En todo momento está
presente el miedo de tener que ver en cualquier momento a alguno de los
asesinos en la calle, porque los criminales tienen todas las garantías,
siempre, pero qué hacemos las víctimas”, cuestionó Lucía Neris.
Investigación y pericias
Los acusados de haber cometido el crimen son hermanos: Augusto (26) y
José A. (18). Cinco días después de ser detenidos y con evidencia de
peso en su contra, se presentaron ante el titular del Juzgado de
Instrucción Seis, Ricardo Balor, pero se abstuvieron de declarar en la
instancia indagatoria evitando de esa forma hablar de lo que ocurrió esa
noche.
El menor de los implicados fue imputado por el delito de homicidio
simple, porque estaría confirmado en base a testimonios y elementos de
prueba que fue el autor de la estocada mortal, en tanto que en el mayor
la acusación sería transitoria siendo investigado como el que originó el
enfrentamiento y podría ser considerado participe necesario.
Eso aún no se resolvió por lo que los sindicados asesinos permanecen
detenidos en dos dependencias policiales distintas. El magistrado que
lleva adelante la causa espera informes resultantes de una serie de
pericias para avanzar en el expediente, entre ellas el análisis del
material genético que levantaron del cuchillo utilizado y de algunas
prendas de vestir con manchas que serían de sangre, incautadas en los
allanamientos que hicieron en sus domicilios.
Una vez que termine la feria judicial -febrero- se podrá continuar con
la judicialización de testimonios vertidos en el ámbito policial, tanto
por amigos de Neris que intervinieron posterior al episodio como por
allegados de los jóvenes implicados.
En los últimos días de diciembre declaró el abuelo y un hermano de
Neris, puesto que ambos habían tratado de reanimarlo cuando estaba
desvanecido en sobre la vereda e incluso se ocuparon de buscar un auto
particular para llevarlo al hospital debido a la demora de la
ambulancia.
Dos acusados
Sobre los detenidos, cabe recordar que fueron detenidos por efectivos de
la Seccional Decimotercera y la Dirección Homicidios de la Policía de
Misiones. Uno de ellos cayó camino a su trabajo mientras que el otro,
durante el allanamiento realizado en su vivienda en la que también
encontraron el cuchillo de 30 centímetros de hoja, en el pozo de un baño
tipo letrina.
En base a la reconstrucción que hicieron los investigadores, estaría
probado que después del partido se produjo un entredicho, Neris
pretendió escapar pero recibió un puntazo a la altura de la ingle, que
perforó la arteria femoral y se desangró.