Harán competencia en busca del mejor preparador de tereré

Reconocidos en el vecindario por su trabajo, empeño en estudios e ideas originales, los Oettel son una marca local en Campo Grande. José, padre de la familia, viene organizando un Museo de la Memoria Familiar desde hace años en su casa. Los espacios en buena proporción están ocupados por antigüedades, herramientas, electrónicos de la primera hora, antiguas lámparas, instrumentos musicales y otros elementos.
Y los rigores de la temporada y su pasión por proponer nuevas ideas en la localidad los lleva a reiterar la experiencia del anteaño pasado: el tereré bajo la enramada. En un amplio y bien cuidado patio, de generosa sombra y donde la familia anfitriona despliega todo tipo de bondades: cantan y hacen música, invitan bocados caseros, comparten frutos de granja; hospitalidad a pleno.
Esta vez la invitación al denominado Tereré Guazú es para intercambiar saberes populares. El sábado 9 y domingo 10 de febrero los amantes del tereré podrán mostrar y compartir con el auditorio -que nunca es poco- las fórmulas de sus preparativos de la tradicional infusión estival. Tipo de yerba, elementos utilizados, hierbas y bondades que se utilizan para saborizar. Habrá absoluta libertad para que en pocos minutos el “maestro tereresero” cuente su historia de prácticas con la infusión.
Habrá un jurado especial así como importantes premios. “No es un festival del tereré, del que ya hay varios en la provincia y en el extranjero; nosotros modestamente queremos poner el acento en las fórmulas que cada cual supo elaborar a lo largo de su existencia hasta llegar a su receta propia”, dijo José Oettel.
El hombre -descendiente de pioneros germanobrasileños- cuenta con muchos amigos que ya se ubican en línea de largada para protagonizar el original torneo.
“No buscamos el mayor tomador, vamos a escuchar y comparar cómo lo elaboran y convidan su tereré a los entendidos y tradicionalistas”, agregó. Habrá solo dos categorías: damas y caballeros.