El drama de la recaída y el consumo problemático

domingo 23 de junio de 2019 | 6:00hs.
Carolina Biani,  de Córdoba, desde hace dos años está en recuperación.
Carolina Biani, de Córdoba, desde hace dos años está en recuperación.
Hace años que Graciela Benítez (39) está inmersa en un calvario. Su hijo mayor, Richard, de 21 años, es adicto a las drogas desde que iba al secundario. “En ese momento no imaginé lo complicado que sería todo más adelante”, dijo a El Territorio.
La situación comenzó a volverse cada vez más compleja, ya que además de cuidar a sus otros dos hijos, debía pasar por situaciones que ninguna madre quisiera. “Cuando Richard tenía 17 años me cansé de retirarlo de la comisaría golpeado, hecho encima, sucio, y de verlo muchas veces perdido en la droga”.
Fue entonces cuando decidió internarlo en un Centro Reto en la provincia de Córdoba, tarea que no fue fácil. “Antes de irse hizo como una “despedida” de las drogas. Se me escapó pero la policía lo encontró. Lo subí al colectivo dado vuelta, drogado a no poder más. En ese tiempo el consumía pastillas y crack. Viajé todo el camino con una mezcla de angustia y tristeza”, recordó. El joven pasó allí cinco meses.

La lucha continúa
Hace un año aproximadamente tuvo una recaída y Graciela atribuye esto a la falta de apoyo. “El consumo problemático es un tema que no se habla, o se habla poco, sin contar que a mi hijo le cuesta conseguir trabajo, está marcado por la sociedad que no entiende que es una enfermedad y no un estilo de vida que él eligió”.
Actualmente el joven asiste al psicólogo cada ocho días debido a una gran depresión y se encuentra medicado por los síntomas de pánico, abstinencia e insomnio. Antes de llegar a terapia, intentó suicidarse en varias oportunidades ingiriendo pastillas o tratando de ahorcarse.
Además vivió situaciones violentas con otras personas que intentaron hacerle daño en la vía pública y eso contribuyó a su estado depresivo. “Hace más o menos dos meses, él estaba con abstinencia, escuché un ruido en su habitación como que cayó algo pesado y cuando entré lo encontré con un cinto ajustado a su cuello al tope, estaba desmayado”, recordó Graciela.
Por eso, cada día teme lo peor. “Es vivir un día a la vez, no sabemos qué pasará mañana realmente", expresó. Actualmente la apesadumbrada madre es parte de un grupo de ayuda denominado Familiares de Adictos en Lucha de Eldorado (Fael), donde es contenida por otros padres que pasan por situaciones similares o peores.
Así, el grupo se reúne un fin de semana al mes, no solo para contar sus historias, sino también asesorarse legalmente sobre los derechos que poseen adictos y familiares.