El acusado por la tragedia de Liniers firmó un abreviado y no irá a prisión
viernes 22 de febrero de 2019 | 3:00hs.
El acusado por la tragedia de Liniers firmó un abreviado y no irá a prisión
Por Carlos Manuel Cardozo fojacero@elterritorio.com.ar
Ocho meses estuvo preso Leandro Ibarra durante la instrucción judicial por la denominada tragedia de Liniers, siniestro en el que fallecieron cuatro personas en octubre de 2016: Oscar Franco, Mariela Vázquez, Yuliana Vázquez Villalba y Ramón Velázquez.
Y pese a que el ex soldado tenía cinco veces más de alcohol en sangre de lo permitido y los intentos por juzgarlo por homicidio simple, ese tiempo de encierro es lo único que cumplirá. En la jornada de ayer se conoció que accedió a un juicio abreviado, en el que reconoció su culpabilidad.
Según la resolución a la que tuvo acceso El Territorio, firmada el miércoles por el Juzgado Correccional y de Menores Uno, el joven fue condenado a “tres años de prisión en suspenso e inhabilitación especial para conducir todo tipo de vehículo automotor, por el término de ocho años” por homicidio culposo en cuatro hechos y lesiones graves en dos hechos.
“Nos volvieron a destruir”
La medida judicial fue recibida de la peor manera por los familiares de las víctimas, quienes esperaban cruzarse con el acusado en un juicio oral y público. Dolidos, comparecieron en la víspera ante el juzgado, donde los notificaron formalmente de la decisión
.
“Hablando mal y pronto arreglaron todo entre ellos detrás de un escritorio. Hoy -por ayer- nos comunicaron que él se declaró culpable, que nada podemos hacer y que por más que pidamos o apelemos, la sentencia está firme”, dijo en comunicación telefónica Beatriz Cabral, esposa de Oscar Franco.
“Para nosotros fue un golpe bajo, un golpe duro. Nos volvieron a destruir la poquita esperanza que teníamos, porque venimos destruidos desde el primero de octubre del 2016 cuando ocurrió la tragedia y por todo lo que tuvimos que pasar para poder sobrevivir y levantarnos”, siguió la mujer.
Cabral relató lo duro que fue criar a su pequeña hija sin su marido y luchando para lograr una justicia que, cree, no llegó. Además agregó que los demás familiares, con quienes se comunica constantemente desde que ocurrió el hecho, están igual de doloridos por este desenlace.
“Es una pena muy baja porque se perdieron cuatro vidas. De la manera que sucedieron y lo que causaron estas muertes nosotros no nos vamos a recuperar nunca más, en mi caso yo tuve que ir a reconocer los cuerpos totalmente desfigurados”, continuó indignada la entrevistada.
Accidente y proceso judicial
Leandro Ibarra, quien prestaba servicio en el Ejército Argentino, fue condenado por el siniestro vial ocurrido el sábado 1 de octubre, cerca de las 21, en el kilómetro 31 de la ruta provincial 17, en el que murieron las cuatro víctimas señaladas. El Peugeot 206 que conducía chocó frontalmente contra un Fiat Uno que era manejado por Oscar Alberto Franco (31).
El acompañante del imputado, Ramón Velázquez, falleció de forma instantánea, al igual que el conductor del Fiat. En el auto de Franco también murieron Mariela Mabel Vázquez y su pequeña beba de un año y tres meses llamada Nahir.
El marido de la mujer y padre de la niña, Fabián Villalba, sufrió múltiples lesiones y roturas óseas, por lo que tuvo una ardua recuperación en el Hospital Madariaga, con el pesar de la muerte de su familia. En el vehículo también iba Celeste Scherer (18), otra de las víctimas sobrevivientes.
El resultado de las pericias en el lugar determinó que Ibarra fue quien invadió el carril contrario en un maniobra tan indebida como brusca, lo que terminó derivando en el encontronazo. Asimismo, se confirmó luego que viajaba ebrio, con 2,5 gramos de alcohol en sangre.
Las pruebas fueron contundentes. Al momento del accidente, los efectivos que actuaron notaron un fuerte aliento etílico y además hallaron una conservadora con bebidas alcohólicas en el habitáculo de su vehículo. Incluso varios testigos declararon haberlo visto tomando en horas previas al siniestro.
Una semana después del accidente -el viernes 7-, el voluntario fue trasladado a la sede judicial para ser imputado por el delito de homicidio y lesiones graves en accidente de tránsito. La medida se concretó luego de que prefiriera guardar silencio a la hora de declarar frente a la jueza Nuria Allou, quien instruyó el caso.
Al día siguiente, la fiscalía solicitó el cambio de carátula a homicidio simple, considerando que hubo intención o al menos dolo eventual en el acusado a la hora de conducir en estado de ebriedad. El principal argumento fue que su acompañante se había ofrecido a manejar el vehículo viendo su estado, algo que rechazó.
La decisión se hizo esperar hasta el 11 de octubre, cuando finalmente la jueza instruyente lo imputó por homicidio simple con dolo eventual, cuatro hechos, y lesiones graves, dos hechos y determinó su traslado a una cárcel común. La pena para ese delito prevé desde 8 a 25 años de cárcel.
Pero la Cámara de Apelaciones anuló la preventiva porque consideró que la magistrada no acreditó correctamente los riesgos procesales existentes para fundamentar la medida a mediados del 2017.
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