Dos peritos marcaron el inicio del juicio por la muerte de Topo Cabrera

viernes 16 de noviembre de 2018 | 5:00hs.
Dos peritos marcaron el inicio del juicio por la muerte de Topo Cabrera
Dos peritos marcaron el inicio del juicio por la muerte de Topo Cabrera
Después de varias postergaciones, finalmente el día llegó y ayer por la mañana Rocío Fiorella Santa Cruz (33) se sentó en el banquillo de los acusados para responder ante la Justicia por la muerte del motociclista y empleado municipal Ramón ‘Topo’ Cabrera (53).
El debate oral y público comenzó minutos después de las 9.15 en la sala de audiencias del Juzgado Correccional y de Menores Dos, ubicado en el Palacio de Justicia de esta capital provincial.
El primer paso fue la lectura del auto de elevación a juicio, en el cual se consigna que el hecho que ahora se ventila en debate ocurrió el 31 de enero de 2016, minutos antes de las 5.55, sobre la avenida Quaranta, casi calle 109.
Sobre esa arteria transitaba Santa Cruz a bordo de un Peugeot 408 en sentido este-oeste hasta que embistió la motocicleta de Cabrera, quien como consecuencia de ello cayó sobre la cinta asfáltica y falleció producto de las lesiones sufridas.
Santa Cruz, en tanto, continuó su marcha y se dirigió hasta su casa en el barrio 55 Viviendas, hacia donde la Policía llegó tiempo después a partir del relato de testigos, especialmente el de un taxista que había observado el hecho.
De acuerdo a las pericias contempladas en el expediente, el Peugeot circulaba a una velocidad de 68,58 kilómetros por hora y Santa Cruz fue sometida a un test de alcoholemia recién cerca de las 11 de la mañana. Ese examen arrojó 0,88 puntos, pero el cálculo retrospectivo estima que al momento del hecho tenía 1,45 puntos. En ese momento lo máximo permitido era 0,5 y tiempo después se aprobó la ordenanza de Alcohol Cero en Posadas.
Los demás estudios incorporados a la causa indicaron que Cabrera también estaba alcoholizado con 1,59 puntos y que la causa de muerte fue un politraumatismo encéfalocraneano con desnucamiento. 

Silencio y paso a testimoniales
Luego de esto, el magistrado a cargo del proceso, César Raúl Jiménez, declaró abierto el debate y llamó a la acusada al estrado.
En esa instancia, el juez le brindó a Santa Cruz la posibilidad de brindar su versión de los hechos, pero la abogada y ex Miss Argentina decidió abstenerse de declarar, tal como lo ampara su derecho. No obstante, aseguró que el transcurso de las audiencias y cuando considere oportuno, lo haría.
A partir de ahí comenzó la ronda de testimoniales y el primero en comparecer fue Claudio Ferreyra, esposo de Santa Cruz, quien ante las partes recordó lo sucedido durante esa mañana después del hecho y también aprovechó la oportunidad para hacer algunas aclaraciones que consideró importante (ver “Me dijo que no sabía...”)
Pero, sin dudas, lo más destacado de esta primera jornada giró en torno a la declaración de los otros dos testigos que habían sido citados.
Se tratan de los licenciados en Criminalística, Juan Carlos Vázquez (perito policial) y Rubén Rodríguez Dos Santos (perito de parte), quienes expusieron sus informes realizados en el marco de la investigación del hecho y aportaron sus conclusiones.
Vázquez comenzó leyendo su informe, en el cual consignó que Santa Cruz circulaba a 68,58 kilómetros por ahora, cuando la máxima sobre la avenida Quaranta es de 60, mientras que la velocidad de la motocicleta de Cabrera no pudo ser determinada.
Sobre el impacto, el perito explicó que la parte delantera del vehículo embistió la zona media de la moto y consideró que la causa del siniestro se trató de un factor humano, ya que Santa Cruz, entre otras cosas, no guardó la distancia prudencial.
A partir de ahí intervinieron tanto la fiscal María Laura Álvarez como el letrado defensor de la imputada, Eduardo Paredes, acompañado de José Luis Rey, quienes interrogaron sobre determinados puntos que consideran clave.
Uno de esos puntos fue el casco protector de Cabrera. Tras una pregunta de la fiscal, Vázquez señaló que “no se pudo establecer si él llevaba puesto o no el caso al momento del impacto”, aunque luego expresó que “si lo llevaba puesto también pudo haber pasado que se le salió en el impacto”.
Paredes ahondó en la cuestión del casco y en si el artefacto se encontraba en condiciones. Al respecto, el perito señaló que el casco no estaba homologado y se trataba de “un caso de media seguridad que protege la cabeza, pero no totalmente. No estaba preparado para evitar una fractura de cráneo”.
Vázquez también indicó que los cascos no homologados o con la homologación vencida, tienden a salirse de la cabeza.
Ante otra consulta de Paredes, el perito explicó que los airbags del Peugeot no se abrieron porque el “impacto que realiza el auto fue un contacto leve porque no produce deformación de los ejes de la motocicleta”.
Por último, Vázquez también fue consultado por la luz trasera de la moto de Cabrera, ya que la defensa considera que el siniestro se dio en un lugar oscuro y eso pudo haber influido.
“Por los daños materiales resulta imposible determinar, no se puede establecer si la luz trasera funcionaba o no funcionaba”, indicó al respecto.
 Luego fue el turno de Rodríguez Dos Santos, perito de parte, sobre quien se puntualizó en la cuestión de la velocidad en la que circulaban los vehículos y en la diferencia registrada en ello, que es lo que marcaría la violencia del choque.
A igual que Vázquez, este perito señaló que la velocidad de la moto no pudo ser establecida, pero en contrapartida a su colega estimó que la diferencia entre ambos rodados habría sido de entre 10 y 15 kilómetros por hora.
“Se estima que el impacto no fue fuerte, sino que desplazó a la moto, la empujó. No fue un impacto muy fuerte porque no hay mayores daños en el auto y la moto”, argumentó.
Por último, le consultaron las circunstancias en las que se produce un desnucamiento y al poner en comparación con el hecho Dos Santos consideró que “el efecto latigazo se produce, pero no sé si produciría lesiones tan graves porque no fue muy fuerte el impacto”.
Sin embargo, sobre este punto serán más claros y específicos los profesionales médicos forenses que comparezcan en las próximas audiencias.
El juicio continuará el martes, a partir de las 9, en la misma sala de debates. Se prevé la declaración de al menos seis testigos más, entre ellos los policías que intervinieron en el hecho y practicaron el test de alcoholemia a la imputada.
Santa Cruz está imputada por homicidio culposo, que prevé penas de hasta 5 años de cárcel.

“Me dijo que no sabía qué pasó”

Claudio Ferreyra, marido de la imputada, fue el primer testigo en declarar y en esa instancia recordó que “yo estaba en mi casa esa noche previa. Mi señora me comentó que iba a salir con unas amigas. Habrá sido a las 6 de la mañana cuando me despierto y veo que justo llegó. Veo un daño en el auto, que lo habíamos comprado hace diez días, estaba en trasferencia todavía. Habíamos hecho un esfuerzo para comprarlo y me enojé, le recriminé, pero ella me dijo que no sabía qué había pasado y comenzó una discusión”. El hombre señaló que después de eso se fue de la casa y en compañía de un familiar trató de recorrer el mismo trayecto que hizo su esposa para intentar ver qué pudo haber pasado, pero en medio de ello reflexionó sobre la situación y le pidió a una amiga de Santa Cruz que vaya hasta su casa para acompañarla. Fue en ese interín que la Policía llegó a su casa y Ferreyra recordó: “Volví y fue ahí donde me enteré de la situación. Querían inspeccionar el auto y el auto estaba a la vista. Nunca quisimos ocultar nada”. Por último, manifestó que “los medios nos estigmatizaron un poco, sobre todo a mi señora, injustamente” y aclaró que “desde el momento que sucedió la tragedia la preocupación principal era buscar un resarcimiento para la familia, principalmente, teniendo en cuenta que obviamente teníamos un seguro, pero los seguros suelen tardar bastante y tuvimos constantemente tratando de que el seguro responda, fue en ese marco que decidimos, en el marco de la Ley y ante la espera incierta del seguro, hacer el ofrecimiento de reparación integral, aclaro porque por ahí esto se malinterpreta”. “Nosotros nos solidarizamos, sabemos que es un hecho lamentable, una desgracia que sabemos que la familia lo sufre mucho, nosotros también y estamos acá para saber la verdad de los hechos”, culminó.


“Pensé que iba a pedir disculpas”

Desde el principio hasta el final, Irene Pare, viuda de Cabrera, presenció el debate acompañado por familiares que la contuvieron cuando las lágrimas ganaron terreno. El miércoles Irene había conversado con El Territorio, donde manifestó la negativa de su familia ante el ofrecimiento de $600.000 como compensación económica bajo el principio de oportunidad que recibieron previo al inicio del juicio. “Claro que no vamos a aceptar, si la estoy esperando hace tres años, mañana -por ayer- la voy a estar esperando”, había expresado. Y ayer, culminada la primera jornada, Irene volvió a hablar con este matutino y señaló: “Me tomé muy mal este inicio. Yo a ella nunca la había visto. Creí que iba a ser un poco más humana, pero ni siquiera nos miró. Pensé que iba a ser capaz de pedir disculpas, pero no”. “Ellos en ningún momento me dijeron que el dinero era porque el seguro iba a tardar. Esto lo hacen porque ya no saben qué hacer. Le están buscando la vuelta a todo”, agregó. Y expresó que “ella nunca se comunicó, nunca se interesó. Ella sabía que él -por Cabrera- era el único sostén de la casa, pero nunca se interesó. Quizás si perdía perdón desde el principio ni se llegaba a esto. Pero ahora espero que todo siga de nuestro lado, que la Justicia vea bien lo que está pasando”.