¿Dónde ha ido al sol?

miércoles 03 de julio de 2019 | 1:00hs.
¿Dónde ha ido al sol?
¿Dónde ha ido al sol?
Agustina Rella

Por Agustina Rella sociedad@elterritorio.com.ar

Sol, luna y un mundo lejano lleno de estrellas, galaxias y astros en general forman parte de creaciones poéticas, leyendas, canciones y refranes. Hoy gracias a la astronomía y la tecnología aplicada a ella podemos acercarnos mucho más a ese cosmos y gracias a la astrología entender algunas cuestiones más carnales, sin dejar de asombrarnos.
Ayer el eclipse de sol acaparó todas las miradas como uno de los fenómenos astronómicos más destacados del año.
A pesar del mal clima, que afectó tanto a Misiones como por ejemplo a Antofagasta, Chile, donde se vería por completo el fenómeno, millones de personas siguieron el minuto a minuto desde transmisiones en TV, online, noticias y hasta memes por las redes sociales.
En Posadas, las nubes obligaron a guardar los telescopios y resguardados de la llovizna dentro del Observatorio de las Misiones, el grupo astronómico Cielo Guaraní explicó a los presentes detalles del eclipse, mientras unos cuantos niños se animaron a fabricar sus propios elementos de avistaje con cartones y papel aluminio. Es que si bien la jornada de ayer se vio truncada por la lluvia, el 16 de diciembre de 2020 puede haber revancha con otro eclipse que se avecina, en esta oportunidad parcial.
Además, tal como detalló Alejandro Sommer, referente de Cielo Guaraní, también estos artefactos artesanales podrán utilizarse para ver manchas solares o bien para observar el tránsito de Mercurio por el sol el 11 de noviembre próximo.
Por otro lado, lejos de opacar la algarabía, Sommer subrayó que para hacer astronomía “no se necesitan ni telescopios, ni días soleados”, sino que el simple hecho de reunirse a compartir la experiencia ya es por demás positivo. Así, también recordó que la fundación de la que es parte sumó actividades pedagógicas para personas no videntes, que lograron ubicar distintas constelaciones a través de sistemas tacto sensoriales. “La astronomía es poder compartir... es sorprenderse a uno mismo” resaltó, mientras detrás suyo la pantalla iluminaba la sala con los últimos rayos de sol que escapan de la sombra lunar.

El eclipse según los mbya
Tal como recordaron ayer en el centro astronómico del Parque del Conocimiento, los pueblos originarios de Misiones, los mbya tenían una cosmovisión particular de los astros y el universo. En esta línea, quienes nos preceden habitando esta tierra colorada, creían firmemente que por los cielos había un yaguareté suelto corriendo de aquí para allá y cuando tenía mucha hambre, se comía la luna o el sol. Por eso, al observar un eclipse, intentaban distraer la atención de ese yaguareté lo suficiente, espantarlo de alguna manera, para que ‘soltara’ al sol o la luna.
“Hay que volver a nuestras raíces” recalcó Sommer al tiempo que recordó a Buenaventura Suárez, pionero de la astronomía en la región. En este marco, ponderó que si bien se destacan la visión de los mayas o de Galileo Galilei, este humilde sacerdote jesuita misionero, logró, contemporáneamente a Galilei (se estima vivió entre el 1679 y 1750) predecir los fenómenos astronómicos que sucedieron hasta cien años después, que justamente condensó en su obra: Lunario de un siglo.

Un atento millar
El eclipse solar de ayer, en su fase final, atrajo a unas 20 millones de personas en Argentina y Chile y cientos de millones que lo observaron parcialmente en casi toda Sudamérica. 
Cabe recordar que un eclipse solar se produce cuando la Luna, se interpone entre la Tierra y el Sol y logra ocultarlo desde la perspectiva de la Tierra, quedando los tres cuerpos celestes alineados entre sí. El tipo de eclipse solar depende del Perigeo y Apogeo (distancia mínima y máxima de la Luna respecto al centro de la Tierra, en su órbita elíptica). Así, la coincidencia cósmica que permite disfrutar de este particular proceso, es que el Sol es 400 veces más grande que la Luna y se encuentra aproximadamente 400 veces más lejos de la Tierra. Es por esto que la Luna parece lo suficientemente enorme como para cubrir el Sol totalmente durante este fenómeno. Además, como bien aclararon ayer, gracias a esta alineación de los nodos, no sólo tenemos un eclipse de Sol, sino que el 16 de julio habrá un eclipse parcial de luna.
El evento se observa de manera diferente depende en qué lugar nos encontremos, pero se estima ayer estuvo presente en una franja de 130 kilómetros de ancho y recorrió 11.252 kilómetros de Oeste a Este. Comenzó a la mañana al este de Nueva Zelanda. Al atardecer tocó tierra en Chile, cruzó a nuestro país y finalizó en el Río de la Plata ya en pleno ocaso.