Celulitis: los tres errores más comunes que se cometen

lunes 11 de septiembre de 2017 | 1:00hs.
Celulitis: los tres errores más comunes que se cometen
Celulitis: los tres errores más comunes que se cometen

¿Querés combatir la celulitis pero no hay caso? Te alimentás bien, hacés ejercicio y seguís los tratamientos de belleza al pie de la letra, pero es probable que estés cometiendo errores que debilitan todo el esfuerzo.

 

Comenzar a modificarlos es el primer paso para decir adiós definitivamente a esta inflamación del tejido celular, pero también para tener un estilo de vida más saludable.

 

 

“Combatir el sedentarismo está es nuestras manos. Los ejercicios más beneficiosos para combatir la celulitis son los aeróbicos. Por eso un buen comienzo es proponerte salir caminar todos los días, correr, andar en bicicleta o nadar. Si estás en el gimnasio los aparatos que más te van a ayudar son los elípticos, las cintas, las bicicletas o las clases de spinning” explica Fernando Fenelli, Profesor Nacional de Educación Física.

 

“Y, si buscás un ejercicio clave para hacer frente a esta enemiga, no podés dejar de incluir en tu rutina a las sentadillas. Recordá además que, para ser efectivo, el plan de ejercicios tiene que ser continuado y la musculatura estar activa para que los depósitos de grasa se agoten y no vuelvan a llenarse”, agrega.

 

En cuanto al exceso de ejercicio, sucede que al entrenar demasiado el cuerpo se va a preparar para este gran gasto de energía almacenando la mayor cantidad de grasa posible, sobre todo en zonas problemáticas para la celulitis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos de 18 a 64 años dediquen un mínimo de 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.

 

Y, que si se quieren obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades aumenten hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.

 

“Estos son los valores recomendados a nivel internacional, pero ¿cómo nos damos cuenta si nos excedemos? Cada persona conoce su propio cuerpo y su actividad habitual, si el ejercicio que realiza es extenuante e inusual puede provocar lesiones, pérdida de fuerza, inflamación, rigidez, dolor, alteraciones del sueño y, por supuesto, puede sufrir el corazón, no olvidemos que es un músculo y que como tal se esfuerza. Por lo tanto, cualquier programa de entrenamiento debe adoptarse de forma lenta y gradual, no debe causar dolor o molestias, esa es una señal de que se debe reducir su intensidad y/o cantidad hasta alcanzar el equilibrio e ir incrementando poco a poco la duración e intensidad del trabajo físico”, aclara el Dr. Néstor Vincent.

 

 

“El agua compone cerca del 85 por ciento de nuestro cuerpo, es indispensable en los procesos de digestión, absorción, distribución de nutrientes, transporte y desecho de elementos tóxicos. Bebiendo las cantidades recomendables de agua, que son entre 8 y 10 vasos al día, el hígado, los riñones, el sistema digestivo e inmunológico cumplen muy bien con sus funciones, se lubrican las articulaciones y mejoran la resistencia de los ligamentos”, indica la Dra. Silvia Caminotti de Figurella.

 

Se recomienda ingerir agua sola, ya que cualquier otra forma como tes, aguas saborizadas o gaseosas incorporan también estimulantes para el sistema nervioso central (mateinas, teinas, cafeínas), azúcares o edulcorantes artificiales. Por eso, quienes toman muchas infusiones o termos de mate diarios no deberían contabilizarlas como parte del plan de hidratación”, asegura.

 

Desde luego, también hay alimentos que favorecen el drenaje y ayudan a eliminar residuos del organismo. Cereales integrales, mijo, avena, trigo sarraceno, quinoa, arroz integral, algas en pequeñas cantidades, legumbres, semillas de sésamo, calabaza y girasol están en la lista. Entre las verduras y frutas se recomienda consumir zanahoria, calabaza, cebolla, apio, zapallitos verdes, perejil, pepino, lechuga, achicoria, rúcula, tomate, limón, uva, alcachofas, espárragos y manzana.

 

Además, los condimentos como cúrcuma, comino, canela, también son buenos aliados. Pero eso no es todo. “Para eliminar toxinas, podemos realizar un jugo con: 3 zanahorias, ½ pepino, ½ remolacha y medio limón. También aconsejamos empezar el día con media taza de agua tibia más el jugo de un limón recién exprimido en ayunas, siendo este un excelente depurador”, dice Caminotti.

 

 

Además, esta postura dificulta el retorno venoso, favoreciendo la retención de líquidos, la mala circulación y por lo tanto contribuye a la aparición de celullitis”, explica Vincent.

 

De la misma manera la ropa ajustada no es una causa directa de la aparición de la celulitis, pero es un factor más que coadyuva en su formación porque también impide la correcta circulación de la sangre y además porque la presión de las prendas ajustadas contra piel afecta la micro circulación intracelular y evita además que se eliminen las toxinas. Por eso siempre es bueno mantener exfoliada la piel y si existen problemas previos de circulación se recomienda utilizar medias de compresión que mejoren el retorno venoso en los miembros inferiores.