Catarata de visitantes

La Maravilla natural está ahí, imponente. Depende el día, si hay sol, nubosidad u alguna llovizna, se lava la cara y siempre recibe con una sonrisa a los visitantes. Casi simultáneamente empiezan a aparecer algunos ejemplares de la fauna y despierta la flora. Y ante semejante convite, los turistas comienzan a multiplicarse. Según datos que maneja el Ministerio de Turismo de la provincia, las plazas hoteleras en esta primera quincena del año en la Ciudad de las Cataratas llegan al 85% y sirven como sostén para los paseos por otros puntos de la tierra colorada. Un guiño para alimentar al turismo interno en pleno verano (más información, página 7).