Autonautas: una historia de ojos atentos, de pueblos y río

El viaje no es sólo trayecto. Es el viajero que vive, observa con todos los sentidos, entra en la travesía y se transforma. Y es también la narrativa de esa experiencia en movimiento. Con esta premisa tomó forma Autonautas en viaje atemporal por la Megapotamia, una idea y producción de la compañía teatral Le Feu, de Entre Ríos, que convocó para esta propuesta a artistas de la región.

Así el elenco se integró con los actores Gustavo Bendersky y Melina Forte de Le Feu y se sumaron Laura Saavedra de Formosa y Mariela Iparraguirre de Misiones, y Carolina Gularte en la dirección de actuación.

La obra que tiene dramaturgia original colectiva se presentó por distintas salas del NEA a partir de su estreno el año pasado, mientras que desde el jueves gira por Misiones.

El arranque fue en el Día de la Patria en Espacio Reciclado de Posadas, en tanto ayer salió a escena en Campo Grande. Hoy la función es a las 21 en Vortix de Montecarlo y mañana es la última posta, a las 20.30 en el centro cultural La cabaña de los Muñecos de Puerto Iguazú.

Todas las funciones son gratuitas y a la gorra y con apoyo del Instituto Nacional del Teatro.  

Cortaziano motor   

El disparador de esta aventura teatral fue vivenciar un viaje por el litoral subiendo el río hasta Misiones, visitando pueblos y ciudades costeras, conociendo a la gente y anotando cada imagen que regalaba el día.

 La inspiración fue el libro que Cortázar escribió con su esposa Carol Dunlop Los autonautas de la cosmopista.  

 “El grupo Le Feu tiene esta idea y convoca a los actores a realizar juntos este viaje como parte de una investigación teatral, y así suben en auto la costa del Paraná prestando especial atención al camino”, relató Gularte y añadió: “La idea se basa en el libro de Cortázar y Dunlop que entre tantas cosas plantea que cuando se viaja no se percibe la esencia del lugar”.

 La obra, sostuvo, “se hace amiga del público, porque tiene humor, ternura, tiene un mensaje de cuidado de la naturaleza, porque en algunos puntos se veía muy fuerte la contaminación, todo esto hace a la obra muy humana y muy ligada a la tierra, al paisaje y a la gente”.

 Asimismo, reflexionó, “esta historia, que si bien nace de una experiencia real es una ficción, nos trae al presente, a vivir en el ahora, nos invita también a viajar, a salir a conocer y a tener curiosidad por aprender de otras personas”.