2020-10-13

Román o la alquímica transmutación al amor sin rótulos

Por Silvia Godoy

Por Silvia Godoy sociedad@elterritorio.com.ar

Es antinatural intentar controlar lo que se siente, plantea uno de los protagonistas de Román, película escrita y dirigida por la misionera Majo Staffolani (30), que recorrió festivales en los cinco continentes y hace unos días tuvo su estreno comercial nacional en la plataforma de streaming Cine.ar Play.

La cinta franquea el dédalo de las preguntas imperiosas que solemos obviar responder. Aquellas que nos llevan a descubrir que el oráculo es en realidad un espejo.

De los mandatos y sus rutinas, del estanque de energía quieta en que nos transforma la comodidad y de la redención que entraña un gesto pequeño y heroico de autonomía como es el amor habla Román, entre otros muchos tópicos.

Se trata de una película filmada íntegramente de manera independiente, desde una perspectiva feminista y cooperativista, dice la realizadora en una charla telefónica con El Territorio desde su casa en Buenos Aires. Y explicará que en tantos encuentros audiovisuales y en tantas salas de tantos países y oyendo voces en distintos idiomas aprendió que una película lleva en sí otras películas.

“Una película es la que se escribe, otra película es la que se graba y es otra la que se edita, en cada proceso narrativo hay una adaptación y yo le agregué una cuarta etapa que es la devolución del público. Las personas me han hecho reflexiones tan ricas, tan espontáneas y tan profundas que entendí que una película se reescribe constantemente”.



Tenemos a ‘Román’ en formato on demand

Sí, la película está disponible desde el 8 de octubre en la plataforma Cine.ar Play, que nos permite estrenar en tiempos de pandemia en que no podemos ir al cine. Román se filmó en 2018 y hace un año y medio se viene presentando en muestras y festivales de los cinco continentes y ya era hora de que tenga su estreno oficial en casa, estoy muy contenta con esta oportunidad. La película tuvo un recorrido largo y en tiempo récord, se vio en más de 65 festivales y muestras de distintos países y ha impactado positivamente. Román es un tipo de 50 años, casado con Laura y tiene una hija, Cata, él está casado hace mucho tiempo y trabaja en una inmobiliaria. Ama profundamente a su familia y tiene una vida aparentemente sólida y estable, hasta que llega Lucas a su vida y viene a trastabillar todo eso que él tenía como seguro. Siempre pienso que es mejor estar en crisis que no estar en nada.

Sucede esto de acostumbrarse a lo ya conocido y postergar lo que puede incomodar...

Es que la rutina conduce a lugares horribles, nos vamos acostumbrando y cuando nos dimos cuenta pasaron 30 años y quizás seguimos con una pareja sólo por costumbre y no ya porque la seguimos eligiendo. Román tiene una relación de mucho cariño con su esposa, pero llega un amigo de su hija, un chico 25 años menor que él y no puede evitar enamorarse, fugazmente viven una relación en la clandestinidad.

¿Es una historia rupturista de mandatos? Indaga sobre el sentido de la rutina, de las normas, del conformismo, se pregunta por la construcción social del amor, ¿también es rupturista en cuanto al capitalismo?  

En realidad no sé si va contra el capitalismo, yo voy por el lado de que se supone hoy que a los 50 años tenemos la vida resuelta ¿y qué pasa si a esa edad te hacés preguntas?, ¿por qué las preguntas por el sentido de nuestra existencia sólo están bien a los 20 años? Deberíamos poder hacernos estas preguntas en cualquier momento de la vida, siempre es un buen momento para pensarnos y para poder en más, cambiar o no. Román es una película LGBT, pero también da el espacio para replantear si ese trabajo al que le dedicamos horas y horas, si esa pareja con la que convivimos y nos vamos a dormir, si esa persona que se mira al espejo es realmente lo que queremos. Son preguntas que no solemos hacernos tan seguido y son preguntas fundamentales.   

¿Es un mensaje optimista el de Román?

Arranca con una persona dormida, que respira porque el aire es gratis que no se replantea nada, que la vida le pasa por al lado, pero la llegada del amor hace pararse en otro lugar, de alguna manera se siente vivo de nuevo. Sí creo que es optimista porque la película empieza con un personaje y termina con un personaje transformado. Empezamos viendo una persona sin deseo sin pulsión sin energía y terminamos viendo a alguien vivo, con falencias, con cosas por corregir, con problemas, pero vivo.

La película se rodó en menos de una semana, ¿cómo lograste eso y cómo fue el trabajo en el set?

Es una película que se filmó radicalmente independiente, estuvimos sacando préstamos que hasta hoy estoy pagando. La hicimos en cinco días, en general las películas se filman en cinco semanas, 25 días hábiles y nosotros lo hicimos en cinco días. La fuerza del cooperativismo, de la convicción, de las ganas de contar esta historia, hizo que se pueda. Al lado mío hubo un grupo humano impresionante, 95% de técnicas mujeres cabeza de equipos. Metimos las escenas en tiempo récord, la mayoría de las escenas tienen una sola toma, todo se hizo con mucha adrenalina, concentración y precisión, tiene mucha calidad de imagen, sonido, y las actuaciones son impresionantes.

¿Cuál pensás es la clave para que el mensaje de Román llegue?

En marzo de 2019 me llaman de Londres para decirme que Román había quedado en una sección que se llaman ‘Best of fest’, lo mejor del festival y entre el premio te otorgaban una función más. Y en esa última función estaban personas de British Sign Language, de lengua de señas y la gente hipoacúsica, además del subtítulo podía ver la traducción en lengua de señas y ahí me emocioné y pensé que es una película inclusiva en todas sus formas. Y ese día cuando voy por una escalera contigua a las butacas para salir de la sala me para un señor que tendría casi 90 años, se presenta en inglés y me dice ‘qué lástima no haber visto 30 o 40 años atrás la película, ahora tengo que volver con mi señora y no sé si es lo que quiero’, intercambiamos mail y abrazo, meses después cuando ya estaba en Buenos Aires me manda un mail, me cuenta que habló con su mujer y que ella lo acompañó a mudarse y que estaba viviendo una relación con otro señor que conoció en una red social. Ese día yo me di cuenta que las películas además de entretener tienen una responsabilidad civil tan grande. No, no digo que haya tomado la decisión por ver Román, pero sí que Román lo ayudó.

Sos misionera, en Eldorado diste tus primeros pasos como comunicadora, ¿tenés lazos aún con la provincia, tenés familia, amigos en Misiones?

Nací en Eldorado, soy misionera, me crié en diferentes barrios, pero mi barrio de referencia es el Guacurarí porque ahí pasé la niñez casi adolescencia en la vereda, tomando tereré hasta tarde, compartiendo con todos los vecinos. Nací en el mejor lugar, con la mejor gente, tuve una niñez entrañable y tengo parientes en Eldorado, Puerto Iguazú, Posadas, Piray.  Allá en Eldorado cuando era chica tendría unos 9 años, empecé un ciclo en la tele en el programa El Radar donde le hacíamos preguntas a la gente sobre temas de actualidad. Tuve una banda de punk, dos programas de radio. A los 18 años uno no tiene por qué saber a qué se quiere dedicar, pero si uno busca en lo que le gustaba de niño,  ahí hay un camino. 

Sabés lo que es ser niño o joven en un lugar que pareciera quedar lejos, ¿qué podrías decirles a los chicos misioneros que están buscando su lugar?

Yo les invitaría a que vivan sus hobbies, que les den mecha a todas esas actividades que tanto critican la vida adulta. Yo me vine a Buenos Aires a los 15 años y hoy, que estoy cumpliendo muchos sueños, tengo uno que es muy grande y que es poder participar activamente para que Eldorado tenga una sala de cine. Sin cultura no hay historia y sin historia no hay pasado, sin pasado no hay futuro. Estamos saliendo actores, actrices, técnicos cineastas en un lugar donde no hubo cine, ¿qué podría pasar si lo hubiera?

Perfil

Majo Staffolani nació el 13 de junio de 1990 en Eldorado, Misiones. Es guionista, productora, montajista y directora de cine.

Su ópera prima, ‘Colmena’, se estrenó comercialmente en 2018.

‘Román’ es su segundo largometraje independiente y ganó el Premio del Público a la Mejor Película en el 33º BFI FLARE London LGBTQ+ Film Festival, en marzo de 2019.

Tiene como protagonistas a Carlo Argento, Gastón Cocchiarale, Gabriela Izcovich y Lara Crespo.

Román tiene como productora asociada a Vanessa Ragone, productora ganadora de un Oscar por ‘El secreto de sus ojos’.

La cineasta avanza en el guión de una nueva película, en el texto de una obra teatral y un EP de rap.

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