2019-02-13
Un centenar de vecinos se reunió después de tres décadas
El predio de la iglesia Santa Teresita, en la zona de rural de Jardín América y General Urquiza, fue testigo del reencuentro de un centenar de ex vecinos que se encontraron en las redes sociales luego de una exhaustiva búsqueda y decidieron que, después de décadas, ya era hora de volver a verse. Ninguno de ellos vive en la región de las Tres Colonias, como denominan a la zona donde confluyen Santa Teresita, Naranjito y Alto Verde.
Uno de ellos, Hugo Gauna, logró unir, primero virtualmente, a personas que no se veían desde su infancia, hace 30 o 40 años, y actualmente residen en Buenos Aires, Bernardo de Irigoyen, El Soberbio, San José, Posadas, Garupá, Buenos Aires, Río Turbio (Santa Cruz) y algunos que se quedaron en ciudades cercanas como Jardín América, Puerto Rico o Gobernador Roca. Así comenzó a gestarse la reunión que se concretó días atrás.
“Nos conectamos por Facebook y fuimos sumándonos, en el grupo somos más de 180, subimos fotos antiguas, de nuestros equipos de fútbol y de acontecimientos donde todos participábamos”, contó Hugo a El Territorio.
Partir para mejorar
Hoy estas colonias son territorios prácticamente despoblados, las familias se fueron de a una, detrás de su bienestar. “Nuestros padres nos educaban para salir adelante siempre, al terminar la primaria tuvimos que ir al pueblo a estudiar, acá solamente podíamos ser tareferos o tractoristas y la mayoría de los puestos estaban cubiertos en esa época. Nosotros buscamos nuevos horizontes y nos fuimos de a poco”, recordó sobre cómo fue el momento de partir de la colonia.
“Cuando las compañías Maine y Maori presentaron quiebra, muchos padres de familia se quedaron sin trabajo y hubo que irse”, siguió comentando Hugo.
Testimonios del ayer
El encuentro está en su momento más emotivo y los testimonios de los antiguos habitantes se suceden llenos de emociones y risas. Entre ellos, don Secundino “Tino” Gutiérrez detalló cómo fue el momento en que llegó a esta colonia: “Nací en el 43 y cuando tenía dos o tres años vinimos acá. Vinimos por trabajo, había varias empresas en esta zona, recolectábamos tung, había muchas hectáreas plantadas, pero después plantaron pino y más pino”.
“Cuando ya era grande fui tractorista, trabajé en el secadero de yerba, siempre estuve en Naranjito, acá hice la primera comunión, tuve seis hijas mujeres y adoptamos un varón, ahora ya tengo nietos”, añadió con orgullo sobre cómo era su vida cuando la colonia vivía sus mejores años.
Los niños nacían en las colonias, “la partera era la abuela Clementina y asistía con algunas ayudantes, entre ellas Anastasia, a las mujeres que parían en sus casas”, puntualizó don Tino y siguió: “Hace más de 20 años que no veía a algunas de las personas que fueron amigos y vecinos, encontrarlos acá es muy emocionante”.
Don Paiva llegó desde Paraguay a los 25 años, ganaba dos pesos por día, lo que le alcanzaba para comer bien; después fue mensualero.
Recordó que trabajó en muchos lugares mañana, tarde y noche, más de 20 años en la Cooperativa de Servicios Públicos de Jardín América, adonde llegó de la mano de don Julio Benítez Chapo, pero siempre volvió a la colonia a diferentes empresas, actualmente como cuidador de casas de sus antiguos patrones.
Las mujeres también fueron protagonistas de la época de oro del lugar. Así, Érica Navotka era la vecina que junto a su esposo atendía el local de ramos generales, donde funcionaba también el correo.
“Acá no había luz ni agua corriente, cuando se hacía de noche teníamos que prender la Petromax, mi esposo llevaba la mercadería a la casa de los que nos compraban, todos nos conocíamos y éramos amigos. Los fines de semana nos íbamos a Jardín América porque acá no había mucho para hacer”, rememoró.
Colonia Polana: proyecto para la iglesia
La intendenta de Colonia Polana, Antonia Medina, confirmó a este medio que quiere “declarar al predio y a la iglesia Santa Teresita patrimonio municipal para que esto no se abandone, mejor que sea de todos”, declaró. “Acá tenemos tres iglesias, todas son importantes, pero esta tiene un atractivo especial para la gente: fue construida a mano con piedras y es muy concurrida”, comentó sobre el edificio de singulares características. “Por ahora no podemos invertir nada acá, por eso queremos poner los papeles en orden, creo que este año podremos avanzar con el proyecto, incluso en la Legislatura provincial”, afirmó la jefa comunal.
Te puede interesar