Campañas violentas
Por Martín Medina Politólogo
El referido ex militar sufrió daño intestinal y una grave hemorragia interna, por lo que fue sometido a cirugía en un hospital local antes de ser llevado a San Pablo.
Algunos de los ejemplos
Después de los referidos asesinatos, los disturbios raciales se multiplicaron en incontables ciudades, las protestas contra la guerra de Vietnam se tornaron violentas y extremistas de izquierda decidieron descartar la protesta pacífica para pasar a la resistencia armada.
El clima de violencia política previo a las elecciones de este año sacudió los aires mexicanos. En esta oportunidad, el país vivió la campaña electoral más sangrienta de la historia que asciende a 113 políticos y aspirantes asesinados. Una de las últimas en ingresar a la lista fue Rosely Danilú Magaña, candidata local del PRI en el Estado Quintana Roo, que murió tras haber sido atacada a tiros durante un mitin electoral el fin de semana. Carlos Joaquín González, gobernador del referido Estado, condenó el asesinato de la candidata. Además ofreció una “profunda investigación del caso” y el incremento de la presencia de la policía en los municipios del estado. Además también tuvo lugar el asesinato de Fernando Purón Johnston, candidato del PRI en el estado norteño de Coahuila. El aspirante a diputado recibió un disparo en la nuca cuando se tomaba una foto con un seguidor a la salida de un debate electoral. Purón estaba frente a las puertas de la Universidad Autónoma de Coahuila en Piedras Negras charlando y tomándose fotos con sus votantes, mientras que su asesino aprovechó un momento de distracción para colocar su pistola contra el cráneo del candidato priista y, rápidamente, apretó el gatillo. La secuencia del asesinato quedó grabada por una cámara de seguridad y se volvió viral en las redes sociales.
“No sería esta la primera vez que en Brasil un atentado, como el que sufrió días pasados el aspirante Jair Bolsonaro, cambia el curso de los acontecimientos políticos. Algunos ejemplos son la muerte de Joao Pessoa, quien se desempeñaba como gobernador de Paraíba, en julio de 1930, que abrió el proceso a la denominada “Revolución del 30” y el “atentado de la Rua Tonelero”, episodio estridentemente conducido por los medios de comunicación de entonces en el que la supuesta tentativa de asesinato al periodista Carlos Lacerda culminó, tras acusaciones cruzadas, con el suicidio de Getúlio Vargas 19 días después en el año 1954”, según las explicaciones del investigador Amílcar Salas Oroño, doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. El referido analista político agregó que “es importante observar lo que recubre al episodio del atentado: hay una democracia distorsionada, con actores que asumen una presencia en el espacio público sin estar habilitados para ello. Protagonismo militar in crescendo, ahora en el ámbito de un contexto de competencia electoral, y en continuidad con lo que sucedió al momento de la definición de la Corte Suprema de Justicia sobre el habeas corpus de Lula, o los días previos a la militarización del estado de Río de Janeiro. Empujando esta tendencia, el propio Jair Bolsonaro, militar retirado del Ejercito. Un protagonismo preocupante, propio de un Estado de Derecho desequilibrado. Consecuencias del golpe parlamentario a Dilma Rousseff, hace ya dos años”.
Desde asesinatos hasta tirar zapatos a los políticos
En junio del 2016, el ataque sufrido por la diputada laborista británica y proeuropea Jo Cox, que falleció a causa de los disparos de un hombre en un acto de campaña del referéndum en Reino Unido, se sumó a la lista de políticos agredidos durante campañas electorales.El político ultraderechista holandés Pim Fortuyn fue asesinado en 2002 por un disparo a quemarropa realizado por el ecologista radical Volkert van der Graff durante la campaña electoral de ese año. El autor del citado ataque fue condenado a 18 años de cárcel.
Por su gravedad también sobresale el ataque con disparos sufrido el 8 de enero de 2011 por parte de la entonces congresista estadounidense Gabrielle Giffords, durante un acto electoral en Tucson, estado de Arizona.
En ese ataque, perpetrado por Jared Lee Louaghner, fallecieron seis personas y resultaron heridas otras doce. El atacante fue condenado a cadena perpetua en una prisión federal estadounidense.
El por entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush sufrió en 2008 un intento de agresión en Irak por parte de un periodista que le arrojó un zapato (un símbolo de desprecio en su cultura) y le gritó “perro”. El autor del ataque fue condenado a nueve años en la cárcel por la agresión.
Ese mismo método empleó en febrero de 2010 un activista kurdo sobre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan durante una visita a Sevilla. El zapato no impactó sobre el líder y chocó contra el vehículo oficial al que iba a subir. El atacante fue condenado a 33 meses en la prisión, pero luego fue indultado.
Tartazos