La Nación no toma medidas para agilizar el puente

Se acerca un nuevo fin de semana largo y  los vecinos posadeños y encarnacenos -además de los turistas - siguen sin respuestas sobre lo que ocurrirá en el puente San Roque González de Santa Cruz, que une la ciudad de Posadas con Encarnación (Paraguay).
El caos, las largas colas de espera y las horas perdidas tratando de cruzar el viaducto parecen situaciones normales entre la capital misionera y la de Itapúa, y se intensifican en los días no laborables.
Y es que en esta oportunidad -al igual que ocurrió en Semana Santa- no parece haber previsiones para atender la gran demanda que tiene el tráfico vecinal fronterizo en esos días.
El Territorio consultó a las autoridades nacionales de Aduanas y Migraciones pero no se obtuvieron respuestas, siguiendo la línea de hermetismo que mantienen hace bastante tiempo. Tampoco desde las sedes misioneras de esos organismos hablaron sobre el tema. Y todo da a entender que el escenario se volverá a repetir.

Suplicio parte dos
Los días de Semana Santa que se unieron al feriado en conmemoración del Día del Veterano de Guerra y Caídos en Malvinas (2 de abril) fueron un verdadero suplicio para los turistas o los visitantes correspondientes al tránsito vecinal fronterizo, puesto que el último día no laborable hubo hasta quince kilómetros de fila de vehículos y un promedio de doce horas de espera para trasponer, desde Encarnación, el puente internacional.
El cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad de Encarnación fue el encargado de custodiar la zona ante cualquier situación que derive en la asistencia de turistas.
Incluso, hubo quienes desertaron de la fila interminable y optaron por alojarse en algún hotel y salir de madrugada con la esperanza de que la espera sea mínima.
La mayor queja de los automovilistas es que sólo estaban habilitadas dos casillas para hacer el ingreso a suelo argentino.
Teniendo en cuenta esta situación, se esperaba que las autoridades tomen cartas en el asunto y se habiliten todas las casillas de Migraciones, tal como se había prometido en enero, tras el pedido de los funcionarios paraguayos.
Hasta el momento, esa solicitud no se puso en marcha y para el fin de semana largo que se viene tampoco se adelantó la ejecución de ningún operativo.

Reunión y promesa
El 11 de enero de este año visitó la provincia Mónica Dinucci, directora de Fronteras de la Cancillería argentina, tras una reunión que se realizó en Encarnación con funcionarios paraguayos, en el cual solicitaron una respuesta de las autoridades argentinas.
Dinucci presentó una serie de medidas a aplicar que permitirían descomprimir el caos en el paso fronterizo entre Posadas y Encarnación.
En esa instancia, las autoridades de Argentina y Paraguay acordaron que en el plazo de una semana estarían en funcionamiento todas las casillas existentes de los dos lados del puente las 24 horas. En los últimos meses, esto no siempre se cumplió.
En el mediano plazo, también se acordó ampliar los horarios del tren internacional, que funcionaría de 5 a 21, con el fin de descongestionar el paso entre ambas orillas. Mientras que a mediano y largo plazo se evaluó poner en funciones el control integrado de personas para agilizar el paso en las dos cabeceras.
Empero, meses después, seguimos fotografiando kilómetros de cola, gente descompuesta y una integración fronteriza que de integrada no tiene nada. Paraguay pide -con razón- soluciones, mientras que Argentina -una vez más- no responde a los llamados.

Por Nazarena Torres
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