Una visita que se vivió con pocas palabras y mucha emoción

domingo 31 de mayo de 2020 | 5:00hs.
La pandemia alejó a las familias que no viven en la misma casa, sobre todo recomendó que a los adultos mayores, personas con mayor riesgo de contraer Covid-19, se mantuvieran aislados y tomaran todos los recaudos.
Así, muchas familias dejaron de verse por mucho tiempo. Tal el caso de Luisa y Jorge Ferreyra, que viven en Candelaria con sus familias pero que tienen a su padre, Eleuterio (80) en San Ignacio.
Tanto Luisa como Jorge solían ir a a ver a su padre cada semana para mantenerse en contacto y llevarle víveres entre otras cosas. Cuando se determinó la cuarentena padre e hijos dejaron de verse de manera directa, generando mucha angustia pero con la convicción de que estaban cumpliendo con algo vital: proteger la salud. 
“Fue un día muy emocionante, lleno de lágrimas y felicidad”, arrancó diciendo Luisa. pero rápidamente reflexionó, “aunque no sé si fue felicidad, mis sentimientos están encontrados. Después de dos meses lo pude ver a mi padre y lo encontré más machacado por el tiempo, eso no alegra a ningún hijo”. “Si es cierto que está bien,pero con sus 80, la soledad de este tiempo parece haberle afectado. No es lo mismo un llamado telefónico que el encuentro directo”, juzgó.
Además contó que la situación los sensibilizó más. “Lloré mucho y él también, esta pandemia nos ha hecho mucho daño no solamente a los contagiados y sus familias sino a quienes debemos alejarnos de las nuestras para protegernos. Más aún si son de la tercera edad”.
En esa línea, detalló que su padre que vive solo y, como para muchos otros longevos, “es duro estar solos”.
“Cada día pido a Dios que todo esto pase, pero sé que no depende solo de mí, ni de quienes piensan como yo sino de todos, de cada uno de nosotros. No importa donde vivamos”, dijo, convencida. 
“Lo primero que nos dijimos es te extrañé mucho, te amo, porque no era un momento para muchas palabras sino para que las miradas y el silencio digan lo que cada uno sentía y percibía en ese momento, fue muy, muy lindo y lleno de emoción”, cerró Luisa, conmovida.