viernes 28 de septiembre de 2018 | 7:00hs.
Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar
Un triángulo amoroso se asomó en las últimas horas como principal
hipótesis en la causa que busca esclarecer el atropellamiento de la
pareja conformada por Alejandro (17) y Luzmila (18). El episodio tuvo
lugar el domingo a la noche en la Costanera oeste de Posadas y culminó
con el presunto rapto de la chica, hallada posteriormente en el barrio
Itaembé Miní.
La reciente detención del principal sospechoso, Daniel B. (29), en su
casa del barrio Yacyretá, sumada al secuestro de una camioneta Toyota
Hilux color blanca (dominio ONN866) similar a la descripta por los
heridos -que figura como propiedad de su concubina pero que estaba
guardada en el garage de la vivienda de su padre (conocido empresario
posadeño del rubro seguridad privada) en el barrio Guazupí- permitieron a
los investigadores armar gran parte del rompecabezas que tendría a la
joven como una de las piezas principales.
En base a los elementos colectados hasta el momento, los detectives
creen que la muchacha conocía al sindicado victimario. En esa línea,
suponen que mantenían una relación amorosa paralela a la oficial, por lo
que la reacción violenta del hombre habría sido consecuencia de ver a
la joven con el otro muchacho, que permanece internado pero fuera de
peligro.
Fuentes judiciales informaron a este matutino que el nuevo contexto
permite entender el testimonio de Alejandro, quien desde la cama del
hospital recordó que fue acechado con furia por el conductor de esa
“camioneta, modelo viejo” que minutos después los atropelló de atrás y
aprovechando que se quedó inconsciente sobre el asfalto, llevó a la
chica que apareció desorientada en inmediaciones del club Educación, a
pocas cuadras de donde estaba guardado el vehículo.
Ella, sin embargo, sostiene que no recuerda nada de lo que pasó pero se
cree que es solamente una coartada. En el ámbito judicial esperan que se
recupere de las lesiones para pedirle que amplíe su declaración
testimonial en busca de datos que ayuden a confirmar la hipótesis.
En cuanto al detenido, se anticipó que va a ser indagado mañana por los
delitos de tentativa de homicidio y privación ilegítima de la libertad.
Después se decidirá su futuro procesal.
Pericias confirmaron daños
Los investigadores están seguros que la Toyota Hilux secuestrada en la
cochera de la vivienda de avenida Zapiola casi Quaranta fue la utilizada
para cometer el delito.
Las dudas iniciales se disiparon casi en su totalidad con las pericias
externas que se hicieron casi a la medianoche del miércoles y
continuaron ayer a la mañana en la Jefatura de Policía, ante la mirada
del titular del Juzgado de Instrucción Dos, César Yaya (quien subroga al
juez Marcelo Cardozo, en uso de licencia), y del secretario del
magistrado natural de la causa, René Casals.
Las fuentes ligadas a la pesquisa confirmaron a El Territorio que los
peritos detectaron en la zona frontal del capot una serie de abolladuras
que se corresponderían con la violenta secuencia que dejó heridos a los
jóvenes, además del faltante del deflector acrílico que sería
compatible con pedazos similares encontrados en el lugar donde fueron
atropellados. Más allá de eso, levantaron muestras de diminutas manchas
que podrían ser de sangre.
El resultado de las pericias externas será sumado al de la pericia
odorológica, realizada en el interior del rodado. Con eso se detectarían
vestigios de la jovencita, confirmando con mucho rigor que fue la
camioneta utilizada, agregando más certeza a las que ya se tiene sobre
la presunta responsabilidad del acusado.
Responsabilizaron a un cuidador
Si bien el acusado está detenido -en calidad de incomunicado-, el mismo
día del allanamiento a su casa del barrio Yacyretá, su pareja declaró de
forma testimonial asegurando, primero, que la camioneta no era suya
porque la habían vendido y después, que estaba en poder de un cuidador
de la casa de su suegro.
En ese contexto, el acusado negó haber cometido el delito y también se
manifestó en la misma línea que su pareja, haciendo referencia a que el
cuidador del inmueble de su padre la estaba utilizando.
Las autoridades judiciales fueron hasta la propiedad indicada y
dialogaron con el hombre mencionado, quien reconoció que la utilizó
algunos días de la semana pasada pero la había devuelto el sábado a su
dueño. En ambos allanamientos incautaron varios teléfonos celulares
para verificar si el sospechoso tuvo contacto con la joven.
Un gendarme, la clave
La declaración de un gendarme posadeño fue clave para llegar a la
camioneta buscada. Sin saberlo, el domingo se convirtió en un testigo
fundamental y no del atropellamiento, sino del tránsito del vehículo por
la zona del ataque.
Esa noche circulaba por la zona junto a su pareja y se topó con el
rodado circulando a una velocidad excesiva, por lo que observó con
atención el dominio. Días después, cuando se enteró por los medios de
comunicación lo que había ocurrido, se acercó a la Comisaría
Decimotercera para contar lo que vio, detallando el número de patente a
excepción de un sólo número que no logró recordar.
El trabajo de los investigadores fue cotejar con diferentes dígitos en
busca del correcto y, de esa forma, descubrieron que el vehículo estaba a
nombre de una mujer domiciliada en el barrio Yacyretá. Con esos datos
indagaron en sus redes sociales sobre sus vínculos, detectando que fotos
que había posteado en las que se la veía en compañía de un hombre con
características físicas idénticas a las que describieron los
damnificados.
En función de eso decidieron allanar el inmueble y pudieron confirmar
que el sospechoso es pareja de la mujer y padre de sus hijos. Esa
vinculación derivó en su inmediata detención.