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Se resistió a un asalto a mano armada y casi atrapó al ladrón

jueves 18 de octubre de 2018 | 5:00hs.
Se resistió a un asalto a mano armada y casi atrapó al ladrón
El delincuente fue identificado como Jairo D. M. (22) y hasta anoche permanecía en condición de prófugo.
El delincuente fue identificado como Jairo D. M. (22) y hasta anoche permanecía en condición de prófugo.
El delincuente ingresó con total tranquilidad, observó el interior del local y pidió tres latas de cerveza. El propietario atendió el pedido y, cuando colocaba las bebidas en una bolsa, el falso cliente expresó sus reales intenciones: “Dame toda la plata o te quemo”.
Pero el comerciante manejó la situación con nervios de acero, distrajo al malviviente y ganó segundos vitales hasta que apareció el empleado que estaba en el fondo. Recién ahí el ladrón se vio en inferioridad numérica y exhibió una pistola automática, aunque tomó la decisión de escapar con las tres cervezas como único botín. 
Fueron instantes de máxima tensión y toda la secuencia quedó grabada en el sistema de cámaras de seguridad del autoservicio ubicado en avenida Libertad y calle Río Negro de Oberá, propiedad de Mariano Sedoff (43).
En diálogo con El Territorio, el comerciante relató los detalles del hecho que se registró en la madrugada de ayer y duró apenas un minuto y cuarenta segundos, un breve lapso en el que su vida estuvo en serio riesgo.
Tampoco fue la primera vez que lo asaltaron, ya que en cinco años sufrió tres robos a mano armada, lo que pone en evidencia la creciente inseguridad que avanza en pleno centro de la ciudad.
Las mismas cámaras permitieron identificar al sospechoso, Jairo D. M. (22), quien posee un frondoso prontuario por delitos contra la propiedad y estuvo detenido hasta hace pocos días, según informaron fuentes de policiales.
Ayer, orden judicial mediante, se procedió al allanamiento de una vivienda en el barrio Cien Hectáreas, aunque al cierre de esta edición del delincuente continuaba prófugo. 

Segundos de acción
Sedoff comentó que el sospechoso contó con el respaldo de un cómplice que lo esperaba en una moto, sobre calle Río Negro, tal como él y su empleado pudieron constatar al perseguirlo.
Sobre el robo, mencionó que “el tipo entró tranquilo, no daba indicios de estar alterado y me pidió tres latitas. Justo mi empleado estaba atrás porque fue a buscar unos peluches para reponer la máquina y el otro aprovechó. Capaz pensó que yo estaba solo”.
Fue así que buscó las cervezas y las puso en una bolsa, cuando el ladrón le pidió el dinero.
“Me decía ‘dame toda la plata o te quemo… dame toda la plata o te quemo’, y la verdad que no me puse nervioso. Abrí la caja y agarré la plata, pero le dije que me empecé a sentir mal, como para ganar tiempo. En eso le llamé a mi empleado. Hasta ahí el tipo no había sacado el arma, pero ahí sacó y cargó. Seguía pidiendo la plata, aunque ya éramos dos contra uno y se puso nervioso. En eso me acercó la bolsa, hice como que puse la plata y se escapó”, relató con detalles.
Lejos de amedrentarse, Sedoff saltó el mostrador y junto con su empleado fueron tras los pasos el malviviente.
“Le llegamos a unos cinco metros, pero había otro que estaba esperando en una moto y se escaparon. La verdad que pudo pasar cualquier cosa, pero en ese momento hice lo primero que sentí”, relató.
Incluso, la primera vez que lo asaltaron a mano armada también se resistió y se trenzó en lucha con el ladrón, aunque apareció un segundo y lo golpeó de atrás.
Consultado al respecto, comentó que se niega a atender de noche con la puerta cerrada, porque “así ganarían los delincuentes y no es justo”.
Asimismo, lamentó que el sistema de cámaras de la Policía no está siendo monitoreado por falta de recursos, puesto que se trata de una herramienta importante para combatir la inseguridad. 
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