Misioneros en el mundo

De Misiones a Suecia: una perspectiva de diferentes oportunidades y estilos de vida

La arquitecta misionera Delfina Scotto partió a Estocolmo con la idea de quedarse seis meses, pero encontró un nuevo horizonte y lleva diez años viviendo en el exterior
jueves 11 de abril de 2024 | 18:00hs.
La misionera vive en el país escandinavo desde hace una década.
La misionera vive en el país escandinavo desde hace una década.

Entre los caminos de la vida, a veces los planes iniciales se desvían hacia destinos inesperados. Tal es el caso de Delfina Scotto, una arquitecta misionera que partió a Estocolmo, Suecia, con el propósito de realizar una maestría en Iluminación. Allí descubrió un estilo de vida alternativo y muy distinto al que conocía en la tierra colorada, y en agosto se cumplirá una década de su partida.

“Ya planté bandera acá. Compré un departamento hace tres años. Tengo mi novio sueco, que lo conocí hace cinco años, pero no me vine por amor”, comentó, en conversación con Acá Te Lo Contamos por Radioactiva 100.7

“Me vine a hacer una maestría, que al final nunca la hice ni la terminé, y empecé a trabajar en un local de ropa. Al año, conseguí trabajo como arquitecta y me encantó. Trabajo en un estudio italiano, en Estocolmo, como CEO de la empresa”, relató.

A su vez, señaló que entre sus colegas hay una mezcla interesante de argentinos, italianos, islandeses y suecos, por lo que nunca falta el mate y el kanelbullar, la factura sueca. Su trabajo es coordinar todo el estudio y está dedicado a la arquitectura comercial, manejando marcas internacionales de lujo contemporáneo, es decir, nuevas marcas que quieren ser como Prada, Gucci o Dolce & Gabbana. “Yo les hago todo el roll-out, como si fuese la expansión a nivel mundial. Viajo mucho a Nueva York, a París, a Corea del Sur. Me encanta lo que hago y lo quiero seguir haciendo”, manifestó.

En ese sentido, destacó que Suecia es un lugar muy abierto con respecto al rol profesional de la mujer en el trabajo. “Es como que no hay ningún tipo de jerarquía ni diferencia. Está muy bueno. Ejercer arquitectura en Estocolmo o en Suecia en general es muy agradable”, aseguró. Asimismo, remarcó que se trata de un estilo de vida más alternativo, ya que tiene tiempo para practicar snowboard y skate con su grupo de amigos. “Estoy en un momento de disfrutar lo que tengo”, expresó.

Además, la arquitecta misionera participó el martes del Festival de Culturas Iberoamericanas, con una presentación sobre la evolución histórica de la arquitectura en Buenos Aires. “Fue un éxito. Vinieron más de 100 personas, muchos argentinos que vienen a Estocolmo hace rato, varios arquitectos. La gente se re copó y muere por ir a Argentina. Hicimos un pantallazo de todas las partes del país -noreste, el norte, el sur- y después planteamos la evolución arquitectónica en Buenos Aires porque teníamos solamente una hora. La gente estaba muy copada y fue un éxito”, contó sobre la jornada.

Diferencias

Por otra parte, hizo referencia a las diferencias entre la arquitectura escandinava y la misionera. “La arquitectura minimalista o escandinava es mucho más simple que la misionera. Yo siento que podría ser una muy buena colaboración. De hecho, mi primo trabaja exportando madera y siempre hablamos de este tema. Lo que pasa es que el tratamiento que se le da a la madera en Misiones genera un color diferente que, quizá, con la madera en Suecia se pueden tratar y desaturar los colores de otra manera por el uso de los recursos naturales”, dijo.

“Eso también hace mucho lenguaje porque los colores son desaturados, más grises. Cuando uno piensa en el diseño escandinavo le da mucho carácter, y en Misiones es mucho más amarillento, naranjizo. Entonces, estamos tratando de buscar alguna forma de poder pigmentar la madera y hacerla un poco más desaturada y minimalista para llevar un poco más la onda escandinava a Misiones”, apuntó. “Podemos hablar desde los muebles hasta alguna construcción en el exterior. Son dos temas diferentes. Creo que el mobiliario es mucho más fácil, pero para hacer torres o casas es el tema del tratamiento de la madera, que tiene mucha influencia en el diseño y en el look and feel”, ahondó.

Un estilo de vida alternativo

Si bien son varios los factores que influyen a la hora de emigrar, Delfina Scotto consideró que la escasa luz solar en la temporada de invierno es un punto de inflexión para muchos inmigrantes en Suecia. “Son seis meses muy duros en los que en diciembre ves la luz del sol una hora y media. Para mí está bueno, yo estoy buscando la nieve siempre porque tengo ganas de ir a andar en snowboard. Hacemos siempre actividad física al aire libre y tratamos de aprovechar lo que podemos del invierno, pero hay mucha gente que no le gusta eso”, indicó.

Del mismo modo, analizó que a nivel social la estructura es otra. “Si a mí me echan del trabajo el Estado me paga dos años. Yo tengo que demostrar que estoy buscando trabajo, pero me pagan un sueldo. Por cobertura de maternidad te dan dos años, que lo podés dividir con tu pareja un año uno y un año el otro. La salud hay que pagar solamente 100 euros por año y podés tratarte lo que quieras. Mis amigos tienen hijos y la educación es gratuita, y te pagan los útiles también. Además te pagan por tener hijos, cada mes te dan un importe. Es otro estilo”, describió. “Es muy seguro a nivel gobierno. Me siento muy protegida, si comparamos con la Argentina”, agregó.

Aunque ama la tierra colorada y las tradiciones argentinas, su decisión fue mudarse y vivir en otro país. “Acá hay mucho respeto del espacio, de la independencia. Por ejemplo, cuando voy a Misiones, todo el mundo en el supermercado me pregunta cosas. La gente no tiene ese tipo de respeto del espacio de la otra persona, como que no lo piensan. Eso es lo que me choca mucho cuando voy a Posadas”, contrastó. “A nivel estructural, son diferentes recursos y diferentes cosas. Los dos tienen su encanto. Particularmente, Misiones es una provincia muy linda, muy progresiva, siempre hay nuevas construcciones y hay gente con muchas ideas. A nivel gastronómico es impresionante”, enfatizó.

En este marco, la misionera animó a otras personas a intentar vivir otros estilos de vida en un país que no sea natal. “Supuestamente yo me iba a quedar seis meses en Estocolmo y ya casi estoy hace diez años. Hay que animarse. Está bueno tener otro tipo de perspectiva, no solo de especular y que después el tiempo pase y ya tenés otro tipo de compromiso. Obviamente que fomento muchísimo experimentar, ya sea en Europa u otra parte del mundo, para tener un poco de perspectiva y más oportunidades”, completó.

La cultura argentina en el exterior

Por su parte, la agregada cultural de la Embajada Argentina en Suecia, Silvia Cao, hizo hincapié en que el programa anual de actividades culturales es muy amplio, ya que las iniciativas se presentan con aproximadamente un año de antelación a la Cancillería Argentina. “Hay un montón de argentinos talentosísimos y muy preparados, y eso facilita mucho las cosas. Cada evento hace que uno vaya enriqueciendo la agenda de gente valiosa que se linkea a las actividades programadas para cada año”, distinguió.

Sobre esta línea, anticipó que el lunes 22 de abril se presentarán las obras traducidas de dos autoras imprescindibles de la literatura argentina, Silvina Ocampo y Hebe Ubart, en colaboración con editoriales suecas y el Instituto Cervantes. En tanto, mencionó que se está organizando una actividad con más de diez artistas plásticos argentinos y brasileños, junto a la Embajada de Brasil, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y también se está planificando una muestra con una arqueóloga argentina, que hace varios años trabaja como curadora en el Museo de las Culturas del Mundo.

“En Suecia tenemos un gran interés por la literatura argentina. Hemos traído a Mariana Enriquez, vinieron Camila Sosa Villada y Dolores Reyes. La escritora Virginia Higa vive acá y trabajamos mucho con ella. Andrea Castro es una gran profesora de Literatura en Español que está en la Universidad de Gotemburgo y siempre participa en las ferias del libro locales o en actividades que hacemos en Estocolmo, como talleres literarios o con editoriales”, detalló. Al mismo tiempo, puso el foco en que el Programa Sur de la Cancillería Argentina es una herramienta de ayuda para traducir libros de autores argentinos a distintos idiomas, al que pueden aplicar editoriales suecas, croatas, noruegas, inglesas, entre otras.

Teniendo en cuenta los costos de viajar a Suecia, la agregada cultural de la Embajada Argentina en el país subrayó que el ingenio y la creatividad son claves para evitar generar gastos excesivos a la Cancillería. “Se nota el genuino interés que hay en el arte argentino, que es muy respetado, entonces se arman esquemas colaborativos en los que cada parte pone un poquito y se pueden hacer actividades muy interesantes. Hay que estar abiertos a distintos esquemas, no a un solo formato. Estar en contacto con distintos artistas y profesionales argentinos permite ir organizando un plan de actividades que genera mucho atractivo. Es un sinfín de actividades que tratamos de hacer, siempre aprovechando la riqueza de la gente que tenemos en la jurisdicción”, contempló.

“Lo mismo pasó con Delfina Scotto y los cuatro arquitectos argentinos que dieron una charla fantástica en el Festival de Culturas Iberoamericanas. Nos fue tan bien que seguramente vamos a pensar en una charla para el próximo año”, afirmó.

Desde esta perspectiva, resaltó que hay un gran interés, aprecio y respeto a la cultura argentina. “La Argentina está presente en los festivales culturales más importantes de Suecia. Se valoran mucho los eventos de cine, ya sea en Panorámica que se especializa en cine Latinoamericano, en el Festival Internacional de Estocolmo, en el Festival de Cine en Español en Gotemburgo, o en el Festival de Cine en Malmö. En la medida de lo posible, colaboramos aportando, gracias a la Cancillería, el pago de al menos un derecho de proyección o screen fee”, precisó.

Sin embargo, reiteró que la organización de actividades requiere de un esfuerzo grupal entre varias partes. “Muchos se comunican desde Argentina y no tienen pasajes ni alojamiento, pero hay otros que se comunican porque están haciendo giras. Tenemos un músico muy activo, Alan Haksten, que está en Malmö y en Gotemburgo, y recibió a varios músicos. No siempre se pueden hacer todas las cosas que tenemos propuestas pero, por ejemplo, un músico y dibujante nos escribió para organizar un evento por los 72 años de Charly García y tiene un amigo argentino en Estocolmo que lo aloja”, aclaró.

“Hay que ser creativos para poder generar actividades de calidad con mucha gente que aporta y que pone voluntad de buen corazón. Se le va buscando la vuelta. La Embajada es receptiva a toda la gente que tiene ganas de colaborar porque es la presencia argentina en ciudades que están muy lejos”, explicó.

Pese a no poder estar físicamente en todos lados, la consejera en Suecia puntualizó que cuentan con la suerte de conocer y contactar a personas activas para que se genere un puente. “Muchas veces la actividad empieza a surgir y a crecer cuando uno empieza a hacer el link entre la oferta y la demanda. Lleva mucho tiempo y son muy importantes los contactos que se generan a medida que se conoce gente. Se van presentando oportunidades y eso hace que tengamos una agenda cultural muy intensa. Tratamos de ser flexibles y estar presentes apoyando a los argentinos porque son muy valorados. Es algo que enorgullece un montón”, concluyó.

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