El músico misionero sorprendió con su reflexión al visitar el estudio de Gelatina

Chango Spasiuk: La chipa sin acento y una definición de cultura que rescata el hacer colectivo del pueblo

Más allá de los matices regionales, consideró a la chipa “un gran alimento” y ante las críticas a los artistas expresó que, “la cultura es como un espejo en el cual nosotros nos miramos y pensamos en voz alta”
jueves 11 de abril de 2024 | 13:28hs.
Chamamé y filosofía.
Chamamé y filosofía.

El músico y compositor misionero Chango Spasiuk nos tiene habituados a sus reflexiones agudas, porque suelen estar a tono con un análisis de la realidad sensible, crítico y comprometido y que a la vez emocionan e invitan a pensar ya que posiciona su voz en el campo de lo social y lo cotidiano entrecruzado con sus lecturas, el arte, los viajes y la cosmovisión de un hombre de frontera.   

Y esta vez el filósofo del chamamé asombró a las audiencias citadinas desde el streaming y las redes sociales con una definición de cultura que pone el eje en lo humano, en lo común que hay en las vivencias compartidas de los pueblos.     

El acordeonista estuvo como invitado el miércoles al programa “Hermosa mañana verdad” de la plataforma porteña Gelatina, que conducen Clemente Cancela, Jesicall y Diego Della Sala y se transmite en vivo por Youtube. 

Antes de recibir a Chango, los conductores y columnistas se refirieron a la clásica rivalidad entre chipa, chipá y hasta el importado pan de queso. 

“Gracias por la chipa que me invitaron” dijo Chango al saludar y para que no queden dudas de que el tradicional plato de almidón de mandioca y queso no lleva acento en la última sílaba, en la tierra colorada al menos. 

https://www.instagram.com/p/C5mOSQrvBuE/ 

Aunque, sin ánimos de atizar estas diferencias folclóricas, Chango convino que son matices regionales para nombrar un “gran alimento”.   

“La chipa me encanta, los correntinos algunos le dicen chipá (con acento) y otros le dicen chipa; en Paraguay, cuando iba a Encarnación, enfrente de Posadas, veía que ponían la masa de la chipa alrededor de un palo de escoba y lo apretaban y cocinaban sobre la brasa y cuando sale listo tiene un agujero en el medio y los paraguayos le llaman chipá caburé y los correntinos le llaman chipá mbocá. Está buenísimo porque tiene un agujero la chipa y es ahumada, riquísima”. 

Y continuó: “A mí me encanta la chipa con mate cocido, no se necesita más nada”. 

A su vez consideró que la chipa, “siempre garpa, cuando recién sale calentita y cuando queda dando vueltas por ahí en el auto o en la cocina; es un gran alimento y como es de almidón de mandioca, es una buena opción para reducir las harinas y la mandioca es el alimento arquetípico del pueblo mbya guaraní”.

En tanto, su amigo y columnista Julián Díaz, a su turno, resaltó la generosidad del apostoleño y contó que hace unas semanas lo había cruzado cuando volvía de tocar de manera solidaria para propiciar la ayuda a los afectados por la inundación en Lanús.     

“Él no sabe que voy a contar eso, pero Chango es de los tipos más generosos que tiene la música argentina”, ponderó.  

A lo que Cancela sumó, es que allí se puede ver “lo que importa la cultura”. 

Spasiuk coincidió acerca de la importancia y presencia de la cultura “siempre”.

“Pasa que la gente tiene un concepto de cultura, que pareciera que cultura es, no sé, una orquesta sinfónica tocando para personas de smoking. Y ese es un concepto mediocre de cultura. La cultura es algo que abarca absolutamente todo, abarca por supuesto la orquesta sinfónica y tu relación con esos grandes compositores, pero también abarca la gente tocando en el patio de sus casas, la chipa que estamos comiendo es cultura también y la chipa que alguien come en el interior del país y el mate es la cultura”, consideró y continuó: “La cultura es todo, un mundo de contenidos que se expresa en diferentes herramientas: en el alimento, poesía, música, en la historia, en la palabra, en el sonido en las composiciones”, comenzó su conceptualización.  

“Es como un espejo en el cual nosotros nos miramos y pensamos en voz alta, Atahualpa Yupanqui decía (que la cultura) es como ‘una antorcha que usan los pueblos para ver la belleza en el camino’. Y la belleza no es las formas lindas y estéticas subjetivas que nosotros pensamos, la belleza es esa mirada colectiva sobre la historia que nos atraviesa, y la historia que nos habla a nosotros y de nosotros. Por eso nosotros tenemos una cultura que es una historia en común que tenemos en este lugar del mundo y, hay otras culturas que tienen otros elementos, otras condiciones que generan otros tipos de expresiones que también son bellas y legítimas pero nosotros tenemos estas para compartir al mundo”. 

Sobre el patio de la casa de uno  

Y el artista dio un ejemplo al recordar que en 2004 lanzó su primer álbum internacional para un sello alemán y producido por el inglés Ben Mandelson. “Él me dijo ‘¿qué historia tiene usted para contar?, todos tienen una historia para contar’. El productor grababa música africana, de los Balcanes, de muchos lados y me estaba invitando a mirar el patio de mi casa. Así salió Tarefero de mis pagos, y ahora que estamos acá tomando mate, recordar que el tarefero es quien cosecha la yerba en el interior de la provincia de Misiones”.  

Fue en ese momento y luego de redondear su definición de cultura, que aludió a que cuando se plantea defender los espacios de cultura, “no se está planteando defender un concierto al aire libre gratuito pagado por un municipio y todo eso que que mucha gente critica”, sostuvo y aclaró su punto de vista: “Cuando uno habla de defender la cultura, habla de defender los espacios en los cuales nosotros reflexionamos sobre nosotros mismos que es otra cosa”. 

(Cancela) “Cuando vas a grabar un disco internacional y pensás que hay que internacionalizarse, te dicen ‘mostrá lo tuyo’, ahí está la importancia de lo que decís de la cultura”

“Es que a veces eso que escondemos es lo que el mundo necesita. Digamos, en el contexto global el mundo está esperando que uno ponga su color, su parte, su impronta, sino sería un embole, todo lo mismo. La diversidad no es un problema, la diversidad es un tesoro, y tenemos que poder ver esa belleza en lo que nos rodea, eso que es nuestra cultura, y eso que hay que defender porque es nuestro”. 

De esta manera, ante los ataques a la cultura, a los trabajadores de la cultura, a los artistas, indicó: “Deberíamos invitar a que nos genere misericordia esas pobres miradas sobre lo que creen a veces (las personas) que es la cultura”.  

(Cancela) No te di ni un pie y veo que estás comprometido con la situación, no lo tenemos ni que mencionar…

 “Es que la música no es algo que esté ajeno a la vida, la música, el arte, las expresiones estéticas culturales no son algo separado de la vida de todos los días, es parte de una construcción y cada uno pone en ese contexto colectivo lo que sabe hacer, y eso nos enriquece a todos”.  

(Della Sala) ¿Disfrutas o te da más felicidad hacer música o escuchar música tomando un mate? 

 La felicidad en la música... más que felicidad es un estado de abstracción, de paz. Por ahí buscamos mucho la felicidad pero lo más bello de la música es estar en un vacío pleno. Cuando a veces estás tocando música hay una abstracción en la que desaparecés, no es un trance porque tampoco es tan especial, el músico no es tan especial, todo eso es romanticismo, que yo no creo. Es una abstracción donde el tiempo tiene otra duración, la calidad de ese momento es diferente, por eso no es entretenimiento, es algo de lo que uno se enriquece”. 

Los budistas dicen que cuando hay meditador no hay meditación, es decir, si decis ‘estoy meditando’ no estás meditando, hasta que en algún momento dejas de hablar y desapareces y ahí meditas y en la música pasa algo parecido: mientras digo estoy tocando, veo como suena, pienso si cobre o no cobre, esto vienen del Estado o de un privado (risas), hasta que esos pensamientos se desvanecen en un acorde, en un momento colectivo donde todos tocamos lo mismo, y eso es un regalo y también es un regalo para la gente que se olvida de sus problemas por un momento. 

"Es un regalo"

Chango notó que este momento especial de abstracción y paz puede suceder en un teatro, en un gran escenario de un festival o en un patio, “es un regalo, y un regalo uno no recibe cuando quiere, sino que te sorprende, pero te sorprende también porque estás atento”. 

Chango asistió al estudio junto con el acordeonista Enzo de Martín que forma parte del ensamble para su proyecto Taco y Suela, con quien interpretó unos chamamés en vivo e invitó a sus próximos conciertos: el 19 de abril en el Teatro Ópera de La Plata y el 28 en Niceto en CABA.   

“Taco y Suela es un espectáculo donde tocamos para que la gente baile, y toco junto a un ensamble de un montón de músicos jóvenes. Hacemos música del litoral como chotis, polka, chamamé, canciones para que la gente mueva el cuerpo, no importa si no saben bailar, es patear el piso, dejarse llevar por la música y asisten tanto bailarines que saben bailar estos ritmos como personas que nunca bailaron y se copan igual y se pasa muy bien”, relató Chango.  

Asimismo, el músico estará con su música el 25 de abril en Santiago de Chile. 

https://www.instagram.com/p/C5mOSQrvBuE/

Chango Spasiuk: La chipa sin acento y una definición de cultura que rescata el hacer colectivo del pueblo
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