Policías en el banquillo: Lohn y Boges enfrentan el juicio por el crimen de Reinaldo Andrade en El Soberbio

Más de cuatro años después del asesinato del productor Reinaldo Andrade (37) en un camino rural del Paraje San Ignacio de El Soberbio, finalmente esta mañana, en la sala de debates del Tribunal Penal Uno de Oberá, comenzaron a ser juzgados los policías Matías Esteban Lohn y Fabio Boges, quienes formaban parte activa del Comando Radioeléctrico de la citada localidad. Lohn llegó a esta instancia imputado por homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad y agravado por el uso de arma de fuego, ya que es señalado como autor del disparo que dio muerte a Andrade, mientras que a Boges se lo acusa como partícipe necesario del mismo delito. Estaban de civil en la noche del crimen, en razon de que tenían franco laboral, y más allá de perder sus trabajos, en caso de ser declarados culpables, podrían recibir una condena de prisión perpetua.

En la causa también aparecían como acusados Ricardo Augusto 'Caio' Velozo y Fabián 'Polaco' Sievers, amigos de la víctima y quienes iban en el mismo coche cuando lo mataron de un balazo en la cabeza, tras una supuesta persecución que (según los policías) se inició kilómetros antes. Estaban imputados por el delito de falso testimonio y encubrimiento, aunque no forman parte de este juicio porque sobre ellos se determinó una probation (suspensión del juicio a prueba).

Los jueces Horacio Paniagua, Francisco Aguirre y Jorge Villalba (subrogante) están al frente del Tribunal Penal, en tanto que Rodolfo Cáceres (fiscal de Instrucción Tres de San Vicente, subrogante en este debate) está a cargo del Ministerio Público Fiscal. Lohn es defendido por los abogados particulares Federico Tilli y Daniel Zapana, en tanto que el letrado Gabriel Miranda defiende los intereses de Boges.

Se estima que a lo largo del juicio, que tendrá cuatro jornadas consecutivas (hasta el viernes), van a declarar alrededor de 30 testigos, propuestos tanto por las defensas como por la fiscalía.

Homicidio en la colonia

Los hechos que se ventilan en este debate ocurrieron en la tarde del 13 de noviembre del 2019, luego de una supuesta persecución y choque en la calle de tierra del paraje San Ignacio de El Soberbio, a unos 500 metros de la ruta costera 2. Según los efectivos de la Policía, esa tarde se encontraban de franco en la localidad y por ende, de civil, y en un vehículo particular (Ford Focus) comenzaron a perseguir a un Volkswagen Voyage, que se encontraba supuestamente ligado con el contrabando de cigarrillos.

Ambos declararon que en medio de esa acción el coche de Andrade (Volkswagen Gol) se interpuso en el camino, impidiendo el accionar de los policías y agregaron que la víctima estaba armada con un revólver calibre 38, por lo que abrieron fuego al sentirse que sus vidas corrían peligro.

Dicha versión fue desmentida inicialmente por los acompañantes de Andrade (Sievers y Velozo) y algunos vecinos de la zona. De acuerdo con estos testimonios, ellos viajaban rumbo a una chacra aledaña mientras bebían cervezas y escuchaban música; llegado determinado momento, uno de ellos pidió bajar a orinar, por lo que Andrade detuvo el rodado a un costado del camino y en ese momento fue embestido por el Ford Focus manejado por Boges.

Cuando los testigos se recuperaron, notaron que Andrade ya estaba herido de bala. La autopsia marca que el disparo fue de atrás, se cree que inmediatamente después del choque. Sin embargo, durante la reconstrucción del hecho con Gendarmería Nacional esto tampoco quedó claro y además, sobre la marcha de la investigación Sievers y Velozo cambiaron el rumbo de sus declaraciones, razón por la que ahora son juzgados junto a los uniformados.

Durante la pesquisa se incautaron las armas correspondientes de ambos efectivos así como también un revólver calibre 38 y un pistolón que fueron hallados fuera del vehículo de Andrade. Una de las hipótesis indica que fueron plantadas, o al menos eso abona la familia de Andrade.

Las pericias fueron hechas por la Gendarmería Nacional, que explicó que esas armas estaban en condiciones de disparar, pero no fueron accionadas, lo cual desmiente un posible fuego cruzado o enfrentamiento entre los acompañantes y los policías. Todos los grises quedarán claros en este debate oral que finalizará el viernes, con el fallo de los magistrados.