“Estamos esperando que la venga a buscar desde Colombia”
Acusada de matar a amante sufrió un nuevo revés y aguarda su extradición
La Cámara Federal de Apelaciones de Posadas declaró inadmisible el recurso de Casación interpuesto por la defensa de Rocío Ruiz Quinteros (42), una mujer de nacionalidad colombiana que fue detenida en 2022 por un brutal homicidio en su país.
La medida fue presentada luego de que la misma Cámara confirmara la negativa al pedido de excarcelación o en subsidio prisión domiciliaria decidida por el Juzgado Federal de Posadas. El principal argumento es que tiene un hijo menor y está arraigada en Garupá desde 2016, cuando llegó al país.
“Los cuestionamientos planteados no se hacen cargo de demostrar, a través de una concreta crítica, que la decisión se apartó de las normas que disciplinan el instituto de conformidad al trámite vinculado a un proceso de extradición y las concretas circunstancias que fueron valoradas por el tribunal a través de la documentación remitida por el Estado requirente”, concluyeron los jueces.
Es que sobre la mujer pesaba una alerta roja de Interpol y en la actualidad se encuentra detenida en una comisaría de Posadas a la espera de que se haga efectiva su extradición, según confirmaron altas fuentes policiales con conocimiento de su caso a El Territorio.
Harold Villegas Barreda fue apresado en mayo del 2016.
“Está todo el trámite hecho, sólo estamos esperando que Colombia la venga a buscar”, se detalló, por lo que tal vez esa fue su última oportunidad de ser libre en Argentina. Además se pudo establecer que la mujer ya fue juzgada mediante un debate oral internacional de forma virtual a finales del año pasado, aunque no trascendieron detalles de la decisión de la Justicia colombiana.
A Rocío se le acusa en el vecino país por los delitos “homicidio agravado en concurso heterogéneo con el delito tortura y hurto calificado y agravado”.
El homicidio que se le atribuye a la mujer ocurrió el 6 de julio del 2015 en la localidad de Florencia, a más de 500 kilómetros de distancia de Bogotá. La víctima fue identificada como Andrés Felipe Fierro Llano (24), quien apareció semidesnudo a la vera de una ruta en las afueras de la localidad con 20 machetazos y las manos atadas con su propia ropa. Lo habían sometido a una sesión de tortura.
Se trató de un hecho que conmocionó a todo el departamento de Caquetá y, por sus aristas, tomó trascendencia nacional rápidamente. Las primeras investigaciones apuntaron a un ajuste de cuentas contra el ingeniero que se desempeñaba para el Estado. Sin embargo, tras una semana sin pruebas firmes, apareció el testimonio de la tía con quien Fierro Llano vivía.
La testigo descubrió que, a pesar de que Andrés Felipe Fierro Llano tenía una novia, mantenía una relación oculta con Ruiz Quintero. La mujer trabajaba en un negocio de la familia y también tenía un marido e hijos. Rápidamente, las investigaciones se posaron sobre la posibilidad de un móvil pasional.
Tres meses después del homicidio, se logró establecer que los teléfonos de Ruiz Quintero y su esposo Harold Villegas Barreda estuvieron la noche que desapareció la víctima frente a su casa. Incluso, cámaras de seguridad detectaron que un remís pasó por el lugar.
Según confesó luego el propio Villegas Barreda, la mujer hoy detenida en Misiones le mandó mensajes al teléfono de la víctima y coordinaron encontrarse en la esquina de su domicilio. El hombre había descubierto la infidelidad unos quince días antes y planeó todo.
Una vez que el ingeniero subió al vehículo se encontró con que no estaba sólo su amante, sino también el marido de ella. El coche recorrió la ciudad en medio de una sesión de torturas y terminaron descartando el cadáver antes de que amanezca. Supuestamente la intención no era matarlo, pero todo se salió de control.
De la maniobra también habrían participado el hermano de Harold, Robinson Villegas Barreda y el propio remisero.
La Policía consideraba que tenía a los asesinos, pero que aún así las pruebas no eran contundentes para que la Justicia ordene sus detenciones. Sin embargo, el sobrino de la pareja sospechada se presentó voluntariamente ante la Policía y entregó el teléfono que pertenecía al ingeniero asesinado, lo que terminó de comprobar toda la secuencia.
Según expresó el joven que entonces tenía 15 años a las autoridades, Harold Villegas Barreda le había encargado hacer el trabajo de inteligencia sobre la mujer ante la sospecha de que ella lo engañaba. Incluso, le ofreció dinero para que cometiera el homicidio, pero él se negó.
Luego le encargaron, bajo amenazas, que deseche el aparato. Tampoco lo hizo. Pese a ello, el fiscal interviniente consideró insuficiente lo recolectado.
Destino Misiones
Para ese entonces, transcurridos seis meses del crimen, la pareja ya había gestionado el pasaporte y, todavía sin saber que los investigaban, habían salido del país. El primer destino fue Perú, después Brasil y, finalmente, Misiones. En la tierra colorada Rocío publicó fotos en las plazas 9 de Julio y San Martín y el monumento a Andrés Guacurarí en la Costanera de Posadas.
Diez meses después del hecho, en mayo del 2016, Harold Villegas volvió a Colombia para atender a sus hijos y, para ese entonces, otro fiscal sí había aprobado la orden de captura de los involucrados. Es así que, finalmente, la detención de los hermanos se concretó de forma inmediata y hoy están tras las rejas.
Harold fue condenado luego a una pena de 32 años por homicidio agravado y tortura. En octubre de 2017 decidió hablar en un documental de la Cadena Caracol y contó detalles del crimen: “Lo bajé del auto y le metí un par de rodillazos hasta que cayó. Tomé un machete y le pegué y le pegué. No medí las consecuencias”, dijo, sin inmutarse frente a la cámara.
Sobre su mujer expresó que al momento del hecho le decía “que no la vaya a cagar, que esto, que aquello, pero yo le dije que los que la cagaron fueron ustedes -en referencia a ella y Fierro Llano-”. El hombre expresó que después del hecho perdonó a su mujer, aunque admitió que posiblemente un día “iba a terminar matándola”.
Finalmente el 16 de febrero del 2022 Ruiz Quintero fue detenida por la Policía de Misiones en el barrio El Porvenir de la ciudad de Posadas para dar cumplimiento a un pedido de captura emitido por el Juzgado Penal Tercero de Florencia Caquetá, Colombia.
Según explicaron desde la fuerza provincial, la alerta roja de Interpol recién se activó en octubre del 2019, por lo que pasaron tres años -pandemia mediante- para que sea atrapada y empiece a rendir cuentas ante la Justicia. Ahora, su extradición es sólo cuestión de tiempo.