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El básquet, el otro pilar del renacer

La reconstrucción que lo llevó a soñar por el ascenso

Mitre está a dos partidos del torneo Federal A. El salto de categoría podría llegar acompañado de un trabajo que comenzó hace casi una década y no sólo en el plano deportivo
sábado 03 de febrero de 2024 | 6:01hs.
La reconstrucción que lo llevó a soñar por el ascenso
La reconstrucción que lo llevó a soñar por el ascenso

Mitre ultima detalles en el verde césped del estadio Tito Cucchiaroni. Ese que hoy luce perfecto para jugar a la pelota. Para poner la redonda contra el piso y no tirar pelotazos. Un campo de juego que hoy es de los mejores de la provincia y mucho mejor que el de varios equipos que desfilaron por el torneo Regional.

Mañana y en Formosa, el conjunto que dirige Miguel ‘Pico’ Salinas saldrá a jugar el partido más importante del año y de la temporada, aunque esperan que haya uno más importante todavía: la final por el ascenso en Córdoba.

Este presente de Mitre arrancó hace casi una década. El club, no sólo el fútbol, tomó otro rumbo. Se fortaleció de adentro hacia afuera. Generó espacios para sus socios, mejoró notablemente su infraestructura y apostó al semillero. Cuando tuvo que decidir entre jugar un certamen nacional (en fútbol o básquet) el análisis fue minucioso y cuando los números daban negativo, entonces el ‘no’ no fue un temor, fue una decisión.

Las chicas del básquet femenino son las actuales bicampeonas provinciales.

En diciembre de 2014 comenzó la era de Marcelo Dei Castelli al frente de Mitre. Llegó junto a un grupo de conocedores del club y en 2015 decidieron no participar del Federal C, la última categoría del ascenso del interior.

En 2016, durante su primera incursión nacional, Mitre llegó hasta las semis del Federal C. En 2017 decidió no participar y llegó a la final en 2018, en la que perdió con Estudiantes de Resistencia. El Auriazul se ganó la plaza para el Regional 2019, luego de una nueva reestructuración del ascenso argentino. Decidió no participar. Ni en ese 2019 y tampoco en el 2020.

A lo largo de todos esos años Mitre se había dedicado a tener un equipo base. Cuando no jugó torneos nacionales prestó sus jugadores, pero siempre regresaban. Miguel ‘Beto’ Comes es uno de los emblemas de un equipo que generó una identidad. Que jugó de igual a igual en cualquier cancha y que siempre intentó hacerlo por el piso.

A ese equipo liderado por Beto Comes y Richard Rodríguez se sumaron chicos como Iván Esquivel y Catriel Lukoski, quienes se ganaron su lugar en el plantel del Regional.

Pero en marzo del 2020 llegó la pandemia de coronavirus y, entonces, todo el trabajo se replanteó. Mitre decidió mirar para adentro. Apostó a las mejoras de infraestructura, que le permitieron, una vez terminada la pandemia, recibir a más chicos y generar espacios para que tengan un lugar para estudiar (antes de los entrenamientos) y tener capacitaciones. Es decir, Mitre amplió su estructura a nivel club para buscar dar un salto de categoría.

Regresó al plano nacional en el Regional 2021/22 y se despidió en octavos, ante Victoria de Curuzú Cuatiá y luego de haber reavivado los clásicos ante Guaraní, que significaron un empujón para el fútbol posadeño entre los equipos más ganadores del fútbol capitalino.

El Regional 2022/23 fue un dolor de cabeza. El Auriazul se despidió rápidamente en primera fase. Enfocó los cañones al plano local y ganó el torneo Provincial, que le dio paso al actual Regional, en el que Mitre está a dos partidos del gran sueño del ascenso.

A la par de los triunfos y las derrotas, Mitre se ordenó económicamente y a nivel institucional, lo que le permitió dar pequeños pasos, pero constantes.

“Cuando llegamos el club estaba dejado. No había nada. La cancha era de tierra, había deudas.

Lo primero fue pensar en la institución. Deportivamente estábamos bien y empezamos a mejorar la infraestructura, mejoramos las instalaciones, pusimos el merendero. Crecimos en infraestructura, mucho”, recordó Marcelo Dei Castelli.

Además del predio del barrio Rocamora, Mitre mejoró la sede del centro posadeño, en la que se practica básquet y en 2023 regresó al plano nacional para disputar la Liga Federal, luego de más de una década de ausencia.

El plan fue el mismo. Primero el Auriazul se fortaleció de adentro hacia afuera. Mejoró la infraestructura y apostó al semillero. Cuando las cuentas dieron aceptó el desafío y cuando tuvo que decir que no, como en este 2024, prefirió no arriesgar de más.

En ese sentido, Dei Castelli graficó que “jugamos el Federal C y nos invitaron a jugar el Federal B porque teníamos un plantel interesante (en 2018), ganamos muchos torneos locales, pero son decisiones (participar o no) que se van tomando con el paso del tiempo”. “Hay que hamacarse y ver las opciones, decidimos no jugar Regionales porque hubiese sido imprudente de parte nuestra”, aseguró el ex presidente.

En septiembre del año pasado Dei Castelli dejó el club para hacerse cargo de la Liga Posadeña, pero su sucesor, Sebastián Macias, continuó por esa senda.

Mitre es de los equipos más importantes del básquet femenino, es el primer club que contó con fútbol adaptado, incorporó la sede de hockey en la Costanera Oeste y planea más cambios dentro del predio del barrio Rocamora.

Mientras el plantel del fútbol prepara su partido más importante del año, el club está listo para pegar el salto de categoría para el que se viene preparando desde hace algún tiempo. 

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