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Sorprendente descubrimiento en San Pedro: El chinchero enano excava sus nidos en palos podridos

El trabajo arrancó hace quince años y se llevó a cabo en el Parque Provincial Cruce Caballero, cerca de San Pedro
miércoles 17 de enero de 2024 | 8:52hs.
Sorprendente descubrimiento en San Pedro: El chinchero enano excava sus nidos en palos podridos
Sorprendente descubrimiento en San Pedro: El chinchero enano excava sus nidos en palos podridos

Luego de quince años de trabajo, un grupo de investigadores confirmó la presencia de un ave trepador en San Pedro. Se trata del chinchero enano y lo más espectacular es haber descubierto que es una especie capaz de excavar sus propios nidos. El trabajo  permitió reunir datos sobre un ave del cual casi no existía información y pone en evidencia la necesidad de preservar los montes, donde hay vida incluso en los palos podridos. Los resultados generan enorme satisfacción y motiva a trabajar en favor del medio ambiente.

Precisamente, el hallazgo resulta más que interesante porque hasta la fecha se conocía que los trepadores no excavan, sino que utilizan cavidades ya existentes como nidos. Es resultado de un intenso, comprometedor y hasta divertido trabajo de un grupo de naturistas, guardaparques e investigadores que desde el 2008 se adentraron en el parque provincial Cruce Caballero, a unos 20 kilómetros de la zona urbana de San Pedro con el propósito estudiar el comportamiento del chinchero enano (Xiphorhynchus fuscus).

Los investigadores son del proyecto Selva de Pino Paraná. Fotos: Carina Martínez

El ímpetu que cada uno volcó al proyecto de investigación resultó en que son los primeros en realizar una publicación donde dan evidencia de que este trepador excava sus nidos, en este caso en troncos gruesos en avanzado estado de descomposición en zonas donde la madera es muy blanda. De 56 especies de trepadores que habitan entre Argentina y México, el chinchero enano es la primera evidencia concreta de que excava sus nidos.

En detalle, esta es un ave endémica de la selva atlántica del sudeste de Brasil; también existe en el este de Paraguay y en Argentina, en la provincia de Misiones. Pesa sólo 23 gramos y como otras especies similares, trepa por troncos y ramas cazando bichitos que captura de las cortezas, las hojas o de las ranuras de los árboles, también consume insectos voladores que se le aproximan. Se apoya con la cola contra los troncos y usa su pico largo, fino y curvo para cazar.

Anteriormente no existía información sobre su comportamiento; precisamente respecto de cómo realizaba sus nidos, en qué tipo de árboles habitaba o saber cómo cuidaban a los pichones. Esto se trasladó a un estudio de varios años porque eran necesarias reunir todas las evidencias y muchas veces cuando registraban un ejemplar para monitorearlo este ya tenía su nido armado, otros ya tenían pichones y así pasó el tiempo hasta que, sin perder las esperanzas en ningún momento, lograron un monitoreo desde cero.

“Fue un desafío muy grande poder trabajar con esta especie ya que se tenía pocos datos sobre ella. Muchas veces encontrábamos nidos ya hechos y aunque abajo había maderitas tipo aserrín era necesario poder comprobar que era excavado por esa especie, entonces engancharlo haciendo su nido y poder filmarlo o fotografiarlo era muy importante para realizar un seguimiento y estudio completo”, indicó a El Territorio, Milka Gómez, una de las investigadoras. 

Por la presencia de maderitas en el suelo debajo de las cavidades estudiadas, por la forma y apariencia de los nidos, empezaron a manejar la teoría de que era un excavador, hasta que un gran día escucharon al chinchero enano vocalizar cerca de un árbol muerto. “Con mucha cautela y escondiéndonos pudimos observar a un individuo excavando su propia cavidad y tirando maderitas, eso para nosotros significó mucha alegría y satisfacción porque se estaba obteniendo la evidencia necesaria”, detalló Milka con enorme felicidad como si reviviera sublime momento.

Particularidades

En ese contexto de información, resulta oportuno saber la diferencia entre la excavación del chinchero enano y un pájaro Carpintero. En tal sentido, Carlos Ferreyra, explicó que “la excavación que hacen los pájaros carpinteros y el chinchero enano varía principalmente en que los carpinteros poseen otra forma de pico, su cráneo está adaptado para el golpe que hacen a la madera, que es más dura”. A su vez precisó que el chinchero utiliza madera en descomposición que le facilita a su tipo de pico para poder excavar sus nidos. “El Chinchero realiza varios huecos en distintos árboles, como probando la dureza de la madera hasta encontrar la ideal”.

En cuanto a las fases de excavación pudieron constatar que un solo individuo es quien realiza el nido, arranca trozos de madera desde fuera de la entrada. Cuando hay espacio suficiente, entra en la cavidad y excava hacia abajo, incorpora ocasionalmente pequeños golpes que podrían servir para debilitar la madera en lugares estratégicos de la pared, lo que le permite arrancar pedazos, estos trozos de madera y aserrín los lleva hasta la entrada, donde los expulsa.

En cuanto a la preferencia de árboles para la subsistencia de esta especie, de los 26 nidos registrados en 24 cavidades de 21 árboles, todos estaban en troncos principales y en el sotobosque de bosques maduros. Veintiuna de las 24 cavidades fueron excavadas, siempre en madera muy blanda y en avanzado estado de descomposición. “Debajo de 18 de las cavidades excavadas, registramos restos leñosos fibrosos en el suelo, en el borde de la entrada, o en el tronco o plantas bajo la cavidad. En ese sentido  Ferreyra remarcó que “es por esto que son importantes los árboles grandes en estado de descomposición: el chinchero enano los necesita para excavar sus nidos, y también otras especies como el surucuá”. 

Otra de las apreciaciones que realizó el equipo durante el período de monitoreo, para el cual utilizaron varios elementos audiovisuales a fin de obtener registros fílmicos y fotográficos de buena calidad, tiene que ver con el comportamiento del chinchero enano, en lo que respecta la cría de los pichones. Según el valioso estudio, es la hembra la que se encarga de todo el proceso, desde la realización del nido hasta la búsqueda de alimentos. El macho deambula en cercanías al nido sin intervenir.

Para el equipo representa una experiencia más que enriquecedora que los motiva a seguir generando conocimientos que permitan accionar en favor del medio ambiente. “Fue una experiencia muy linda, ya que tuvimos la posibilidad de poder estudiar una especie de ave de la cual no se sabía casi nada sobre su nidificación y desarrollo, durante todos estos años fuimos descubriendo características nuevas sobre su conducta y estrategias de cómo hacer su nido y cuidado de sus huevos y pichones”.

Este tipo de descubrimiento pone en evidencia la importancia de las áreas protegidas y de que los seres humanos lleven adelante conductas que sean amigables con el entorno: “San Pedro es parte de la Selva Atlántica, uno de los cinco ambientes más biodiversos y amenazados del mundo, formamos parte de una diversidad natural y cultural. Es vital conservarla, volver a conectarnos y sentirnos parte de ella porque depende de nosotros que siga existiendo como nosotros dependemos de ella”.

Al mismo tiempo, Kristina Cockle, autora del proyecto, hizo referencia a la relevancia que tiene la información que obtuvieron por medio del estudio que hoy está a disposición de la ciencia. “Saber que los chincheros excavan cavidades nos abre la posibilidad de que otras especies emparentadas también podrían excavar. Nos ayuda a entender la evolución de diferentes comportamientos en las aves y resalta la importancia de los árboles muertos como fuentes de vida en la selva”, señaló.

Los investigadores invitaron a buscar en las redes sociales de Facebook e Instagram “Proyecto Selva de Pino Paraná” donde pueden encontrar “posteos de lo que el monte nos da y cómo podemos cuidarlo y mucho más sobre nuestros trabajos”, tal como mencionaron. 

El proyecto fue llevado a cabo por Milka Gómez, Carlos Ferreyra y Kristina Cockle, Facundo Di Sallo,  Alejandro Bodrati  que pertenecen al proyecto “Selva de Pino Paraná”, quienes junto a demás personas que lo integran, hace dos décadas llevan adelante varias propuestas de investigación y educación ambiental en la localidad. 

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